Sobrevivir.- Jenlisa [G!P]

Epílogo

No pudieron salvar a lo que ya estaba perdido, pero al menos pudieron salvar a su hija.

Pasaron días desde que se reencontraron, y decidieron quedarse en la cabaña.

- Entonces...¿Quieren que vayamos ahí?.– Preguntó el padre, mientras se encontraban en el comedor.

- Es seguro, tienen armas, municiones, provisiones y hay más personas.– Comentó Jennie.

- Es cierto, padre. Son personas muy buenas.– Agregó Lalisa.

- ¿Y por qué estaban aquí, si tenían un lugar donde quedarse?.– Preguntó la madre.

- Pues...Cuando me mordieron, el señor Yang dijo que tendría que irme, ya que no quería poner en riesgo a la comunidad...Y, bueno, las chicas decidieron acompañarme.– Sonrió.

- No se oye bueno para mí.– Dijo la madre, frunciendo el ceño.

- Él realmente no quería hacerlo, pero era la solución al problema. De otro modo hubiese recibido un disparo en la cabeza.– Defendió Lalisa a Yang.

- Bueno...Lo pensaremos. Por mientras, deberían seguir aquí, al menos por unas semanas más.– Dijo el padre.

Todas asintieron, estando totalmente de acuerdo.

Jennie y Lalisa se quedaron con aquella habitación, oponiéndose totalmente a que otros la ocuparan. La verdadera razón era la vergüenza a que vieran la mancha de sangre que habían dejado en las sábanas, pero aún así nadie se opuso a eso.

Jisoo y Chaeyoung se quedaron en la habitación que habían elegido, igualmente. Mientras que los padres de Lalisa quisieron dormir en el living, a pesar de las insistencias de Jisoo y Chaeyoung por devolverles la habitación.

- Así que...No me contagiaste.– Susurró Jennie, estando a centímetros del rostro de Lalisa, mientras estaban acostadas.

- Al parecer no.– Rió la pelirroja.– Me había asustado tanto, Jennie.

- Lo noté. Aunque estaba igual que tú.– Admitió.– Me alegra que puedas volver a ser tú.– Le dió un besito.

- A mí me alegra que estés aún conmigo.– Sonrió aún más la pelirroja.

- Es la mejor decisión que pude tomar.– Sonrió de vuelta.

Tan solo se dedicaron a mirarse a los ojos, mientras la calidez de sus cuerpos se mezclaba bajo las tapas.

Sonreían sin razón alguna. Sus mejillas se encontraban sonrojadas, y se dieron un último beso, antes de proceder a dormir.

Ambas estaban juntas ahora. Ambas eran una sola.

Se cuidarían mutuamente, y se amarían hasta la eternidad.

En el ahora, tan solo vivirían en un mundo infestado de zombies, en donde la única alternativa es sobrevivir...