Esta parte en mi vida es donde todo lo que sucedió en mi pasado cobró sentido en el futuro, ¿cómo explicar esa sensación de epifanía? Es extraño, pero puedo asimilarlo en este instante como un déjà vu, ¿por qué? De algún modo tenía la sensación de que había sido preparada para esto y que no me resultará tan raro como debía de ser. Podría asegurar que los extraños momentos en donde viaje al pasado, conocí el enigmático instante donde Uren apareció -sin todavía saberse nada al respecto-, las habilidades de quiénes me rodean, las mías hasta cierto punto, la reencarnación de Aren y la chica misteriosa. Todos estos eventos me hacían no extrañarme de determinamos eventos y comenzar a verlos normales.
Comenzaré relatando el inicio. Cuando la extraña chica ligada a Eva y Rudy de un modo inentendible, la ceremonia de mi coronación se canceló, todos regresaron a sus casas y el castllo cerró sus puertas hasta no saber con claridad quién era ella, la noche cayó y debía de ir a dormir con Caled. Todo transcurrió con normalidad, hasta que, después de un largo tiempo los susurros volvieron, pero en esta ocasión no fueron groseros ni insistentes, pude notar su agradecimiento en sus voces.
《-Gracias mi reina. 》
《-¡Larga vida a Aren! 》
《-El futuro del reino es enriquecedor. 》
Pude sentir mi corazón latir deprisa al escuchar sus palabras de agradecimiento, aunque todo se tornó extraño cuando mi cuerpo obedeciendo a una fuerza superior se levantó de la cama y comenzó a caminar lejos de mi habitación. Caled ni siquiera se percató de mis movimientos o quejidos por tratar de tomar el control de mi cuerpo, pronto mi visión identificó hacía donde iba. El patio trasero. Las puertas traseras se abren con una fuerte ráfaga de viento, mi cuerpo se estremece y mis pies caminan tranquilamente hacia un pequeño lago que las banshee insistieron en conservar.
Cuenta la leyenda que ese lago fue utilizado de generación en generación por la familoa real y el mismo pueblo. No descartaba la posibilidad, pero también se me hacía extraño que me estuviese dirigiendo a este sitio.
《-Mi niña. 》
Mis pies se dejaron caer sobre mis rodillas y busque rápidamente la voz de la mujer. No la encontraba. Miro el lago que permanecía tranquilo y reflejando el estrellado cielo de Aren.
-Sabemos con certeza que no puedes vernos, pero si puedes escucharnos y sentirnos -en ese instante, percibí la presencia de dos personas a mi espalda. La mujer y alguien más-, es la regla que nos impuso la Diosa para permitirnos este pequeño momento de agradecimiento. -identifique la voz al instante, se trataba de Violeta, mi madre.
-Haz cumplido al pie de la letra el destino que ha sido escrito con cuidado para ti. -en este instante, la voz fue varonil y no la pase por alto cuando me percaté que se trataba de Damián, mi padre-. El día de hoy traes la alegría al oscuro pueblo de Aren, lograste edificar tu reino, mostrar que la sangre de tus valientes antepasados corre por tus venas. La gracia de la Diosa se ha bendecido. -asiento, sin lograr moverme de mi sitio.
-Es importante que siempre recuerdes que el pueblo es lo más importante para el rey y la reina, debe de ser escuchado y apoyado. -puedo sentir los cálidos brazos de mis padres rodearme por la espalda. Quiebro en un fuerte llanto, sin lograr ver sus brazos-. No llores mi linda niña.
-Desearía poder verlos... -susurro sollozando con fuerza.
-Este fue el destino que hemos elegido, debes de ser fuerte. -sentencia mi padre.
-Te traemos un regalo en recuerdo a nuestro último encuentro. -los brazos de ambos desaparecen de rodear mi cuerpo-. Este es el elemento mas preciado en todo Horenclow, cada reino posee uno como comunicación directa en circunstancias de peligro o de vital importancia.
-En el pasado nos perteneció, ahora te lo entregamos. -susurra mi madre y el lago comienza a brillar con intensidad.
Desde el fondo del lago un gran y hermoso espejo se eleva entre el agua, su acabado es hermoso y parece ser tallado en oro. El espejo se eleva hasta quedar en frente de mis ojos, luego se desplaza lentamente en el aire hasta desaparecer en mi campo de visión.
