Sus días seguían pasando extrañamente tranquilos, no había cambiado mucho, iba clases por la mañana, se reunía con algunos amigos por la tarde, Leo se había mantenido a raya, con mensajes y llamadas casuales.
Todo había estado bastante normal.
Aquel día Leo lo había llamado minutos antes ordenándole que llegará a su casa, Dante a regañadientes tuvo que parar de ayudar á su hermana y salir apresurado de su casa, tardó casi una hora en llegar, aunque se había apresurado, no realmente, causando cierta molestia en Leo.
— Sube al auto— quitó los seguros y espero a que entrara — Me quedaré con esto — tomó el gorro de Dante sí previo aviso dejando al descubierto el desordenado cabello de este — me agrada más ver tu cabello —.
— Leo, regresalo — se quejó acomodando su cabello.
— No, debes estar así hasta que yo diga — sonrió de forma espeluznante mientras señalaba el asiento del copiloto en su auto — me gusta ver tu cabello — aquel comentario inesperado no dejó a Dante quejarse.
Leo condujo por varios minutos hasta llegar a un centro comercial un tanto cercano dejando desconcertado a su acompañante. Después de estar buscando un lugar para estacionarse se estacionaron frente a un restaurante.
—¿Por qué aquí? —preguntó Dante, puesto que conocía perfectamente que a Leo no le gustaban las multitudes y bueno él tampoco era fan de ellas.
—Vamos por algo de comer —siguió caminando, notando que estaba por quejarse —Solo sigue caminando, mantente callado y sígueme —tomó su mano arrastrándolo consigo hasta la entrada del restaurante.
Una mesera se acercó a ellos, recibiendolos los llevó hasta una mesa vacía, entonces les entregó sus menús, antes de retirarse momentáneamente. Leo encomendó a Dante la tarea de ordenar la comida.
Cuando Leo regresó a la mesa ya había comida frente a su asiento y Dante esperaba por él, sin saber si empezar a comer o no. Dejó la pequeña bolsa a un lado en la mesa captando la curiosidad de Dante.
—Es tuyo — Dante no sabía que estaba pasando "¿era algún día especial?" Pasó por su mente, justo cuando iba a tomar la bolsa Leo la atrajo hacia él. — pero sólo puedes usarlo conmigo — Dante asintió y Leo le regresó la bolsa mientras esperaba pacientemente la reacción de su compañero.
Dante reaccionó con una sonrisa al ver un gorro rojo vino dentro de la bolsa, lo sacó con cuidado y el hilo era bastante suave ante su tacto, acomodo su cabello debía ponérselo enseguida, se preparó para agradecerle a Leo, pero se sorprendió al verlo sonreír, no de una manera sarcástica o maliciosa, si no, de una forma más bien cálida casi tierna, ¿Leo aún era capaz de sonreír así? Aunque esa sonrisa no duró más de unos segundos para volver a cambiar a su semblante inexpresivo.
—Gracias —sonrió y entonces preguntó — pero, ¿Por qué? —
Leo desvió la mirada por un segundo y justo antes de comer un bocado de su comida soltó — Es tu cumpleaños — empezó a comer ignorando la mirada del mayor.
La sonrisa del mayor no se había apagado en ningún momento al ver las acciones de Leo, él también podía ser lindo, pensaba antes de regañarse a sí mismo por dejarse llevar por sus propios comentarios. Empezó a comer también.
Una vez terminaron de comer, Leo pagó por todo aunque Dante intentó detenerlo. Apenas salieron del restaurante tomó la mano de Dante a pesar del forcejeo que hizo.— Vamos a dar una vuelta por las tiendas — volteo con Dante quien aún tenso asintió.
Caminaron por el lugar, entrando a unas cuantas tiendas, seguían tomados de las manos, el algún momento Dante había dejado de intentar deshacerlo.
Mientras caminaban algo o más bien "alguien" tropezó con Leo, ambos bajaron la mirada encontrándose con un niño de no más de seis años que mientras se levantaba vio a Leo y asustado se echó a llorar.Ambos cruzaron miradas algo confundidos, hasta que finalmente Dante soltó a Leo agachándose a la altura del niño a quien ayudó a levantarse. —¿Estás bien? —preguntó con un tono amigable, el niño tallándose los ojos con sus manos asintió — ¿y tus padres?, ¿No están contigo?— Nuevamente lágrimas corrieron de sus ojos —Vamos a buscarlos, ¿sí? — el niño asintió feliz.
—¿Cómo piensas encontrar a los padres del mocoso? —Volteo a ver al niño y a Dante, dejando al niño asustado mientras Dante sonreía al ver la reacción.
—Sé que puede verse aterrador, pero puede ser amigable, además nos va a ayudar a buscar a tus padres —cargo al niño —mira si haces esto —desacomodo el cabello de Leo sorprendiéndolo — ya no se ve tan aterrador, ¿verdad? — el niño rió — ahora qué tal si le pedimos que te cargue en sus hombros para que veas si encuentras a tu mamá —
Leo algo irritado, suspiro y dejo al niño subirse en sus hombros, dejando a Dante sonriendo complacido.
Sujeto con una mano la pierna del niño y con la otra sujetaba la mano de DanteAmbos caminaron dirigiéndose a seguridad, mientras Dante buscaba con la mirada alguna señora preocupada en busca de su hijo.
— Oye —se escuchó el tímido llamado del niño, Dante volteo a verlo apuntar hacia un montón de personas, supuso que había visto a su madre y jalo a Leo al montón de personas.
— ¡David! —se escuchó el grito de una mujer quien rápidamente se acercó a ambos chicos.
Leo bajó al niño de sus hombros y lo entregó a la señora, por un momento se asustó por la presencia de este.— Gracias por encontrarlo —repitió varias veces lo mismo, agradeciendo a ambos chicos mientras abrazaba a su hijo.
— No es nada —hablo Dante y se aproximó al niño — ten cuidado de ya no perderte David, es peligroso separarte de tu mamá — el niño se acercó a Dante dándole un rápido abrazo y enseguida se cubrió la cara con sus pequeñas manos dejando a Dante y a la madre sorprendidos.
Leo lo jalo contra su cuerpo, haciéndolo reír, Dante se despidió del niño y después de un par de agradecimientos más por la madre ambos siguieron su camino.
— Lo aguantaste bastante bien —se rió,mientras veía la expresión de su acompañante
Leo se agacho y rápidamente besó de sorpresa a Dante dejándolo completamente inmóvil por unos segundos. Dante enseguida se quejó al momento en que veía cómo Leo relamía sus labios y se formaba una sonrisa en ellos.
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LOVE ALONE
Teen Fiction¿En qué momento todo se tornó así? ¿El amor debía ser tan doloroso? ¿Por qué llego tan lejos como para perderse a sí mismo? Tal vez la respuesta siempre estuvo cerca, tal vez solo debía disfrutar aquella soledad. **Todas las imágenes usadas son de...