Oriana ingresó a su habitación con cuidado. Aún era muy temprano y al parecer todos dormían. Sonrió y se dejó caer pesadamente en su cama. Paulo y ella habían vuelto hacia allí, abrazados sobre White. Habían hablado, reído y compartido uno que otro beso. Hasta que se detuvieron frente a la casa y él la ayudó a bajarse. La había mirado tiernamente desde el caballo y le había dicho que la veía luego, antes de partir hacia las caballerizas. Suspiró, ESTABA ENAMORADA. Muy enamorada de ese hombre. Se cubrió el rostro con ambas manos mientras se aguantaba una estúpida sonrisa. Haber hecho el amor con Paulo Dybala había sido una de las mejores cosas que le pasaron en su vida. La puerta de su alcoba se abrió de golpe y él entró como un rayo. Oriana se incorporó un poco de la cama y miró sorprendida a Agus.
- ¡Quiero saberlo todo! ¡TODO! -exclamó histérico.
Oriana rio y se sentó en la cama.
-Ya, tranquilo. -intentó calmarlo.
- ¡No me puedes pedir tranquilidad, cariño! Soy tu mejor amiga y necesito saber qué es lo que pasó...
Ella se dejó caer en la cama, suspirando.
-Hicimos el amor...
-OH MY GAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASH!!!!!!!!! -gritó
Oriana rio pero intentó silenciarlo porque sabía que su padre estaba durmiendo.
- ¡No grites! -dijo divertida.
-ME MUERO MUERTISIMA RECONTRA ARCHI MEGA MUERTA, Oriana...
-Agustin, ya deja de gritar. -exclamó.
-Bien. -suspiró él y se sentó en la cama. -Me calmo, me calmo...
-Así está mejor. -asintió ella.
-Cuéntame...-susurró nervioso.
-Solo voy a decirte que no puedo amar más a Paulo porque no sé cómo hacerlo...Fue hermoso, Agustin, hermoso, perfecto y... ¡Ay, no sé! -dijo y se volvió a cubrir el rostro con ambas manos mientras escondía una tonta sonrisa.
Agus comenzó a dar saltitos sentado en la cama y a aplaudir como todo un niño.
- ¿A dónde te llevó?
-Al paraíso...
-No me refiero al placer, Oriana.
- ¡Cállate, tonto! -dijo sin dejar de reír y tirarle una almohada. -De verdad, literalmente, me llevó al paraíso. Es un lugar realmente hermoso, uno de estos días voy a llevarte para que lo conozcas.
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Mi Salvaje
Fiksi RemajaQue nerviosa se sentía, le temblaban las piernas. No recordaba o eso creía, haber pasado un día tan emocionante como ese. Su cumpleaños numero doce. No podía dejar sus manos quietas y se mordía el labio, nerviosa... Si estaba nerviosa. Su padre le h...