Capítulo 2

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Conocía la fama que precedía a ese hombre dentro del mundo criminal, incluso era admirado e idolatrado por cientos de delincuentes solamente dentro de ese reclusorio. Sin embargo para él, era un reo, un delincuente más como los muchos que había tratado, con una gran diferencia... Con él tenía asuntos personales pendientes, se llevó de este mundo a lo más importante que tenían su hermano y él, Kim Yoori, la luz de sus ojos, su hermana.

Hay algo que casi todo preso desea sin importar el tipo de cárcel en la que se encuentra. Se puede estar recluido en una prisión sin tener que estar tras unos barrotes o puerta de seguridad. El preso de las injusticias, el de los amores no correspondido, del dolor, angustia, desesperación, se puede estar preso en una vida mísera y vacía no deseada.

Existen los confinamientos creados en uno mismo por el cerebro o corazón tras sufrir una traición, el miedo cuando existe un trauma o un simple temor. Preso por los paradigmas y estereotipos impuestos por la sociedad. Al sufrir un abandono, abusos, pérdidas de personas ya sea por fallecimiento o separación. Son tristezas, molestias y frustraciones que no se consiguen afrontar o que por mucho que se quiera superar sigue calada en lo más profundo de tu ser. Esos sentimientos enquistados que nunca nos deja.

Se puede estar encarcelado en un reclusorio de máxima seguridad y sentirse como en casa cuando mentalmente no están preparados para vivir en sociedad, cuando no tienen un lugar a donde ir, esos que incluso luego de cumplir una condena no podían poner un pie fuera del presidio o su propio calabozo.

Todo preso tiene una cosa que desea... ¡Libertad!

Desea estar libres de las cadenas que lo retienen, ya fueran físicas, mentales o emocionales. Por eso, siguiendo minuciosamente el caso del Liquidador, Kim Taehyung estaba convencido de que por salir en libertar ya fuera a delinquir o a lo que fuera que su retorcido cerebro tuviera en mente, iba aceptar tratar con él. Después de todo, era la primera persona que fingiría querer escucharlo, el primero en si quiero plantearse tomar su caso y por eso, contaba con la respuesta positiva de aquel psicópata.

— Como verá Jeon Jungkook el tiempo apremia por lo que sin rodeos le diré mi intención. Mi nombre es Kim Taehyung y quiero tomar su caso. — Las palabras salieron de su boca sin un deje de emoción, neutras y directas. — Profesionalmente estoy interesado en involucrarme con usted.

Pudo descifrar en la mirada del convicto desconfianza. Se mantenía inexpresivo, sin mover un músculo, el único movimiento proveniente de su persona era el de sus párpados al pestañear y muy ligeramente sus ojos, esos que él sabía que lo estaban estudiando.

— Se preguntará por qué cuando en estos siete años todos lo han abandonado, renegado y olvidado luego de sentenciarlo por todos sus asesinatos y fechorías llega un sujeto como yo para defenderlo. Así sin más y, sin ganar nada a cambio pero, se confunde. Esta es una situación beneficiosa para ambos, usted consigue reducción de condena ya que, con todos los crímenes cometidos algo tiene que pagar, — el desdén con el que pronunció esas últimas palabras fue palpable a la vista. — no puedo ni quiero sacarlo de este lugar así sin más. Sin embargo, quiero darle un juicio justo. ¿Qué gano? Sencillo... Renombre, experiencia, respuestas y seguro que algo más se me podría pegar en el camino...

La curvatura izquierda de su boca se elevó cuando escuchó aquel desconocido abogado hablar. Parecía una cínica y temible sonrisa que no tenía rastros de alegría o cualquier otro sentimiento visible. Un gesto que disgustó a Taehyung pero que pasó por alto aún si deseaba borrar aquel gesto de su cara y molerlo a golpe.

— Su caso es bien único, si bien no es el primer asesino serial que ha existido, es el más joven el Corea del Sur. Y, no lo puedo negar, tengo curiosidad por usted, digamos que es mi experimento y que con el mismo está ganando una nueva oportunidad de vivir, una nueva esperanza de al menos ser escuchado, de mostrar su versión de los hechos. Todos ganamos.

LiquidatorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora