Liquidator

Capítulo 25

Luego de haberse pasado toda una hora sumergido en hielo y otros medicamentos preparados por el convicto, Taehyung finalmente tomó una ducha, ya sintiéndose muchísimo mejor. Su cuerpo se recuperó con mayor facilidad, lo que más entorpecía su estado era su pierna que, mismo si no había sufrido daños severos, seguía incomodándole cuando caminaba.

Fueron muchas las vueltas que dio en aquella cama buscando dormirse sin éxito. No creía que nada peligroso le sucediera allí esa noche pero por alguna razón estaba intranquilo sin poder conciliar el sueño. No eran muchas las opciones que tenía, por ello, después de algunas horas decidió levantarse e ir a la cocina por algo de comer y beber. Caminaba por el frío piso de madera descalzo cuando gritos y otras murmuraciones se escucharon. Pensó en ignorarlo pero dejándose llevar siempre por su molesto instinto se apresuró lo más rápido que consiguió al lugar de a donde provenían los ruidos.

Permaneció unos segundos frente a la puerta notando que se trataba de la habitación del convicto antes de decidirse a entrar, encontrándolo removiéndose en la cama. Era evidente que estaba teniendo una pesadilla, su piel resaltaba brillando aún en las penumbras del cuarto, el sudor recorría todo su cuello llegando hasta su descubierto pecho, ese que dejaba ver su inestable respiración. Tomó asiento a un lado de la cama para tratar de escuchar con claridad las cosas que decía entre murmullos casi inaudibles, retrocediendo a gran velocidad cuando este gritó e incorporó en la cama.

Estaban envueltos en la oscuridad, mas eso no era impedimento para que ambos pudieran notar la mirada contraria y perderse por cortos segundos en ella. El agente intentó buscar un interruptor pero aún agitado por su sueño el pelinegro se sobresaltó, tomando en un hábil movimiento las esposas que mantenía en la mesilla de noche junto a una pistola y cuchillo. Antes de darse cuenta, ya Taehyung tenía una mano esposado en los barrotes en la cabecera de la cama.

Temiendo por lo que planeaba hacerle el Liquidador en ese momento estiró su mano libre logrando golpearlo. Con ambas piernas lo envolvió ejerciendo fuerza en su cuello y brazo. Jungkook se retorció con velocidad y precisión mordiendo con fuerza la pierna ilesa del agente. Apenas logró que suavizara su presión abrió sus piernas con las manos y se tiró de la cama tomando otro par de esposas que colocó en la pierna herida y en los pequeños barrotes que quedaba a sus pies.

No había terminado de esposarlo cuando la pierna libre lo golpeó a un costado de su cuerpo. Maldijo forcejeando, sorprendido de cierta forma por la capacidad de lucha del agente, sabía que con facilidad si lo dejaba allí tranquilo por varios minutos este lograría zafarse e ir a por él con furia desmedida. Batalló unos segundos para liberarse nuevamente de sus piernas y salió de la cama con rapidez.

Ambos respiraban agitadamente, ese era el único sonido que reinaba en la habitación, o al menos lo era en ese preciso instante donde Taehyung se quejaba en silencio por el dolor de su pierna y Jungkook lo contemplaba sosteniendo su pistola.

— ¿Qué mierda hacías entrando a mi habitación a esta hora? — Le interrogó con evidente molestia.

— Gritaste, pensé que algo estaba pasando no lo pude evitar. Me iba a ir en el preciso momento que te despertaste y montaste todo este innecesario circo. Pudiste haber preguntado antes de lanzarte hacia mí como la maldita bestia que eres.

El convicto peinó su cabello con frustración, encendiendo el interruptor con el cañón del arma. Se volteó aún molesto para buscar las llaves, quitarles las esposas y hacerlo irse de su habitación para la imagen frente a sus ojos lo dejó literalmente idiotizado.

— ¿Qué diablos estás mirando? — Protestó el agente intentando sin éxito cubrirse con la abierta bata que llevaba. No estaba totalmente desnudo, llevaba ropa interior puesto que le resultaba incómodo dormir completamente desnudo en lugares desconocidos pero aún así le incomodaba la lascivia escondida en la mirada de convicto. — Quítame estas esposas de una maldita vez.