Cap.XLIV

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El frio viento nocturno movia el pelo de Agnes, sus pies iban en direccion a la casa de Zussmann pero su mente divagaba entre pregunta y pregunta. "¿Por que todo es tan complicado?""¿Por que no le dejo ir y deje de sufrir con mis idas y venidas?""Si le digo esto no habra vuelta atras pero... quizas no quiera, quizas quiera hacer esto""Quizas esta es la señal para saber que por fin el y yo tenemos que estar juntos de nuevo y para siempre". 

La ojimiel se detuvo frente al chalet de los hermanos, las manos la temblaban, estaba nerviosa, no podia negarlo. Lllamo al timbre despues de unos minutos de duda, esperaba impaciente a que abrieran la puerta, pero despues de seis intentos dedujo que no la iba a abrir. Estaba a punto de irse pero al recordar las palabras de Prinston y Daniels, lo mal que estaba Zussmann y rodo los ojos con angustia, sabia perfectamente como se sentia perder a un hermano y ella se lo debia.

Dio una vuelta a la casa hasta que encontro una ventana entrecerrada. "Perfecto" se dijo a si mismapara despues colarse agilmente por ella. Comenzo a buscar por las habitaciones, encendiendo las luces al entrar ya que toda la casa estaba inmersa en la penumbra. 

Abrio la penultina puerta del pasillo principal, encendio la luz y lo que vio hizo que se la encogiera el corazon, enfrente suya estaba su antiguo amor tumbado en la cama abrazando una almohada que tenia una camiseta apoyada

-¿Robbie?- le llamo con un nudo en la garganta, pero no hubo respuesta, opto por acercarse a el y dijo mientras posaba delicadamente su mano en el brazo del ojiverde

-S-se lo que ha pasado, yo... losiento mucho...

-Que haces aqui- dijo con la voz cargada de dolor

-¿No puedo venir a verte?

-Nunca has estado a mi lado, puedes irte como lo hiciste la ultima vez

-Soy humana Robbie, me asusta, me asusta tenerte cerca, me asusta que no me perdones nunca y por eso no puedo mirarte a la cara, por todo el dolor que te he causado

-Casi tres dias sin beber, ya queda poco, dejarme en paz

-No eres el Robbie que conozco, no puedes rendirte tan facil, sin luchar, asi sin mas

-Otra igual, ¡si!, me he rendido, ya no me queda nada para seguir aqui

-¡Te quedo yo!- Zusmann aparto la mirada del armario para fijarla sobre la castaña

-No va a funcionar otra vez

-Ahora no huire, te quedo yo Robbie

-Deja de jugar con mis putos sentimientos y engañarme, ¡vete! -dijo alzando la poca voz que le quedaba

-¡No puedo!- dijo poniendose firme

-¿¡Por que!?

-¡Porque sigo amandote, te amo con locura!- Zusmann miro los ojos llororsos de la chica

-Volveras a irte, siempre lo haces

-Tengo motivos para quedarme- esta vez Zusmann se levanto tambaleandose teniendo que apoyarse en la mesilla

-No digas que yo soy tu puto motivo para quedarte porque no es asi, te fuiste estando conmigo y te dio igual, no hay cuerdas que sean capaces de atarte cerca de mi, no hay pegamento que...

-¡Estoy embarazada!- Zussmann se cayo completamente sobre la cama

-¿Que?

-Hace dos meses... cuando estabamos algo bebidos y... surgio eso... pues este es el resultado- dijo señalandose el adomen que con la enorme sudadera que llevaba no se apreciaba

-Un... un bebe, ¿m-mio?

-Si- dijo asustada esperando lo peor temiendo que no cambiase de opinion

-M-mi bebe, osea, nuestro bebe- dijo mientras le corria una lagrima por la mejilla- ¿t-tu quieres tenerlo?

-Por supuesto que si y... Zuss- le llamo- son...nuestros bebes

-Espera ¿como?, nuestros osea, ¿dos?

-Mellizos

-Has-has ido al medico, estan, ¿estan bien?

-Estan sanisimos y preciosos

-Entonces seguro que quieres tenerlo, osea, quieres venir a vivir conmigo y...estos- dijo acariciando dulcemente su abdomen

-¿Sigues sin creer que no tienes nada por lo que vivir?

-Voy a vivir por vosotros tres, porque tienen mi sangre, tu sangre y... -se giro para mirar al cielo por la ventana- y tu sagre Stiles, por tus sobrinos- dijo observando la luna con una sonrisa triste. La chica abrazo a Zusmann por los hombros

-Me alegro de haber venido...

                                                                         〖❃ — ❃ — ❃ — ❃〗

Prinston abrio los ojos, miro a su alrededor y se dio cuenta que se habia quedado dormido junto con sus pensamientos atormentandole

-Rubi estas despierta- grito con su voz aun ronca, no obtuvo respuesta y decidio subir a la habitacion para despertarla, en cambio lo que se encontro fue la cama hecha y una hoja doblada perfectamente sobre ella

"Prinston, antes que nada, tranquilo, estoy bien, pero he estado pensando esta noche, se que tienes miedo, se que te asusta pensar que a este niño le puede pasar lo mismo que a Maria. Prinston, porque pasara una vez no significa que tenga que volver a pasar, me dijiste que no te entendia, creeme, te entiendo, pero no creo que seas consciente de lo equivocado que estas. Intentas evitar que este bebe muera matandolo antes de que vea nuestras caras, las caras de sus padres, las personas que se supone que mas le quieren en este mundo. 

No te voy a obligar a ser padre, a ser algo que no quieras, pero te pido que me entiendas, toda mi vida he querido ser madre y siempre pense que no podria serlo y ahora que puedo, que me muero de alegria e ilusion, tu me lo arrebatas. Te quiero Prinston, pero necesito pensar, y no puedo aclarar mis ideas teniendote cerca. Espero que no me odies, pero enserio creo que estar un tiempo separados me ayudara a aclarar mi mente y mi corazon. Cuida bien de Nala y te pido que no me sigas, que respetes este espacio que necesito. Estoy segura de que volveremos a encontrarnos. Lydia Martin"

Prinston miro la cara detenidamente, no podia llegar a creerselo, primero la ira invadio todo su cuerpo, tiro la carta al suelo soltando un fuerte grito. Ese sentimiento cambio por completo a un fuerte y profundo dolor que le encogio el pecho, la ira habia llegado al no comprender como Lydia podia haberse ido asi porque si, dandole igual el matrimonio, pero luego el dolor le devolvio a la pura realidad. 

El era el unico culpable, apoyo su rostro entre sus manos intentando no dejar fluir las lagrimas mientras su cuerpo temblaba, algunas pequeñas lagrimas rodaron por sus mejillas acabando mojando sus temblorosas manos. Nunca habia sentido un temblor tan fuerte, alomejor si con la muerte de Maria pero no lo recordaba tan intenso quizas por el paso de los años o quizas por la pura realidad, porque estaba sintiendo uno de los dolores mas grandes de su vida.


Wolf of War III: Los secretos nunca acaban {Completa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora