Wolf of War III: Los secretos nunca acaban {Completa}

~Cap. XXXVII~

(Leer con canción)

La casa de los hermanos Shawn se encontraba completamente en silencio, Stiles y Zusmann habían decidido esta vez acostarse pronto pero sólo Stiles lo hizo, Zusmann se encontraba con su pijama, una camiseta negra junto con unos largos pantalones deportivos del mismo color.

Se encontraba sentado frente a Stiles en una silla de madera de su cuarto, ya eran las dos y media de la mañana y llevaba ahí como dos horas. No tenía sueño ni tampoco quería dormir aunque lo tuviese. Desde que hablo con el padre de Stiles solo quería cuidarlo y tenerlo vigilado de que nada le pasase aunque desde que vivían juntos las pesadillas habían desaparecido últimamente no se encontraba seguro y quería estar junto con él por si volvían.

No paraba de recordar las explicaciones del padre de Stiles cuando fueron a cenar con el acerca de las espeluznantes pesadillas de su hijo

                    *Flashback* 
-Creo que hoy le toca recoger los platos a Stiles, ¿no, Noah? - dije sonriendo al padre de Stiles de manera pícara

-Si, creo que hoy recoge el pequeño de la familia

-¡Oh, vamos! Sois unos asquerosos los dos, voy a recoger y a fregar pero solo porque ¡yo quiero! - el pequeñajo de mi hermano se levantó cogiendo todos los platos y cubiertos y llevándolos hasta la cocina.

-Muchacho ¿puedo preguntarte algo? - mi mente se despejó en cuanto escuche la voz de Noah llamándome la atención

-Si, por supuesto, dime - dije apoyando ambos codos sobre la mesa

-Como va mi hijo con la enfermedad y las revisiones - el tema me sorprendió ya que era lo último de lo que quería hablar, la enfermedad sólo conseguía producirme calambres en el estómago

-Pues va muy bien, mejorando, vamos a las revisiones todas las semanas y parece que no aumenta, quizás encuentres la cura - respiré profundo

-Y... ¿Las pesadillas? Las tiene cada vez que empeora - pensé en todos los meses que llevábamos viviendo Stiles y yo juntos

-No Noah, Stiles no ha tenido ni una sola pesadilla desde que estoy con el - una sonrisa de alivio se formó en el rostro del castaño

-No sabes cuanto me alegro de eso que me dices pero quiero que sepas algunas cosas por si pasa

-Si, por supuesto, dígame

-Las pesadillas de Stiles no son como las de el resto, son mucho más intensas, no puede distinguir entre la realidad y el sueño cuando despierta. Por lo tanto si comienza a gritar siéntate tras el y agarralo fuerte hasta que su respiración ceda. Y luego cuenta hasta diez, en los sueños tienes siempre más dedos - un temblor recorrió mi espina dorsal al pensar que podía encontrarme alguna vez en esa posición, tener que ver a mi pequeño e indefenso hermano así

-Lo haré, cuidaré de él y agradezco muchísimo sus consejos

-De qué habláis - apareció mi hermano por la puerta con su mirada inconfundible de sheriff

-Y a ti que te importa cotilla - dio un paso atrás y dando carrerilla se lanzó sobre mí tirandome de la silla de un débil placaje

-¡Mira que eres bestia!

                *Fin del Flashback*

La luz de la luna se colaba por la ventana haciendo posible percibir el ceño fruncido de Stiles y la gota de sudor que resbalaba por su frente, como apretaba con fuerza sus párpados.

Su cabeza empezó a moverse de derecha a izquierda, como si con ese gesto pudiera ahuyentar las pesadillas. Empezó a revolverse por la cama alterando a Zusmann, pero cuando este se acercó a su hermano, Stiles se incorporó chillando una única palabra repetidas veces "No" en ese mismo instante recordó cada una de las palabras del padre de su hermano "Abrazalo por la espalda hasta que se calme"

Rápidamente hizo eso mismo, se lanzó a aquella pequeña cama sentándose tras su hermano y tirando de él para enterrarle entre sus brazos abrazandolo por la espalda con un fuerte agarre mientras que este seguía gritando y llorando sin control, le llevó unos cinco minutos de forcejeo evitando que se alejase para que este cayera rendido sobre su hermano pero sin dejar de respirar de manera agitada

-Ya ha pasado pequeñajo

-No, sigo soñando, estoy en un sueño, tengo que despertar, esto no es real, esto no es real - Zusmann se levantó para ponerse frente a Stiles y coger su rostro entre sus manos

-Es real hermanito

-No es real, no es real, tu no estás aquí, estoy solo, estoy con mi padre, ¿donde está mi padre?, tengo que despertar, tengo que despertar, necesito despertar - la respiración de Zusmann se agitaba se le rompía el alma, quería llorar pero sabía que en ese momento no podía.

Otra frase llegó a su mente "cuenta hasta diez, en los sueños tienes siempre más dedos"

-Mírame hermano, mírame, vamos a contar¿vale?, vamos a contar - levantó su primer dedo

-Uno Stiles, repite conmigo - Stiles negaba bruscamente con la cabeza mientras que hiperventilaba

-No, no, no

-Dos Stiles - dijo señalando su segundo dedo - dos pequeñajo y ahora tres, continúa conmigo - dijo levantando su tercer dedo

-Te quiero Zuss, te quiero hermano, perdoname por ponerme así antes contigo, pero se que despierto no voy a tener el valor de decirlo, te quiero. No me dejes, no te vayas, en esta parte es siempre cuando desapareces... No lo hagas, no te vayas

-Que arranquen los huesos para intentar alejarme de ti, no me voy a ir ni hoy ni nunca sabes que
si te estuvieras ahogando en el océano
de daría mis pulmones para que pudieras respirar, ahora sigue contando conmigo hermano, cuatro y cinco, vamos con la otra mano - levantó el otro puño - seis y siete

-¡No!, no te vayas, no te vayas, no me dejes solo, no, no lo hagas, te quiero, te quiero más que a mi propia vida, no me dejes, no, no, no

-Voy a seguir aquí para defenderte de los monstruos que quieran atormentarte, ocho y nueve, ¿dices el último conmigo?

-Di-di-diez, ¿es real, estas aquí? - dijo con los ojos llorosos posando su mano sobre la mejilla de su hermano

-Estoy aquí, mírame - Stiles cogió la mano de su hermano uniendola con la suya temblorosa

-Eres mi hermano y siento haberme portado como un gilipollas antes - dijo empezando a dejar caer las lágrimas. Zusmann le abrazó fuerte tirando de la nuca de su hermano apoyandole en su hombro

-Nada, absolutamente nada importa que no seas tú, nada tiene comparación contigo hermano. ¿Quieres que duerma contigo?

-Por favor, no me dejes, no quiero estar solo

-Anda hazme hueco tonto, como se te ocurra quitarme manta de una llave te dejo durmiendo en el suelo - soltó irónicamente metiéndose bajo las sábanas depositando un beso dulce y firme en su negra cabellera