Dudas

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J: 73? Pero eso es mucho.
T: No tanto. Hay mayores, mucho mayores que yo.
J: Quienes?
T: Los miembros del consejo de Sangheilios.

El día se le hacía eterno a John, pasando de entrenamiento a estudio y viceversa. Había descubierto que le agradaba más pasar el tiempo con Thel. Terminando su entrenamiento fue a buscarlo, se extrañó al no encontrarlo ni en su parcela, ni en el laboratorio de la doctora. En ese momento un pensamiento cruzó su mente alertando lo. Y... Si lo había visto algún soldado? O peor... Un ODST? John comenzó a correr fuera del laboratorio, pasaba por cada sitio a velocidad inhumana, no, incluso inspartan.
Luego de un buen correrio John había logrado algo que muy pocos Spartan. Estaba completamente exhausto, apenas si podía respirar, seguro recorrió todos los niveles de la nave en tiempo récord y había entrado a todos los compartimientos. Excepto a uno, la bahía de embarque. Una nueva inquietud se hacía presente. Thel se habría ido? Fue lo más rápido que su agotado cuerpo le permitía, igual seguía siendo más rápido que los humanos promedio.

T: Por que tan agitado? Parece que te persiguiera el mismísimo Didacta.
J: Donde? Yo... Los ODST... No te fuiste...
T: Respira niño... Irme? Claro que no. Eres mi prioridad.
J: Me alegra que no... Tú prioridad? Que significa eso?

Un extraño silencio se instauró en el lugar. Hasta ese momento Thel era consciente de el peso de sus propias palabras. Veía a John cómo algo, alguien  importante, pero que tanto?
John seguía mirándolo, era más que obvio que esperaba una respuesta. El problema radicaba en que no sabía que responder. Se limitó a tomar aire con parsimonia.

J: Y bien. No me gusta preguntar y menos dos veces.
T: Solo puedo decirte... Que... Algo dentro de mí me impulsa a cuidarte... A velar por tu bien.
J: Oh... No pensé que responderlas algo así.

Thel pasó la mano por el corto cabello de John haciéndolo soltar una muy suave risita. El sangheili lo imitó mostrando lo más parecido a una sonrisa.

K: Qué diablos paso John? No dejan de hablar de tu crucero por la nave.
T y J: Crucero?
K: Si. Cruce para el campo de entrenamiento, cruce para la cubierta, cruce para la parcela... Jeje.
T: El humor de ustedes los humanos es muy raro...
J: Cosas, luego te cuento. Estoy cansado, quiero dormir.
T: Te acompaño, niño.
K: Más te vale contarme, John 117. Y cuidadito, sangheili.

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