Esa mañana me desperté más temprano de lo habitual al tener que alistar mi mochila, ir a darme una ducha y tomarme mi tiempo de depilación en varias zonas del cuerpo. Con el traje de baño sobre mi cuerpo, salí con el cabello recogido de un modo desordenado y con algo de frío al andar tan destapada a esas horas de la mañana.
Camino y me detengo a mirarme en el espejo que está medio del pasillo. Un traje de baño negro, con tirantes delgados, un escote no tan pronunciado, pero si deja a la vista un poco de piel, un corte largo en los costados que llega a terminar a la altura de mi abdomen y deja a la vista un poco del contorno de mis senos y por último el corte alto en la zona baja, que deja a la vista más de mis piernas y piel. Bien, me sentía bien con este traje de baño y tampoco me sentiría desnuda frente esos estudiantes ya que llevaría un short. Todo bien.
Al girarme, escucho la puerta de una habitación abrirse, pero no verificó de quién se trata ya que estaba ocupada verificando que todo quedará bien. Al alzar la mirada, un escalofrío me recorre el cuerpo y va a parar en un hormigueo en mi zona baja, los oscuros ojos de Caled me miran con cuidado desde el reflejo del espejo.
Un silencio incómodo se posan entre ambos y me giró lista para huir ya que no era mi idea de que me viera hasta que llegara el momento, pero mis ojos se encuentran con su pecho descubierto, marcado de un modo sensual y ni hablar del hecho que andaba con sólo un boxer y la erección matutina de los hombres...
Un jadeo se cuela por mis labios y eso tan solo hace que Caled se acerque. Sus manos recorren mis brazos descubiertos con delicadeza, luego pasan a deslizarse por el escote en mis pechos y lo que rompe la tensión de nl avanzar entre ambos es al momento en que su mano acaricia con cuidado el espacio bajo mi brazo, que deja a la vista el contorno de mi seno. Gimo debido a su frío contacto y me acerco hasta quedar cerca de su rostro.
—Alguien más está ansioso. —comento divertida al sentir la presión de su amigo sobre mi vientre.
—En nuestra defensa, no es común encontrar a una chica tan hermosa en este sexi traje de baño. —susurra tan cerca que nuestros labios se rozan.
Corto la distancia entre ambos pasando mis brazos sobre sus desnudos hombros y acariciando el cabello de su nuca. Caled me toma en sus brazos, rodeo mis piernas alrededor de su cintura sintiendo como nuestras partes se rozan y eso hace que suelte un gemido entre nuestro beso, escucho una puerta abrirse y luego cerrarse, pero con las caricias de Caled en mi trasero es imposible que me tomé el tiempo de mirar a otro lugar.
Me deja sobre la cama y se posiciona sobre mi cuerpo, besa mi cuello con lentitud y deslizando su lengua despacio, su mano acaricia sobre la tela uno de mis pechos y eso me roba un par de gemidos que son silenciados por los labios de Caled. Su mano juega un rato con mi cordura en mis pechos, luego baja su boca, lentamente dejando un camino de besos y al deslizar su lengua sobre uno de mis fruncidos pechos, hace que gima con fuerza y mis uñas se entierran en su espalda. Ni siquiera lo pienso cuando sus manos y boca hacen maravillas con mi cuerpo, araño su espalda con fuerza.
—Caled, ¿no tendrás algún par de...? ¡Oh mi Dios! ¡Ni siquiera tenían una tensión sexual previo a esto! —grita con fuerza Zack.
Todo el calor que pudo estar recorriendo mi cuerpo en ese instante con Caled, desapareció al girar mi cabeza y encontrarme con la mirada divertida de Zack. Lanzo a Caled lejos de mí y me siento sobre la cama con una expresión inocente acompañado de un fuerte sonrojo. Mi corazón corre, mi respiración es acelerada y mi cabello es un desastre.
—Lamento interrumpir. —se disculpa Zack.
—No, tranquilo. —respondo al instante avergonzada.
—¿Qué necesitabas Zack? —pregunta Caled.
Lo veo ponerse un chándal gris. Su erección es aún más notable que antes, sus mejillas están un poco sonrojadas, sus labios rojos, su cabello desordenado de un modo tan ardiente y las marcas rojas de mis uñas en su espalda me hacen morderme el labio inferior.
