Sobrevivir.- Jenlisa [G!P]

Uno

Zombies adornaban la ciudad de Seoul, así como en todo el mundo.

Una noche tranquila, para dos chicas que charlaban tranquilamente.

- Jisoo, ¿Alguna vez te has enamorado?.– Preguntaba Jennie.

- Jamás, Jendeuk.– Respondió con sinceridad.

Una sirena comenzó a sonar, alertando a ambas chicas.

- Vamos, Jennie, tenemos que ir al consejo.– Jisoo tomó la mano de su hermana menor, y salieron hacia el centro de la zona segura.

Hace dos años atrás...

- "Un virus se ha esparcido a lo largo del país. Se recomienda mantenerse dentro de sus casas, en donde podrán estar a salvo. Se pide mantener la calma ante cualquier cosa, y usar mascarillas si es necesario.

Que tengan una buena tarde..."

- Hija, mantente bajo la mesa.– Dijo un hombre preocupado.

- ¿Qué es ese ruido, papá?.– Decía aquella joven de 17 años, asustada por los fuertes ruidos que se producían al rededor de la casa.

- No es nada, Jisoo. Mantente aquí, y cuida a tu hermana.– Le ordenó el hombre, mientras le entregaba un arma de fuego.– Éste es el seguro, y aquí tienes una recarga por si hace falta.

- ¿Por qué me--

- Escúchame, Jisoo.– Aquel padre las miró con tanto amor, que era capaz de llegar hasta el corazón de sus hijas.– Manténgase unidas, no importa lo que pase.

- ¡Pero, padre--

- Las amo.– Les dió un beso en la frente a cada una, y corrió fuera de la casa.

Fue ahí cuando nunca más lo volvieron a ver...

Actualidad.

- ¿Qué crees que nos dirán, Chu?.– Preguntó Jennie, mientras se acercaban al centro.

- Ojalá que nos digan que podremos darnos un baño.– Bromeó, mientras apretaba la mano de Jennie.

- Eso sería fantástico.– Rió la castaña.

Al llegar, se ganaron entre los demás jóvenes, que se encontraban formados, esperando una nueva orden.

- Muchachos, lamento hacerlos venir a ésta hora, pero hemos tenido un percance, y necesitamos voluntarios para ir a buscar provisiones.– Dictó el superior, más bien conocido como Yang HyunSuk.

Todos se miraron, buscando a quiénes serían los valientes que saldrían esa noche.

- Yo iré.– La castaña, y menor de las Kim, dió un paso hacia adelante, ofreciéndose.

- ¡Jennie!.– La regañó su hermana mayor.

- Muchas gracias, señorita Kim.– Agradeció Yang de corazón.

- En ese caso, yo también iré.– Se adelantó a decir Jisoo, en un suspiro.

- También me ofrezco.– Declaró una joven rubia, quien miraba a una de las Kim con dulzura.

- Bien, entonces serán Jennie Kim, Jisoo Kim, y  Chaeyoung Park.– Le dictó a un asistente.– Asegúrate de entregarles todo lo necesario para los tres días.– Le ordenó al chico, quién asintió y corrió a hacer su trabajo.– Enserio estoy muy agradecido, chicas...– Les sonrió, sintiéndose culpable por tener que recurrir a esos métodos, pero nada podía hacer.

- Nosotras nos haremos cargo, señor Yang.– Dijo Jisoo, mientras mantenía su tono firme, al igual que su postura.

- Si necesitan algo más, lo que sea, no duden en pedírmelo.– Les dijo Yang, mientras sonreía.– Salen a las 19:30 p.m.– Volvió a recomponer su postura de autoridad, y se retiró.

- Estas noches van a ser duras...– Suspiró Jisoo.

- Al menos podré ver más allá de éstas estúpidas murallas.– Dijo Jennie.

- No te pierdes de nada.– Contestó Chaeyoung.