Wolf of War III: Los secretos nunca acaban {Completa}

~Cap. VII~

Cuando por fin llegaron se encontraban frente a una enorme nave completamente cubierta de un metal viejo, dieron una vuelta hasta llegar a la parte de atrás del edificio

-Entramos juntos y luego nos separamos, tu buscas a Daniels, yo busco a Lydia. Busca no cagarla más

-Me parece bien, ten cuidado... -

-Vamos - dijo Prinston entrando abriendo aquella pesada puerta, comenzaron a andar por el pasillo mirando todas las habitaciones, en la quinta puerta que forzaba Prinston encontró a una chica tumbada en un sucio colchón con gran cantidad de golpes y prácticamente desnuda, Prinston se acercó rápido agachandose cuidadosamente junto a ella

-Eh bonita - dija zarandeandola débilmente - ¿estas bien? - la delgada y pecosa chica seguía manteniendo los ojos cerrados sin reaccionar. Prinston la cogió en brazos y la acarició la mejilla delicadamente mientras le pedía a Derek la manta que llevaba en su mochila poniéndola sobre la blanca y débil chica

-Vas a ponerte bien - salió de la habitación reuniéndose de nuevo con Derek

-Está inconsciente, debemos sacarla de aquí, rápido sigamos buscando - Derek empezó a seguir la fuerte esencia de Daniels, tiró una puerta abajo encontrándose a su novio atado a una silla ensangrentado por todo su rostro

-Daniels... - dijo Derek en un susurro corriendo hacia el, con sus largas garras rompió las cuerdas que le mantenían en la silla. Le acaricio la mandíbula y dijo en un susurro:

-Te pondrás bien, te lo prometo... Lo siento mucho te juro que te pondrás bien - Derek empezo a quitarle el dolor posando su mano sobre su cuello mientras le apoyaba sobre su hombro y le sacaba de aquella habitación. Derek se empezaba a marear del dolor que absorbía y entonces supo la tortura que había vivido su pareja. Prinston chasqueo los dedos delante de Derek devolviéndole a la tierra

-Toma - dijo dandola a la chica - llévatelos al coche a salvo, yo voy a por Lydia - Derek cogió las llaves del coche - os esperaremos con el motor encendido - Prinston corrió a seguir revisando hasta que llegó a una habitación, la única que tenía la puerta entrecerrada cuando la abrió se encontró con una habitación espaciosa casi más grande que la propia nave. Al final de aquella sala se encontraba tirada Lydia con poca ropa encadenada por un brazo al cabecero, en ese mismo instante Prinston sintió unas inmensas ganas de correr hacia ella pero de repente por otra puerta apareció el energúmeno de Rick trayendo arrastras una silla, desencadenandola, levantandola, sentandola y encadenandola a los barrotes del asiento. Prinston observo a su futura mujer en ropa interior y con el corte en el pómulo, le hervia la sangre notando el dolor en cada parte de su cuerpo

-Vaya, vaya, vaya, don gorila se digna a aparecer - se giro a ver a Lydia - ¿tu que opinas preciosa?¡Ah, no! Si no puedes hablar - dijo riendose, Prinston se rio junto con el con una risa más silenciosa

-¿De que te ríes gorila? - dijo molesto

-Que te voy a mataar, por eso me rio, te voy a matar poco a poco

-Suerte en intentarlo - dijo cogiendo la pistola de su cinturón y apuntando a la cabeza de Lydia

-Vale ya te he entendido, es tuya, es tuya, solo... Déjame recuperar mi colgante

-¿Colgante? - dijo elevando una ceja confundido por la falta de preocupación del hombre

-Si, miralo, la chapa es que lleva en su cuello es mía, ¿puedo cogerlo? - Rick miro el colgante metálico

-Patético, el gorila quiere su identificación devuelta, adelante, cogelo, pero sin ningún gesto raro - Prinston empezó a acercarse dando pasos lentos, cuando paso al lado de Rick se tiro sobre el cayendo los dos al frío suelo forcejeando. Rick consiguió zafarse de los agarres de Prinston, recuperando su arma del suelo y volviendo a apuntar a la cabeza de la ojiverde

-Quedate en el suelo o la vuelo la cabeza - dijo muy serio. Prinston se quedo con la mirada seria dando un fuerte puñetazo al suelo

-Y antes de matarte quiero que lo único que veas antes es como ella me besa - dijo acercándose a Lydia y quitándole el pañuelo de la boca. Lydia comenzó a mover la cabeza de un lado a otro para evitar los labios de Rick

-Besaria a un cerdo antes que a ti

-Lydia hazlo - dijo Prinston interrumpiendola haciendo que se girará dirigiendo su vista hacia el

-Eso Lydia hazlo, haz caso a tu prometido - Lydia miraba triste a Prinston y entonces el la dijo vocalizando "grita". Rick al escuchar el susurro de Prinston se giro disparandole sin pensarlo dos veces. En cuanto Lydia escucho el sonido del arma gritó con intensidad retumbando aquella habitación y rompiendo cada cristal en dirección a Rick, cuando se calló el cuerpo se desplomó en el suelo haciendo añicos su cráneo llenando el cemento de un gran charco de sangre. Lydia dirigió su mirada a Prinston

-Prinston, ¡Prinston!¿Estás bien? - el no reaccionaba ni siquiera se movia

-¡Prinston! No, no, no,¡Prinstooon!, despierta, levántate, tenemos que salir de aquí, juntos, vamos mi dios, vamos

-Es broma inútil - dijo con voz débil y ronca - Eso ha sido lo más increíble que he visto en mi vida, gracias por salvarme la vida

-Ja, ja, muy gracioso, ahora desátame - Prinston se levanto a duras penas y con un brazo la desató, rápidamente se quito la chaqueta cubriendola quedandole como un vestido hasta la mitad del muslo, la apoyo sobre sus hombros y agarrandola de la cintura. Lydia alzó la cabeza y le miró con una leve sonrisa

-¿No vas a dar un beso a tu futura mujer?

-Ven aquí tonta - dijo atrayendola y dándola un largo y dulce beso que aunque sólo habían sido tres días había añorado tantísimo, se separó y la dijo en un susurro

-Eres alguien increíble, eso que has hecho es increíble

-Tu eres increíble, gracias por salvarme - dijo volviendo a atraerle hacia ella

-Te quiero...

-Te tocó, te... Te... - dijo acariciandola a centímetros de sus labios

-No - dijo dándole un dulce beso para calmarle - no me hizo nada, estoy bien, igual que la otra vez has llegado a tiempo mi héroe

Todos se subieron al coche llendo a la casa de Stiles, Daniels se encontraba apoyado sobre el hombro de Derek, gracias a el estaba más aliviado. Ni Lydia hablaba a Derek, ni Prinston lo hacia, sólo hubo un largo y silencioso trayecto.