Capítulo 6: Sueños...

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Estaba anocheciendo cuando el chico despertó. El carro solar estaba descendiendo hacia una enorme mansión en el centro de Atenas.

Tenía una gran fachada blanca y una enorme puerta verde oscuro con un llamador dorado con forma de león. Las ventanas tenían barrotes plateados, y dos columnas griegas se encontraban a los lados de la puerta de un enorme garaje.

El carruaje sobrevoló la casa y aterrizó en el jardín, que también era gigantesco. Había un estanque con un puente y todo tipo de árboles, arbustos y flores.

Sergio intentó incorporarse, pero el dolor de las costillas era demasiado fuerte. Quería intentar escapar. No se fiaba de esa gente, pero hasta que no estuviese curado no podía hacer nada.

—Yo te llevo.

Un hombre que mediría cerca de dos metros le cogió el brazos y le llevó dentro.

Tenía el pelo castaño claro, pero se podía entrever que antaño fue rubio. Su piel estaba caliente altacto y era morena, como si se pasase el día tomando el sol.

—¿Quién... eres?¿Dónde estoy...? —preguntó Sergio con un hilo de voz.

—Soy Burke. Estás en Atenas: tu verdadero hogar.



Aquella noche Sergio soñó algo muy extraño.

Se encontraba en lo alto de un acantilado, mirando el mar gris y furioso. Había olas de quince metros y un vendaval que hacía combarse a las palmeras. Un rayo cruzó el cielo y Sergio escuchó un graznido. Una bandada de aves de Estínfalo cayó sobre él. El chico se protegió con los brazos, pero las bestias le atravesaron como si de un fantasma se tratase. Todas ellas estaban chamuscadas.

Entonces, de entre las olas, surgió una persona. Tenía la piel tostada, el pelo castaño claro y los ojos azul oscuro. Vestía una armadura plateada y llevaba una capa azul que ondeaba al viento. Iba armado con un tridente dorado que brillaba con fuerza, y cada vez que lo movía, una ola descomunal se alzaba por encima de las demás.

—¡Poseidón!

La voz era como un trueno y provenía del cielo. El hombre miró hacia arriba y se impulsó con un chorro de agua, hasta que atravesó las nubes y Sergio lo perdió de vista. Entonces el sueño cambió.

El chico había atravesado las nubes, siguiendo a Poseidón. Ahora estaba en una preciosa ciudad de edificios inmaculados y grandes estatuas doradas, pero no era un buen momento para fijarse en eso.

Grandes explosiones sacudían el suelo, rayos cruzaban el cielo para abatir a bandadas de extraños animales y bestias, y todos los ríos y arroyos que atravesaban la ciudad respondían a la llamada de Poseidón, elevándose en el aire para destrozar las filas enemigas.

—¡Estamos perdiendo terreno!—gritó una guerrera.

—¡Concentraos en el Gran Templo!-ordenó el que parecía ser el rey del lugar.

Tenía el pelo gris como una nube detormenta y los ojos azul eléctrico. Vestía con una túnica blanca y un cinturón de cuero con hebilla dorada. Cada vez que abría la palma de la mano, un rayo aparecía en ella, listo para ser lanzado.

El ejército de la ciudad se replegó hasta rodear un gran edificio blanco, de arquitectura griega. Cada vez llegaban más monstruos a la batalla.

—¡Resistid!

—No lo conseguiréis...

Una sombra cubrió la ciudad, y un hombre apareció de la nada. Un hombre vestido de dorado, con una descomunal guadaña en la mano y ojos rojos. Rojos como la sangre.

Cuando Sergio los miró, el miedo se apoderó de él.

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Hola!!!

Bueno esto sólo para deciros que, como ya habréis visto, he cambiado la portada ;) Espero que os guste más

¿Qué os está pareciendo la historia? Dejad vuestra opinión en los comentarios!!

Aprovecho para hablar sobre cada cuánto subiré un nuevo capítulo. Hasta ahora he subido todos los días, y espero seguir haciéndolo así. De todas maneras serán muy regulares, no más de dos o tres días entre capítulos, a ser posible menos.

Salu2!!

GuilleAS

El Resurgir del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora