Niño

Escarmiento

John se despertó preparándose mentalmente para otro día sólo. Hasta que al tratar de levantarse unos grandes y fuertes brazos lo retuvieron.
Al ver al sangheili a su lado los recuerdos de esa noche le calleron como granada de plasma.

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El Spartan estaba contento de ver llegar al sangheili.
Al ir a recibirlo John fue tomado por un brazo. Thel lo llevaba sin hablar, aunque fuera algo a prisa no lo lastimaba.
John pensaba que lo llevaría a su parcela, era lo que siempre hacia.
Esta vez se equivocó.
Thel lo llevó a la zona de carga, luego metió a John a una de las naves más cercanas.

J: Thel nos oirán. - Sus manos en el pecho del sangheili.
T: Esa es la idea... - Ronroneo mordiendo el cuello de John.

Al no fijarse en que nave entró quedaron en un lugar estrecho, donde sus cuerpos se rozaban a cada movimiento.
Con maestría despojo a John de su armadura dejándolo sólo con el traje de gel.

T: Veamos que tanto aguanta ésta cosa. - Dijo dando apretones al trasero de John.
J: Thel... - No se quejaba del trató que le daba, sólo le preocupaba ser descubiertos.

Thel repartia mordidas marcando a John nuevamente. También clavaba un poco sus garras haciendo gemir con fuerza al pobre Spartan.
Tomó por los muslos a John levantándolo, aprovechando para frutarse contra él aún amasando sus glúteos.
John jadeaba soltando incoherencias. Eso alimentaba el ego de Thel.
El enorme sangheili pasaba sus garras abriendo zanjas en el trage de gel, luego se dedicó a repetir la acción en la zona de la entrepierna de John sacándole otro gemido alto.

T: No sé como sentirme... Si engañado o no... - Rozaba su miembro sobre la entrada del menor.
J: Yo... Se que no... Debí. - Soltaba entre gemidos.
El sangheili al oír eso arremetió contra el Spartan, penetrando lo de una estocada. John soltó un gemido particularmente alto.
Fuera de la nave se escuchaban amortiguados lo escandalosos gemidos, mezclados con los gruñidos.
Algunos sólo se alejaban sin pensar en ello, ortos comenzaban a sacar conjeturas.
Dentro estaba Thel embistiendo a John en intervalos de velocidad, volviendo loco al 117.
Éste se retorcía de placer, arañardo los hombros de Thel, dejando algunas marcas en ellos.

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John se quedó mirando los hombros del sangheili dormido junto a el.
Volver a vestirse fue toda una hazaña y salir de aquella nave rubo a la parcela de John fue casi misión imposible.
Todos miraban a John, asiendo más difícil el concentrarse en ocultar su cojera. El sangheili andaba lo más de contento con el pequeño escarmiento público al que sometía al 117.
El equipo azul se hizo de la vista gorda con el asunto.

T: Aún te duele la cadera? - Se abrazo a la parte mencionada del Spartan haciéndole soltar un leve quejido.
J: Como ves... Aún lo hace. - Río bajo.
T: Auch... - Miró sus hombros con cierto orgullo
J: Tomalo como mi desquite por mi cadera. - Volvió a reír para luego acariciar los hombros de Thel.