—Ahora lo que necesitas es un baño de agua fría, que Saven no te mate y cubrirte esa espalda hermano. —le informa Zack con un tono divertido.
—¡Zack! ¿Sabes dónde está Saven? —aparece de la mismísima nada Jordan.
Me mira con detenimiento y luego a Caled.
—Te juro que si violaste a mi mejor amiga sin su consentimiento, te cortaré las bolas y las usaré de pendientes. —lo amenaza Jordan, golpeando su dedo contra su pecho—. No me importa que seas un rango mayor que yo ni que sea el mismísimo rey, porque de te que mato.
—Bien, esto se salió de control y no contamos con el tiempo para hablarlo. El autobús nos espera fuera de casa y Eva esta histérica porque no aparecen. —informó Zack, sujetando con fuerza a Jordan—. Nos vemos, tienen unos diez minutos para resolver su candente momento.
La puerta se cierra frente a mis narices, escucho el fuerte suspiro de Caled y me giro para hablar sobre lo sucedido, acabar todo con el típico no significó nada, pero al mirarlo, me encuentro con una amplia vista de su espalda desnuda y ni hablar de su trasero.
—¡Dios! Yo pensaba en tener un conversación casual, pero me encuentro con tu trasero y como que pienso bien la frase de esto no debido de suceder, para cambiarla por la frase ¡oye chico, eres increíblemente sexy!, pero me hace sentir una enferma por pensar de ese modo y en ambos besandonos. Lo cual está algo mal, porque no nos conocemos del todo y es ahí donde todo se torna confuso, siento esa extraña familiaridad en ti, que me dice confía en Caled y es muy extraño.
》—Así que, usando el valor que mis ovarios me dan, he decidido en fingir que nada de esto sucedió ya que estaría muy mal. No te enojes si te evito, pero no me creo capaz de estar a tu lado en completo silencio sin desear besarte o acabar este chispeante encuentro. No me malinterpretes, estuvo genial y... —sus labios sobre los míos callan el extraño impulso de hablar debido al nerviosismo.
Gracias a Dios me cerró la boca. Sus manos se posan delicadamente sobre mi cintura, su boca acaricia la mía con cuidado y delicadeza, siguiendo un ritmo lento y sin prisa alguna. Eso te roba el corazón con un solo roce. Mis piernas flaquean debido a lo nuevo que es el momento y mi corazón como de costumbre, hace de las suyas latiendo con rapidez.
—¿Esto ayuda a disolver tus dudas? —niego mirando sus labios con detenimiento y me lanzo a besarlo de nuevo.
—Creo que este sí, pero debo de realizar una búsqueda más exhaustiva. —suelta una risa ronca y su aliento choca contra mi cuerpo—. Esto debe de tener un nombre y no ser sólo los amigos que se besan al sentir la calentura del momento.
—Pienso lo mismo, ¿qué te parece aceptar la segunda cita? Siento que la primera en el cementerio quemó la pasión. —suelto una fuerte risa al comprender su broma y golpeo su pecho suavemente.
—Me parece bien, pero eso deberá de esperar, un gran grupo de estudiantes nos espera.
Dejo un beso sobre sus labios, salgo e ingresó de inmediato a mi habitación donde acarició suavemente mis labios al recordar la sensación y con una sonrisa tonta. Me visto con una blusa blanca de tirantes holgada, el short, tomo la mochila y salgo de la habitación.
Caled me sigue, pero sale por la puerta trasera a recoger las cosas que buscamos en la tarde de ayer y una impaciente Eva es quién me recibe.
—¡Saven! Creí que debíamos de darles más tiempo.
—Lo siento, tardé un poco en la ducha y el tiempo pasó volando.
—Está bien, debemos de irnos lo antes posible. ¿Todo listo Caled? —el mencionado asiente y sube al autobús.
Eva desliza una mano sobre mi cuello con delicadeza y yo la mira extrañada por ese atrevimiento, pero ella tan solo se alzó de hombros y me murmura un: —Cuando lo entiendas, me lo agradecerás.
Subo y tomo asiento al lado de Caled, con Zack y Jordan en los asientos delanteros.
ESTÁS LEYENDO
Susurros de la Muerte
Fantasía"Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que terminó marcando tu vida para siempre" KEYFRAME. El pasado siempre permanece ahí, insistiendo en ser recordado. Sean buenos o malos recuerdos, pero entre más lo ignores, su fuerza...