Inocente Tentación [ChanBaek]

Centro Comercial....Capitulo 17

Con la nariz despejada, sin temblores recorriéndole todo el cuerpo o la voz de su conciencia repitiendo algún molesto mantra, ChanYeol dejó que su mano cayera en la barandilla de las escaleras y las bajó con pasos firmes y alegres. No podía ocultar la curvatura alzada de su boca. Se pasó una mano por el pelo mojado, empujó las gafas con el dedo meñique y se rascó el cuello libre de cruz o accesorios molestos. Después del apasionado encuentro con BaekHyun,este se había tenido que vestir corriendo e irse a correr con su padre; ChanYeol se había recreado en un baño caliente y tan relajante que duró más de una hora.

-Vaya, qué sorpresa. -exclamó Minah cuando lo vio entrar en la cocina. ChanYeol recordaba haber visto a BaekHyun coger la bandeja con el frío desayuno y llevárselo sin dejarle probar bocado, así que ahora tenía un hambre voraz-¿Cómo se encuentra?-Perfectamente. -sonrió. Abrió la nevera y pasó sus pupilas aún dilatadas por el repleto electrodoméstico. Cogió lo primero que su mano alcanzó y cerró la puerta blanca, girándose hacia la mujer- ¿Tiene algo de beber?

Ella asintió, con una amplia mueca de alivio y alegría que arrugaba sus comisuras, vertió el líquido naranja de una botella en un vaso y se lo dio. ChanYeol le dio las gracias a través de un trago delicioso.

-Por lo que veo -empezó, mirándolo de arriba abajo sin ningún tipo de discreción- el niño se ha encariñado con usted.Ha estado cuidándolo toda la semana, ¿verdad? 

ChanYeol sintió que se ruborizaba y trató de esconder su cara en la acción de volver a llenar el vaso. Le dio la espalda ala mujer mientras se acercaba a la botella y se mordió el labio.

-Y no lleva el alzacuellos o la cruz.

Esa confirmación lo hizo coger aire. Lo sabía, él mismo había decidido dejar ambos en un cajón, incluso llevaba desde que BaekHyun se fue con la frase del menor repitiéndose una y otra vez en su cabeza. Tal vez se compraba algo de ropa diferente. Tal vez le pidiera a BaekHyun que lo acompañara.

-A veces está bien cambiar un poco, ¿no? -dijo, pero más para sí mismo que para ella. Minah asintió y la voz del señor Byun llamándola desde la entrada hizo que se fuera. 

ChanYeol suspiró, apoyándose en el borde de la mesa. Se llevó el vaso a los labios, dio un trago y sus pensamientos lo dejaron en un trance momentáneo. ¿Estaba mal que quisiera cambiar de ropa? ¿Estaba mal que no pudiera dejar de sonreír? ¿Estaba mal que su conciencia no le hablara? Frunció el ceño y miró la pared frente a él, no lo sabía. Ella se negaba a decir nada, se mantenía observando y dejándolo actuar por instinto.

-Gracias. -el contacto de las manos de BaekHyun lo despertó. Bajó la mirada y vio al menor bebiendo de su vaso, tragos enormes y desesperados. Parecía agotado, estaba sudado y ruborizado, pero sobre todo sediento- Ya estamos en paz.

-¿Qué? 

BaekHyun cogió la botella de la nevera y bebió de ella directamente. Gotas y gotas se deslizaron desde su boca y se perdieron en la sudadera; ChanYeol se lamió los labios. El recuerdo de lo que había pasado un par de horas antes lo carcomía por dentro.

-Está lloviendo. -dejó la botella en la encimera y se secó la boca con la manga de la sudadera. Luego, y con tanta tranquilidad que ChanYeol se quedó sin palabras, se quitó la sudadera. Una camiseta de tirantes blanca y húmeda cubría su torso. La marca rojiza contrastaba con la palidez de su cuello- No puedo creer que se pueda sudar en diciembre.

-Pues sí se puede. -dijo su voz ronca, porque él ni quería ni podía hablar. Se mordió el labio y sus ojos bajaron por el recuerdo de ese pecho desnudo. De pronto lo vio cerca, cada vez más cerca, tanto que al final desapareció de su vista porque estaba pegado al suyo.