-¿A dónde ha ido? -indago confundida.
-Fue resguardado en la sala donde pasarás la mayor parte de tu tiempo. -bromea mamá-. En tu oficina real.
-Es hora de irse... -susurra una voz femenina, alejada de nosotros.
-Nos veremos pronto mi niña. -puedo sentir los brazos de mi padre rodearme y besar mi cabeza.
-Te amamos muchísimo. -en esta ocasión mi madre repite las acciones de mi padre.
-Los extrañaré.
-Siempre estaremos a tu lado. -me recuerdan ambos al unísono.
En ese instante mi cuerpo se pudo mover dándome a entender que mis padres ya se habían ido, todo mi tiempo en vida los extrañaría. Solloce con fuerza a la orilla del río, permitiendome tener ese momento de debilidad y sufrimiento por la pasada perdida de mis padres. Trate de mantener mi llanto lo mas silenciado que me fue posible.
En ese instante llorando al lado del lago me percaté que aquellos desesperantes susurros que escuchaba de niña eran los fallecidos del reino de Aren, que suplicaban por la creación del reino. Susurros de la muerte, anhelando un gran futuro para su sangre que era maltratada entre las sombras.
(...)
M
i cuerpo fue agitado suavemente, abrí lentamente los ojos encontrandome con la presencia de un chico encapuchado, extendiendo su enguantada mano frente a mis ojos. La tomé sin vacilar y él me ayudó a ponerme en pie, sin darme una sola explicación me transportó de regreso al momento en que mis padres mueren y mi pequeño cuerpo de bebé cae en las manos de un completo extraño, mostrandome ese proceso de viaje entre Horenclow hasta Farren, depositandome en los brazos de los cálidos ancianos.
Entendía su mensaje a la perfección. Que debía de ser feliz al tener a mis padres adoptivos a mi lado, quiénes me ayudaron a dar mis primeros pasos, que me enseñaron a hablar, me alimentaron, cuidaron y enseñaron. Ellos habían estaba para mí en todo momento, sin importar las circunstancias y luego estaban mis padres de sangre, quiénes me cuidaban desde el más allá.
Miro la fachada de mi primer hogar y luego al chico.
-Gracias, realmente necesitaba esto. -le digo agradecida de todo corazón.
-No hay nada que agradecer. -responde con su voz ligeramente distorsionada-. Son una hermosa familia.
Asiento totalmente de acuerdo, reviviendo los hermosos momentos con mi familia y amigos, agregando una nueva sección a Horenclow que prometía grandes recuerdos.
El chico volvió a tomar mi mano y me regreso al lago, se despidió con un gesto de su mano y desapareció. Los rayos del sol mañanero brillaban sobre la hermosa vegetación que comenzaba a crecer en todo Aren.
Puedo escuchar los apresurados pasos de alguien acercarse, me giro y veo a Jordan correr, al llegar a mi lado toma una fuerte respiración y me mira. Temía por su reacción cuando se enterara que me había desaparecido y dormido en el patio trasero.
-Deberías de hacerte cargo de la misteriosa chica en tu palacio, en lugar de estar mirando las flores. -solte un suspiro de alivo.
-Primero debemos de esperar ante los resultados del médico mejor amiga, no podemos interrogar un cadáver. -la reprendo, comenzando a caminar con ella hacia las puertas traseras-. Confío en Rudy y Eva, ellos parecen conocerla.
-Yo también confío en ambos, pero ella me da mala espina. -musita cerca de mi oído.
-No seas tonta. -me burlo.
-Mis instintos nunca se equivocan, estoy segura de que ella oculta algo... algo horrible.
-Debemos de esperar. No seas imprudente. -gire los ojos.
Ambas nos dirigimos a la puerta en donde la extraña se encontraba siendo atendida por el médico, al llegar todos se encontraban a la espera de buenas noticias y quién lucia ansioso frente a la puerta, era el gran alfa de Iren.
Esto sería interesante.
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Susurros de la Muerte
Fantasy"Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que terminó marcando tu vida para siempre" KEYFRAME. El pasado siempre permanece ahí, insistiendo en ser recordado. Sean buenos o malos recuerdos, pero entre más lo ignores, su fuerza...