— ¿Estás seguro que puedes entrar solo? No necesitas actuar como el Liquidador todo poderoso. Puedo entrar contigo. — Comentaba Taehyung aparcado y sentado en el automóvil.
Estaban a dos cuadras de un almacén a donde Jungkook iba a entrar para reclutar un grupo de personas que necesitaría para estar en la organización. La mayoría de los que se encontraban ahora formando parte de las filas de los Cocodrilos, eran hombres que quizás de él solamente habían escuchado su apodo. No eran sus seguidores y le tenían lealtad, si se trataba de librar una batalla interna entre él y Suga, era un hecho que todos lo elegirían a él.
No podría culparlos, era a él que le debían su lealtad a quién le rendían pleitesía porque fue Min Yoongi quien los reclutó, quien les dio trabajo y techo. Sin embargo, él no era más que un aparecido. Por esa razón, debía contar con hombres que lo siguieran a él dentro de esa organización, individuos que no tuvieran que ver con los Cocodrilos y que le sirviera solamente a él, siguiendo sus órdenes.
No confiaba en ninguno de ellos, en ese mundo habían solamente dos cosas que ayudaban relativamente a controlar y asegurarse de la fidelidad de quienes contrataba. Una era el miedo y la otra, el dinero. Este último era el más volátil porque siempre aparecía n mejor postor al que cualquiera se podía vender. Unos cuantos billetes más de lo que él le ofrecía y podían descarrilarse pero, en esos momentos eran sus únicas opciones. Era raro contar con la lealtad de alguien que a la primera oportunidad no le clavara un puñal por la espalda. Esa lealtad desinteresada no existía y no la iba a encontrar en ningún lado por eso confiaba solamente en si mismo para subsistir y mantenerse vivo.
— Puedes quedarte a la espera por si necesito ayuda pero, entraré solo. Si quiero que sigan al Liquidador, tengo que comportarme como tal y el Liquidador, no depende de nadie. — Terminó de cargar el arma que Taehyung le entregó, la guardó en su espalda y salió del vehículo sin mirar atrás.
Como en una manada de mamíferos, si quería apropiarse de la manada, tenía que vencer el jefe. Y eso, era justamente lo que él pensaba hacer. No era una organización grande pero por el momento, era todo lo que necesitaba para concretar tanto los planes del rubio que tuvo por abogado como los suyos propios.
Necesitaba que no solamente quisieran farolear y se creyeran maleantes, tenían que estar dispuestos a matar y morir, en buena forma. No importaba si habían sido procesados, si estuvieron presos si eran nuevos o tenían experiencia, todos les servían. Tenia que lentamente ir creando un ejército duro, uno bien cabrón que le pudiera hacer frente a cualquier otro.
Él quiso retirarse de ese negocio antes de caer preso a pesar de no haberlo logrado pero ahora, solamente volviendo a entrar podría seguir adelante. Estaba obligado a retomarlo quisiera o no. El fin justificaba los medios, para poder tener una estructura fuerte necesitaba mucho dinero y eso solamente lo tendría si también formaba parte del tráfico ya fuera de drogas como de armamentos. Ese era el negocio que le podría dar en corto tiempo todo lo que necesitaba y más.
Acomodó el cuello de su camisa, besó la cruz de la cadena que rodeaba su cuello y se dirigió a paso firme hacia la entrada de aquel lugar. Podía hacerlo, lo que bien se aprendía jamás se olvidaba y a diferencia de su pasado, ya no temía por las vidas que pudiera arrebatar, ya no le quitaban el sueño ni le temblaba el pulso antes de mandar a cualquiera al otro mundo.
Taehyung seguía con la mirada el recorrido de aquel asesino que se desenvolvía como pez en el agua. Había vuelto a ver en sus orbes aquel extraño sentimiento que le provocó la primera vez que se reunieron en el presidio. Parecía que realmente iba a liquidar a quien se cruzara en su camino sin pizca de misericordia. Él también se había llevado a muchas personas para el otro mundo pero jamás inocentes, conocía el límite entre lo correcto e incorrecto que aquel convicto ignoraba.
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Liquidator
ActionJeon Jungkook alias Liquidador, es el asesino serial más joven de Corea del Sur, con una extraordinaria inteligencia y está cumpliendo cadena perpetua en una de las cárceles de máxima seguridad del país. Con apenas veinte años fue condenado sin que...