Cercana obsesión© [ EN CORRECCIÓN ]

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Capitulo 26: la única forma.

[ e s p e r a n z a ]

Pasaron varios dias y sigo aferrada a la esperanza de que en algún momento Haden va a encontrarme. O incluso la Policía, seguro me estan buscando. Solo me toca pedirle a Dios, si es que esta en algún lugar, que me escuche y me ayude a salir de esta mierda que vivo el dia a dia.

Ya son las once de la mañana y sigo sin animos para levantarme. Todavía sigo esperando mi período que por cierto no llega. Tranquilos, embarazada no puedo estar, le pedi amablemente a Noah que me comprara las píldoras y amablemente accedió. Era eso o arriesgarme a tener un bebé, y sería un problema enorme con el padre que le tocaría.

Me levanto para darme un baño. El agua caliente se siente tan reconfortante. Extraño la ducha de mi casa. Mejor dicho, extraño mi casa. A mi madre, como la estará pasando?. Porque todo esto me pasa a mi?

Como voy a hacer para poder salir de todo esto? Estuve toda la semana pensando una posible salida.

La única forma es ganarme a Noah, para poder salir de esta cabaña de mierda. El tiene las putas llaves escondidas.

Asi que Lucia Forves, este es tu momento. Es la única forma de salir.

Ya tenía todo preparado para cuando llegue Noah. De donde sea que este. Por lo menos agradezco que se va durante el día, estar sola me ayuda y le tranquiliza.

Acomodo mi cabello por última vez y listo. Parezco alguien realmente interesada y bien arreglada. La puerta de la entrada se abre y me da a entender que es hora de que comienze mi plan maestro. O sacrificio mejor dicho.

Voy a la sala y me encuentro a Noah sentado en el sillón mirando la televisión. Genial, no pensaba saludarme.

-Hola!- digo un poco sonriente. Tengo que disimular bien para que esto salga bien.

- Pense que no querias hablarme, siempre te encerras en el cuarto- dice aún mirando la televisión sin prestarme un poco de atención.

Ok, estoy va a ser muy difícil. Mas de lo que pense. Todo sea por las llaves.

- Te hice la comida, y además encontre tu vino tinto favorito- digo parandome frente a la televisión.

El me mira de arriba a abajo y duda por un momento.

- Porque tan amable conmigo nena?- pregunta analizando cada uno de mis gestos.

- Todos estos dias me puse a pensar Noah, y si realmente vamos a vivir en este lugar, tenemos que llevarnos bien, los dos. No más peleas, no más secretos, no más violencia, no más faltas de respeto. - hablo lo más sincera que puedo. Al parecer tengo que ser actriz, porque se la creyó muy bien.

- Me alegra escuchar eso preciosa- se levanta y me da un dulce beso en los labios.

Solo tengo que aguantar un rato más. Por favor.

Caminamos a la mesa y el se sienta en su lugar de siempre. Yo en cambio, voy a la cocina para empezar mi plan maestro.

Abro la botella de vino tinto y la sirvo en dos copas, una más grande que la otra. En una de esas copas, pongo Difenhidramina, la encontre escondida en el fondo de un cajón del baño, un punto a mi favor, un fuerte sedante que lo va a dormir hasta mañana. Y mucho mejor si no se despierta nunca más.

Llevo las copas a la mesa y me siento enfrentada a el. Empezamos a comer el rico pollo con papas al horno que cocine. Realmente soy buena cocinera, esto esta muy rico.

- Me gustaría que cocines asi de rico todos los días nena- dice mientras come.

Ni en tus sueños. No te lo mereces. Sin embargo le lanzó una pequeña sonrisa.