Capítulo Seis: Conversación interesante.

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Mi despertar fue normal. Tome la pila de ropa para irme a duchar, abrí la puerta y escuche la ducha dentro de la habitación de los nuevos huéspedes, camine al baño de la familia, entre y me desnude.

Tome una relajante ducha de agua tibia, mojando mi corto cabello con algunas basurillas enredados en él debido a la agitada noche. Me saque la tierra de los brazos y piernas con buen jabón, al finalizar con mi matutina limpieza, me tome unos minutos para prepararme mentalmente a lo que podría ser un día difícil o uno casual.

Cerré el grifo, me vestí con un lindo y sencillo vestido blanco, sandalias de un color café claro, mis uñas bien cortadas y pies limpios, cepille mi cabello y lo dejé a como quisiera andar, me perfume con un delicioso aroma a vainilla y salí del baño.

—¡Buenos días princesa! —saluda Zack al salir de su habitación.

—Buenos días Zack. —le regalo una amplia sonrisa, divertida y llena de ternura por su apodo—. ¿Listo para ir a clases en un lugar nuevo? —pregunto cuando comenzamos a caminar rumbo a la cocina.

—Estoy emocionado por aprender nuevas culturas de este pueblo. —dice—. Buenas días Chloe, ¿cómo ha estado? —indaga con total caballerosidad.

Toma la silla donde pretendía sentarme, la saca y con una señal de manos me invita a tomar asiento. Se acerca a Chloe y la ayuda con el desayuno, cocinando algunos huevos y tostando los emparedados. 

—¡Qué chico tan caballeroso! —dice encantada Chloe.

—Toma asiento Chloe, nosotros nos encargamos del desayuno. —anuncia su llegada Caled.

Chloe asiente y sale de la cocina dejándome con los dos nuevos cocineros del pueblo. Me dedico a mirar Instagram mientras ellos preparan el desayuno y me permito babear un poco por un chico muy tierno de Argentina.

—¡Buenos días muchachos! ¿Qué huele tan bien? —indaga curioso David con el periódico en mano.

—Pancakes. —responde Caled.

Me levanto y me acerco a observar como cocina los pancakes en la sartén con total delicadeza y concentración. Zack se encarga de preparar la mesa para desayunar: con los platos, miel, algunas frutas y las tazas con café. 

Inhalo fuerte el delicioso aroma que desprenden y me permito cerrar los ojos para deleitarme con su aroma. El olor a una colonia varonil invade mi concentración, pero me mantengo con los ojos cerrados y respirando profundamente, cuando descubro que la colonia de Caled no me desagrada en lo absoluto.

—Se te que gusta mi colonia, pero disimula Saven, estamos en público. —susurra Caled, muy cerca de mi oído.

—Idiota serás —me quejo abriendo los ojos y tomo el plato con una gran pila de pancakes—, pero buen cocinero eres. —lo alago al probar una pequeña porción del pancake.

(...)

Tensión. Incomodidad. Aburrimiento. Nervios. Es lo que siento en este preciso instante, mezclados en mi estómago y provocando unas amplias ganas de vomitar. 

El salón se encuentra en total silencio, las chicas miran en nuestra dirección con miradas sugerentes y varios papeles con números telefónicos han llegado en manos de los chicos, los hombres miran con recelo a su nueva "competencia" y Jordan se mantiene mirando al frente o a Zack cuando le hace alguna pregunta del horario y la comida. Caled bufa aburrido a mi lado, realizando garabatos en su cuaderno, sin escribir algo de la clase de química.

—¿Podrías pasarle esto? —me pregunta una chica tímidamente. Lo acepto y la chica creadora del mensaje eleva su mano con exageración.

—Ten. —se lo entrego a Caled de mala gana.

Susurros de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora