Wolf of War III: Los secretos nunca acaban {Completa}

~Cap. XXXI~

Cuando por fin consiguieron separarse uno del otro lograron escuchar todos los aplausos y silbidos eufóricos que había en el ambiente. Chris y la madre de Lydia se acercaron a ella y abrazandola emocionados, sobre todo su madre a la cual se le saltaban las lágrimas de la emoción sin poder evitarlo dándole igual por una vez su perfecto maquillaje.

   Daniels y Zusmann abrazaban a Prinston con una gran sonrisa, cuando se apartaron de él este vio a lo lejos a sus padres que recién llegaban en un espectacular Ferrari Portofino rojo a la ceremonia llamando la atención de todos aunque para Prinston no era algo nuevo. Mientras que los invitados comenzaban a dirigirse a la enorme carpa para el banquete, Prinston se acercó a la carretera que había a unos metros del lago junto a su casa

-William, cuanto me alegro de verte, que elegante está todo - dijo su madre con gesto serio bajando sus lujosas gafas de sol para inspeccionar por encima su alrededor

-Me alegro que te guste, señor y señora Prinston esta es Lydia - dijo Prinston erguido acercandola tirando suavemente de la su brazo

-Oh - la miró descaradamente de arriba a abajo - que... Decente, ¿Qué edad tienes bonita?

-Diecinueve años señora Prinston, encantada de conocerla - dijo sonriendo

-Diecinueve años... Espero que no sean también mentales porque si no, no duraras con un hombre tan formal como Prinston - sin poder evitarlo a Lydia le llegó un recuerdo

                     *Flashback*
-Cariño estoy haciendo tarta de chocolate, ven a probar si esta dulce - Prinston me abrazó por la espalda pasando sus manos por debajo de mi camiseta de estar por casa. Me gire frunciendo el ceño sin poder evitar sonreír

-Prueba - dije ofreciendole en una cucharita la mezcla, dándole igual el utensilios metió el dedo para luego llevárselo a la boca

-Mmmm delicioso - volvió a meter su dedo

-Pero... No está bien comer del dedo... - en cuanto dijo eso estampó su dedo contra mi nariz haciendome abrir la boca confusa

-¿Q-qué haces? - tiro de mi cintura pasando su lengua por mi nariz repetidas veces

-Mucho mejor, muy bueno interesante - dijo frunciendo sus labios para volver a pasar su lengua

-Te - metí el índice en la masa - voy a - se la pase por la cara - matar - dije lamiendole como había hecho él. Justo al hacer eso Prinston me embarro la cara pasando sus dedazos llenos por mi cara

-Oh dios mio eres un crío William Prinston vas a morir - me limpie la cara restregandome contra la suya. No hizo nada, se quedó completamente quieto incluso me empecé a preocupar porque el era muy formal y suponía que se había enfadado hasta que habló

-Huye - dijo sin cambiar la expresión

-¿Qué?, ¿Cómo?

-¡Corre! - en ese mismo instante corrió tras de mi lo cual me hizo chillar y salir corriendo por el salón, cuando me subí al sofá de pie para huir más rápido pero note la fuerte mano de Prinston agarrado mi tobillo y haciéndome caer de golpe, empezó a tirar de mi

-Prinston no, ¡Prinston!

-Ven Rubí ven aquí que te voy a enseñar lo que es embarrar a un sargento - al colocarme debajo de el me empezó a hacer cosquillas

-¡No, no, no por dios no Prinston para! - el sonreía como un niño pequeño mientras yo me retorcía bajo, cuando por fin mis manos lograron llegar a sus costillas le devolví de su propia medicina

-No Rubí, ¡no! - dijo ríendose y saliendo corriendo escaleras arriba

-¡Vuelveee!, ¿Qué pasa el sargento tiene cosquillas?

              *Fin del Flashback*

-Siento si le doy esa impresión señora Prinston, pero creo que me irá bien con William - dijo apretando sus labios en una fina línea

-Mamá, Lydia no es como el resto de las chicas de su edad

-Las chicas de hoy en día por la política son muy maduras y formales

-Si, lo se mamá, pero Lydia aparte de ser madura tiene un coeficiente intelectual de superdotada - dijo con una amplia sonrisa dándola un beso en la mejilla

-Que no sea solo un capricho Prinston como pasó con tu ex mujer. Te conozco, solo quería decirla que realmente no conoce absolutamente nada de ti, pero para nada quería fastidiar ese precioso momento

-No madre, vamos a la carpa, empieza el banquete - ya se habían alejado todos y se quedaron solos Prinston y Lydia

-Muy agradable tu madre

-Pues agradece que todavía no haya abierto la boca mi padre

-La cosa mejora por momento - dijo la pelirroja pasando sus manos por la suave chaqueta de Prinston y señalando con la cabeza como su padre se acercaba a ellos

-Solo calla y responde poco - dijo en un susurro, poniendose al instante firme en su dirección. El hombre de pelo canoso con camiseta blanca elegante de Louis Vuitton se acercó con pasos lentos y firmes

-Muy buenos días, ¿como estáis?

-Genial señor Prinston ¿y usted?

-Perfectamente, muy sorprendido de este inesperado enlace, y... Como ha sido tan inesperado por lo menos quiero conocerla un poco, ¿a que te dedicas Lydia?

-Soy estudiante en el MIT

-Mmm, es incredible, se que es una prestigiosa y conocida institución, Estás aquí con tus padres ¿no?

-Con mi madre, Chris es como mi padrastro

-¿Y donde se encuentra tu verdadero padre?

-Padre... - interrumpió Prinston

-No te preocupes - dijo sonriente - Nos abandonó a mí y a mi madre cuando iba a nacer, no se ni quiero saber nada de él

-Lo lamento, un gusto conocerte. Prinston, ¿podemos hablar a solas un momento? - el hombre de ojos azules le miró con mal gesto

-Ahora vuelvo - a duras penas se alejo se alejó de Lydia depositando un dulce beso en sus carnosos labios

-¿Diecinueve años Prinston?, ¿En qué narices piensas?. Yo no te eduque así

-Es diferente

-Es una niña Prinston

-No lo es - dijo tensandose

-La sacas once años, ¡once! - dijo con su voz ronca

-No me importa, en el corazón y en la mente la diferencia de edad no existe

-¿Me lo estás diciendo enserio?, María ahora mismo tendría diez años y su madrastra tendría nueve años más que ella, ¡podría ser su hermana!, tu mujer tiene nueve años más que tu hija

-Padre ni la menciones, hazme caso no te lo recomiendo, no te recomiendo que metas a tu nieta, mi hija en esto

-¿Tiene que ver con eso?¿Está embararazada? - dijo con gesto serio

-No, no lo está ni lo va a estar, ya lo hemos hablado y no está para nada en nuestra mentalidad

-¿Seguro?

-Totalmente

-Me estás diciendo enserio que has escogido a una chica de esa edad por tu propia voluntad, ¿encima con una familia desestructurada?

-Padre, ¿tu tienes ojos?¿La estás viendo? Es preciosa, es una princesa y si, me he casado total y completamente de manera voluntaria y para finalizar esta conversación y disfrutar de mi maravillosa boda. Te aseguro que esa chica tiene y siempre ha tenido mejor familia de la que he tenido yo nunca, además me ha hecho sentir por una vez en mi vida querido, solo ella, solo a Lydia Martín