Prinston cada vez se encontraba más agobiado y sin encontrar más salida uso la agenda de Lydia para encontrar la dirección de Chris. Se encontraba llamando al timbre de esa maciza puerta de roble, segundos después se oyeron varios cerrojos abrirse y por la puerta se vio a Chris, su rostro tenía una enorme herida en el pómulo, el labio partido y una brecha abierta en la ceja izquierda
-¿Si? - preguntó mirando extraño al sujeto que tenía enfrente
-Eres... Chris¿verdad?, soy William Prinston , encontré tu dirección en una libreta de Lydia - Chris sin entender quien era, por precaución llevó su mano con disimulo a la parte de atrás de su cinturón donde tenía una pequeña arma de seguridad
-¿Quién eres tú para tener acceso a las cosas de mi hija? - dijo con gesto muy serio. Prinston se quedó observando aquel movimiento que no le costó reconocer por su experiencia
-Chris he visto el gesto, soy militar hace muchos años aunque se que usted también lo fue, por favor deje el arma solo busco hablar - Chris sonrió irónicamente y sin vacile sacó el revolver antiguo apuntandole a la cabeza
-No lo voy a repetir¿por qué tienes acceso a las cosas de ¡MI HIJA!? - Prinston levantó los brazos dando un paso atrás
-Calme, calmese, soy el marido de Lydia - Chris entrecerro los ojos y empezó a mover las manos demostrando lo confuso que se había quedado. Se llevó la mano libre a la nuca
-Vamos a ver... Me estas diciendo que mí hija de diecinueve años se ha casado con un militar y¿no me ha dicho nada? - Le volvió a apuntar con más decisión - ¿Te crees que soy imbécil o qué?
-Chris por favor calmese, si no me quiere creer pregunteme lo que quieras sobre Lydia, lo que sea, solo estoy preocupado por su hija
-Lo primero, para usted soy señor Argent, y segundo, ya que eres su "marido" - dijo haciendo comillas - Te habrá contado su secreto, lo que es ella¿no?
-Si, una banshee, me lo contó hace poco - Chris lo miro sintiendo una falta de seguridad en aquel hombre. Quitó el seguro del revolver y posó el dedo en el gatillo
-Si eres militar significa que tienes contactos y has podido investigar toda su vida, más te vale que me digas algo convincente o aprieto el gatillo en cada extremidad de tu cuerpo hasta que hables - Prinston miro su reloj llevándose su mano al puente de la nariz
-Mire señor Argent, lo lamento muchísimo pero ahora mismo me da igual si me torturas incluso la muerte, mi mujer - dijo sacando la cartera de cuero negra y mostrando en su interior una foto de él y Lydia - puede estar en peligro, no me apetece discutir, no estoy para interrogatorios, ¿le preocupa Lydia? Pues dígame si esta con usted, la a visto o tiene alguna remota idea de con quien ha podido irse - dijo sacando de esa misma cartera su identificación sellada por la armada de Inglaterra y dejándola sobre la mano libre del hombre. Chris se quedó en blanco observando la foto del documento "¿Cómo que no aparece?" “Lydia..." "Ese tipo, ¿tendrá algo que ver?"
-No, no está conmigo, pero... - dijo mientras guardaba el arma y abriendo la puerta, entró dentro de la casa y miro a Prinston desde el marco de la puerta
-¿Entras o te tengo que arrastrar?
-Puede que tengas que hacerlo tengo un tiempo reducido, como mucho tres minutos que sea rápido por favor - dijo pasando con tremendo cuidado. Chris le condujo hasta el sótano bajando por un pequeño pasillo lleno de escaleras através del enorme salón. Cuando llegaron abajo donde Chris tenía gran cantidad de armas perfectamente colocadas en la amplia pared, cogió una escopeta pesada y mientras cogía munición y la cargaba dijo:
-Vino un tipo, entró en mi maldita casa, intente forzajear con el pero el hijo de puta me dejó inconsciente, pensé que había sido un robo y al revisar toda la casa así fue se llevó mi aturdidor, son demasiadas molestias para coger únicamente esa herramienta
-¿Aturdidor? - dijo Prinston con la mirada perdida en aquellas paredes llenas de fusiles de combate, de asalto, de antimaterial, subfusiles - por cierto bonitas armas
-¿No sabes lo que es un atudidor? - preguntó lanzándole uno que Prinston pilló al vuelo, cuando presionó el botón rojo y se escuchó una especie de grito atronador llegando a parecerse a un fuerte pitido
-Molesta pero... A mi no me aturde...
-¿Acaso eres un hombre lobo?, no, por eso no te aturde, pruebalo con Derek y verás - Prinston giró el rostro bruscamente mirando fijamente al hombre
-¿Que?
-¿No lo sabes?
-¿El qué? - Chris rió
-Que Derek es un hombre lobo
-¿Me estas diciendo que Derek es un hombre lobo?
-¿Quieres vodka para asimilarlo?
-No, osea que Lydia no es la única, hay más criaturas como ella, lo de Lydia me costó de creer pero esto...
-Si sargento Prinston, hay más, muchas más, tengo un libro con doscientas especies que podrías ver
-No, gracias pero no tengo tiempo para pararme a pensar en todo eso, ¿viste quien te lo quito?, el aparatito
-Si, lo llegué a ver, un chico castaño, de ojos claros, incluso diría que azules y cara de psicópata
-Mierda... Rick... - antes de que Chris pudiera preguntar sonó el teléfono de Prinston, era un mensaje de Derek "Necesito que vengas a mi casa, es urgente ven armado" esta frase hizo entrar en alerta a Prinston, releyendo el mensaje varias veces. Antes de salir de la casa le pidió a Chris un arma con el cargador llenó explicándole que si necesitaba su ayuda lo llamaría
ESTÁS LEYENDO
Wolf of War III: Los secretos nunca acaban {Completa}
Ficção AdolescenteSEGUNDA ENTREGA DE LA SAGA Wolf of War III no leer sin haber leído la anterior -----------------Sinopsis-------------------- ¿Pensabais que había acabado? La historia continúa. La venganza, te hace perder el control, si es necesario mata, mata...