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El jueves llegó más rápido de lo que JungKook planeó.

Y él realmente no se sentía en buenas condiciones justo ese día.

Jeon no estaba enfermo ni nada por el estilo, y SeokJin no cambió su comportamiento con él después de aquel día, de hecho, eso lo alivió exageradamente.

Y por supuesto que era bien sabido que sus decisiones cambiaban a última hora, por eso decidió encerrarse en la seguridad de su casa, con malas fachas y una cara de muerte, una película predecible en la televisión y una frazada encima.

Oh, claro, y comida chatarra frente a él.

Ese era su día de ociosidad, en donde no tendría que preocuparse sobre lo que harían sus vecinos ni de la invitación a salir.

Y él trató muy duro por evitar cualquier cosa que podría jugar en contra de su opinión. Pero no llegó a ignorar el hecho de voltear "inconscientemente", hacía una de las ventanas de su cuarto que daba directo hacía la casa de SeokJin.

La vista era bonita, porque el día estaba radiante y la calle extrañamente solitaria y limpia, pero él sabía que esa no era la principal razón por lo que él volteó a echar un vistazo.

Luego de un rato en el que siguió observando con parsimonia, alguien por fin hizo presencia en su campo visual.

Uh, otra excusa para no ir con la pareja, a él no le dijeron la hora.

Y muy aparte que su decisión fue por mucho culpa de su orgullo, no creían que él se quedaría parado frente a su casa esperándolos, ¿O sí?.

De todas formas no pasó como Kim seguramente hubiera planeado, ya que JungKook fue el principal testigo de cómo los novios se saludaron con un beso -muy largo- y posterior a esto caminaron hasta en medio de la cuadra, donde se decidieron por sentarse en una vereda a esperar por el pelinegro.

Jeon quiso burlarse de su ingenuidad y de qué pensarían cuando se dieran cuenta de que él nunca llegaría. Sin embargo, no había nada de gracia en la forma en que ambos chicos se miraban y compartían cada cuanto uno que otro beso juguetón.

¿Entonces todo era verdad?, ¿Ellos realmente habían fortalecido su relación?.

El menor siguió mirando, su lado masoquista evitando que él quitara la mirada de aquella melosa pareja.

YoonGi se veía tan bonito desde lejos, siendo todo lo tierno y suave posible, pero en compañía de un psicópata acosador.

Jin era un jodido buen actor, tocando y acariciando las manos pálidas de su hyung de forma tan cariñosa que él se creyó aquella escena.

A SeokJin no le gustaba Min después de todo, esto no debería preocuparle.

Pero sí lo hacía, por que el peli verde no se merecía ser engañado de esa forma cuando no habían sentimientos reales por parte del rubio.

Jeongguk apagó el televisor, que ahora le parecía un molesto ruido, y se dejó caer por completo en su cama, suspirando profundamente y sintiéndose terriblemente mal.

Sus ojos picaron y las lagrimas no fueron exactamente controladas. Sollozó en silencio y la imagen de su rostro, ya antes mala, empeoró.

Sujetó una de sus almohadas y se abrazó a ella.

Uh, él quería que su madre estuviera a su lado en ese preciso instante.

                                     ☆☆☆☆☆

El día de ayer fue horrendo, pero él logró sobrellevarlo con éxito, así que no había de qué preocuparse.

Era un nuevo inicio, con nuevas oportunidades para hacer de su vida una mejor. Excepto que no tuvo una buena partida.

¡Te odio, Kim SeokJin! ↪ JinKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora