Inocente Tentación [ChanBaek]

Condiciones.... Capitulo 6

El agradecido y vergonzoso BaekHyun del domingo parecía haber sido solo un  hermoso sueño. ChanYeol se fue a dormir el jueves siguiente con las manos sobre la caray los dientes le chirriaron cuando la primera gota le indicó otro día más sin luna.No iba a poder vivir demasiado si esta seguía escondiéndose. Se frotó las sienes y miró el techo blanco fijamente; necesitaba ya un método para controlar al falso ángel o cualquier día estallaría; y no quería pecar de ira. 

El viernes al despertar, sin embargo, tuvo un buen presentimiento.

 Estiró el brazo para apagar la alarma, pero no la encontró. Se frotó los ojos y levantó la cabeza,viendo a un castaño sonriente con el aparato en su mano derecha y un jersey que resaltaba esos ojos tan marrones. Parpadeó hasta que fue consciente de lo que ocurría, impulsándose de inmediato para sentarse en la cama. BaekHyun pulsó el botón con el dedo índice e hizo que dejara de sonar, dejándolo después en la mesa más cercana a su cuerpo. Lentamente, giró la cabeza hasta ver la hora en el reloj y su boca se abrió por la sorpresa. Normalmente se despertaba a una hora y BaekHyun bajaba mucho después, siempre enfurruñado porque tenía sueño,pero aquél día...

 -Buenos días. -exclamó, balanceándose sobre los talones. ChanYeol jadeó; ¿estaría soñando otra vez? Entonces BaekHyun lo miró de arriba abajo y puso los ojos en blanco sin dejar de sonreír en ningún momento. Empezó a bostezar y terminó chillando cuando el menor le cogió el brazo y tiró de él-¡Vístase! -ordenó sin siquiera haberle soltado- ¡Abajo en diez minutos! 

De BaekHyun salió la risa más bonita que ChanYeol había escuchado jamás. Lo vio irse y se quedó mirando como la puerta se cerraba con la boca abierta y varios pestañeos más que constantes. Sacudió la cabeza, diciéndose mentalmente que no debía pensar esas cosas. Después de mirar el brillante sol y hacerse la cama,cogió el uniforme y se vistió lo más rápido que pudo. Se pasó las manos por el pelo como si fueran un peine, acomodándose las gafas sobre la nariz y tirando al final del alzacuellos. Cogió aire antes de abrir la puerta y salió de la habitación; la voz de la señora se escuchó a los lejos, despidiéndose de su hijo con un tono cantarín. Dio un paso hacia las escaleras y comenzó a bajar despacio. No es que fuera desconfiado, pero la conducta de BaekHyun era demasiado extraña.

 -¿Se cree un caracol? -lo vio pararse al final de las escaleras, con los brazos cruzados sobre el pecho y una mueca insistente. No supo muy bien si lo había dicho como insulto o solo le estaba metiendo prisa,porque la sonrisa era desconcertante, pero aceleró el paso y llegó abajo antes de recibir otra confusa oración. BaekHyun lo cogió de la muñeca y levantó un poco la cabeza para mirarlo a los ojos. ChanYeol se ruborizó- Si prometo atender en clase, ¿me dejará ir? 

El color se le fue y su ceño se frunció. No sabía en qué estaba pensando, pero desde luego no tenía en mente que toda esa simpatía fuera una simple artimaña para chantajearlo. Deslizó la mano fuera del agarre ajeno con la mayor suavidad que pudo, controlando las ganas de ser brusco y gritarle que no. Se había comportado como un niño malcriado toda la semana,ignorando sus clases, y no se había escapado porque la señora Lee se había contagiado; aquel era el primer día que salía de casa desde el domingo. Y aunque aquella tierna faceta se hubiera mantenido desde la escena en la iglesia, ChanYeol tampoco lo hubiera dejado ir adónde quiera que fuera.

 -No.-contestó, mucho menos seco y tajante de lo que había sonado en su mente. BaekHyun bufó, volviendo a ser el niño caprichoso que no se había salido con la suya y murmuró algo que ChanYeol no logró escuchar- ¿Qué?

 -¡Nada!

 Con pasos fuertes que resonaron por las paredes, subió las escaleras, dándole a entender a ChanYeol que se había encerrado en su cuarto cuando el portazo le atravesó los tímpanos. Se mordió el labio, mirándose los zapatos negros, comenzando a sentir un fuerte dolor en el estómago. Se sentía culpable. Estaba de acuerdo con el hecho de que BaekHyun era un adolescente diecisiete años que tal vez había sido demasiado mimado, y ahora era cuando sus padres había comenzado a darse cuenta ya no dejarle hacer todo lo que quisiera, por consiguiente, también estaba más que a favor de prohibirle ir a sitios donde podía estar en peligro y en los que ni siquiera tenía edad de entrar. Soltó aire por la nariz y se dijo que sí a sí mismo; estaba haciendo bien en negarse. Aunque tuviera que soportar el odio infinito del castaño para siempre. Al menos estaba sano y salvo en su habitación.