-¡Que! Ya te lo dije mi novio esta ebrio, es todo, fue una confusión, estamos celebrando... - necesitaba que esto funcionara, proteger a Elliot era lo único que en ese momento le interesaba - ¡Oh! Ya entiendo - se retiró y se dirigió a él - déjame decirte algo: si vuelves a tocarlo te arrestaré por agredir a un oficial de Policía, es un cargo bastante grave ¿sabes?, y créeme que no nos gusta cuando alguien golpea a los nuestros, así que serás muy popular en prisión, ahora, si eres inteligente, dejarás que me haga cargo de esto, en este momento estas violando el código 673 de la Policía... ¿qué dices ahora? Tú decides.-¡Oye! Calma. Tranquila, Detective. Está bien, fue solo un malentendido, nadie quiere ser arrestado - dijo el hombre que parecía estar asustado, se retiró para dar paso - todo esta bien, oficial.
Hizo un seña a Jhonny, él le entregó su bolsa y sus abrigos, pagó la cuenta, tomó a Elliot y comenzaron a caminar.
-¡Oye, linda! Deberías cambiar de novio - añadió el hombre riendo. Liv lo miró con enojo y él volteó para tomar un trago, le hizo un gesto y no pronunció palabra alguna.
Se dirigieron al estacionamiento.
-¿Código 673? ¿Eso existe? - agregó Elliot después de un largo tiempo en silencio - bajo que cargo los arrestarías.
-¡Bueno! Ellos no lo saben... pero funcionó - rió un poco, abrió la puerta y lo ayudó a subir al auto - te llevaré a tu departamento - encendió el auto, abrochó su cinturón y el de él. Condujo.
Después de un tiempo y un silencio no muy cómodo llegaron al departamento de Elliot, pero él se había quedado dormido gracias a tanto alcohól que tenía en su sistema.
-Elliot... - movía su pierna - Elliot despierta, ya estamos en tu departamento, ¡vamos! Dame tus llaves.
-Uuuumm... No - él apenas se movía.
-¡Genial! ¿Qué haré ahora? No puedo dejarlo aquí. ¡Maldición! Esta muy ebrio. Voy a tener que llevarlo a mi casa - pensaba mientras veía como dormía - ¡Eres un idiota, Elliot!" - dió marcha rumbo a su departamento.
Ya eran casi las dos de la madrugada y no había tráfico. No tardó mucho en llegar.
-¡Vamos, Elliot! - abrió la puerta de su auto - ¡ayúdame, quieres! - fue despertando y como pudo salió - ¡Ven! - tomó su brazo, lo pasó por encima de su hombro. Apretó su cadera.
-Uumm... ¡Olivia! ¿Dónde estamos?
-¡Elliot cierra la boca y ayudame a caminar por favor!
Después de casi caer por dos veces; Olivia pudo llegar a su puerta, solo ella cargando con Elliot, lo llevó a su habitación y lo tiró en la cama.
-¡Por Dios! - exclamó, le dolía la espalda.
-¿Olivia, sabes algo?
-¿Qué?
-Te quiero - su voz de ebrio ya la estaba irritando.
-¡Ya!... solo duerme - volteó a verlo, no podía dejarlo en ese estado - Qué estoy haciendo. No puedo dejarlo así. Nunca había actuado de esta manera. ¡Es un imbécil! Pero me alegra mucho estar aquí - pensaba. Se acercó a él y con movimientos suaves lo despojó de su ropa y pertenencias. Le quitó los zapatos, tomó su arma y placa y las puso en la mesa, con algo de lucha le quitó el saco, desabotonó su camisa y le quitó el cinturón, quiso que durmiera cómodo, por último paso una suave sabana para abrigarlo, apagó las luces y cerró la puerta, respiró profundo, ayudarlo a dormir placidamente la había dejado agotada.
Buscó unas sabanas y almohadas para instalarse en su sofá y al poco tiempo se recostó, pensaba en la locura de esa noche: todo lo ocurrido en el bar, las cosas que había dicho, el estado de Elliot, etc. Solo quería dormir y lo hizo, no tardo mucho en hacerlo.