(Narración de Ricky)
No tenía palabras para describir la dicha y felicidad que me invadían en el interior por el hecho de que Paola hubiera aceptado ser mi novia. Todo había salido perfecto, justo como lo planeé, pues había hecho de su cumpleaños número XV un día muy especial e inolvidable, y eso era justamente lo que más quería; pues su felicidad era ahora lo más importante para mí. Realmente me sorprendía la química tan fuerte que había entre nosotros dos, pues desde el primer momento que sentí sus suaves labios rosas sobre mi boca se adueñó toda de mí. Ahora tenía una razón más fuerte para vivir pues mi felicidad estaba en sus manos y siendo sincero el saber que ella me amaba tanto como me lo había hecho sentir desde aquel beso, me hacía sentir el chico más afortunado del mundo.
Ayer habíamos pasado todo el día juntos en la Carne Asada que sus padres organizaron en el jardín trasero de su casa. No hubo momento en el día en que no dejáramos de sonreír, pues el simple hecho de sentir su mano entrelazada a la mía me daba una razón para ser feliz. Lo único malo es que ahora el despedirnos era aún más doloroso –siempre había sido doloroso, pero ahora que era mi novia, la aflicción de estar lejos de ella era aún mayor–
Las noches parecían eternas, pero el amanecer traía consigo una alegría que jamás antes había experimentado, gracias a la adrenalina que me provocaba volver a verla. Después de salir de bañarme y ponerme mi uniforme escolar, me paré frente al espejo para peinarme como a mi novia le gustaba más. Sonreí estúpidamente al ver el dije con la "P" grabada colgando de mi garganta pues eso era un símbolo de que Paola por fin era mía, mía y de nadie más.
La voz de mi madre gritando mi nombre sonó otra vez, me puse mi loción favorita y después de tomar mi mochila bajé corriendo deprisa por las escaleras. El camino a la escuela se me hizo más largo que de costumbre, pues ahora tenía una razón demasiado fuerte para querer llegar temprano –y no era precisamente por tener mi clase favorita de Ingles a la primer hora – pues ahora la niña más hermosa del colegio me estaría esperando con un cálido beso para desearme un buen día.
Baje corriendo como loco de mi coche para meterme a la escuela en busca de la mirada de ángel que me tenía en este estado, para mi buena suerte Arturo y ella se encontraban platicando justamente a la entrada.
Mi corazón se volvió loco cuando la tuve de nuevo frente a mí, a pesar de conocerla desde hace años ahora la veía diferente, pues ya no era solo mi mejor amiga sino mi novia, la causa de toda mi felicidad. Camine despacio hacia ella, y aprovechando que estaba de espaldas le tape los ojos con las manos para anunciarle mi llegada.
- ¡Ah! – exhalo sorprendida- ¿Quién es?
- La persona que te ha amado en secreto por mucho tiempo - le susurre al oído, Paola volteó hacia mí con una expresión radiante en su hermoso rostro para colgarse de mi cuello mientras yo respiraba el exquisito aroma floral de su obscuro cabello –
- ¡Ricky! – grito emocionada –
- ¿Cómo estas, mi niña?
- Ahora que estoy contigo excelente – ambos nos soltamos cuando oímos que Arturo se aclaró fuertemente la garganta, por un segundo había olvidado que estaba aquí-
- Claro, ahora que ya son novios me van a ignorar así siempre ¿No?
- Perdona – lo salude chocando nuestras manos-
- ¡Hola! – en cuanto mi amigo oyó la voz de Karen soltó mi mano para voltear hacia ella-
- Hola preciosa – Arturo la abrazo besándola fugazmente-
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Mi destino a tu lado - Pxndx fic
Fiksi PenggemarCuando Paola y Ricardo se conocieron en aquel verano de su infancia, jamás imaginaron lo que el destino les tendría preparado para entrelazar la vida de ambos en un mismo camino hasta el final de sus días. La relación que desde la adolescencia comen...