Siete

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Jennie dió un pequeño saltito por la repentina aparición de Lalisa.

- N-nada...– Guardó el mapa detrás de sí.– Hay que ir a dormir. Mañana tenemos que ir a revisar las otras tiendas.– Se adelantó.

- Okey.– Contestó Lisa sin más.

Al volver a acomodarse, quedaron frente a frente. Por alguna extraña razón, a ambas les agradaba estar cerca de la otra, y la calidez de la contraria les relajaba.

- Eres muy linda, Lisa...– Dijo Jennie, haciendo sonrojar a Lisa, y a sí misma también, ya que no tenía planeado decirlo.

-G-gracias...Tú también lo eres.– Respondió con una tímida sonrisa que hizo sonrojar a la castaña.

Los ojos de la pelinaranja bajaron hasta los labios de la morena, la cual no se percató, ya que imitaba la misma acción.

Sin darse cuenta comenzaron a acercarse, mientras sus ojos se mantenían posados en aquellos deseables labios.

Depronto, Lisa se alejó, y cerró sus ojos con fuerza. Jennie volvió en sí, y se preocupó un poco por la situación.

- ¿E-estás bien?.– Se atrevió a preguntar.

- S-si...Yo...Buenas noches, Jennie.– Se dió media vuelta, e intentó dormir.

- Buenas noches...– Dijo, mientras tan sólo quedaba con el aroma del cabello de la pelinaranja. Al menos ese rico aroma lograba tranquilizarla...

Al despertar, se encontró con la gran sorpresa de quién estaba enfrente suyo, no era nadie más que Park Chaeyoung...Bastante cerca.

- Hey, Chaeyoung, muévete.– La empujó, pero la contraria ni se movía. De hecho, uno de sus brazos la tenía aprisionada.

Miró a ver si alguna de las chicas podría ayudarla, pero al parecer no estaban.

- Si te mueves, te digo a quién le gusta a Jisoo.– Dijo, esperando alguna reacción de su parte, pero nada.– Te doy mis golosinas.– Intentó, y al parecer lo logró, ya que la contraria abrió sus ojos, y se limpió el hilo de saliva que corría por la comisuraa de sus labios.

- ¿Goloshinash?.– Preguntó somnolienta.– ¿Donde están Jisoo, y Lalisa?.– Dijo, mientras miraba al rededor, esperando encontrarlas, pero no las vió.

- Debieron haber ido a buscar algo, o no sé. Cuando desperté ya no estaban.– Respondió Jennie, preocupándose un poco, ya que su hermana suele avisarle siempre a donde va, e incluso la lleva con ella. Ésa era la primera vez en dos años que la deja sola...O con alguien que no es ella.

- ¿Vamos a buscarlas, o prefieres quedarte aquí?.– Preguntó la rubia.

- Jisoo me matará si salgo de la zona segura.– Contestó la morena.– Aprovechemos para conversar. No hemos tenido la oportunidad de hablar. Siempre he querido entablar una conversación contigo, y más si vas a ser mi cuñada.– Sonrió.

- ¿T-tu cuñada?.– Se sonrojó tiernamente la rubia.

- ¿Te gusta Jisoo?.– La respuesta era obvia, pero la verdad no quería incomodar a la chica.

- N-no...No lo sé...Si.– Respondió totalmente avergonzada. Prácticamente se estaba declarando.

Mientras tanto una peliroja era amenazada por una pelinegra en los baños.

- ¡Y que te vea acercarte nuevamente a mi hermana, sabandija!.– La apuntaba con su dedo índice.

- P-perdón...– Se disculpaba la más alta.

- Por ésta vez la dejaré pasar, pero si vuelvo a ver, o a saber que me has desobedecido, te mataré. ¿Me escuchas?.– Dijo, y hasta se podía ver el filo de sus ojos. La contraria asintió fervientemente, con temor.– Vamos, las chicas deben estar preocupadas.

Al salir, se encontraron con una escena bastante extraña, que punzó el corazón de ambas.

- Me gustas...Me gustas mucho, y quiero que seas mi novia.– Decía una Chaeyoung sonrojada.

Antes de que Jennie dijera algo, la pelinegra se unió a la escena.

- ¿Como?.– Dijo, mientras que sus ojos picaban.

Sobrevivir.- Jenlisa [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora