-"¿Que sucede? ¿A dónde me llevan?" - el ruido de una sirena, voces a gritos, el sonido de ruedas golpeando la baldosa. Era lo que inconscientemente escuchaba Olivia cuando era trasladada de la Unidad al Hospital. Aún su visión era borrosa y distorsionada, todo lo que veía era muchas luces blancas pasar, una cara reconocida y otras más personas alrededor de la camilla que llevaban a toda prisa.
-Mujer, 42 años de edad, está inconsciente, causa desconocida. Suministrar más oxigeno - esa era la voz de la paramédico que recitaba sus notas a la doctora Brennan y a quienes estaban alrededor.
-Detective, lo siento, hasta aquí puede seguir - la doctora detuvo a Fin justo cuando se preparaba para invadir urgencias.
-Esta bien, doctora.
Ella sólo asintió y cerró las puertas.
Elliot por su parte a penas estacionaba su auto frente a la acera del hospital. No lo pensó mucho y salió corriendo en busca de alguna respuesta sobre el estado de su compañera.
-Señorita, necesito saber sobre el estado de una persona.
-Deme un momento por favor - dijo la recepcionista dando la espalda.
-Señorita por favor. Acaban de traerla, por Dios, se llama Olivia.
-Señor, ya le dije que en un momento.
-¡Maldición! ¡Sólo necesito saber como esta! - gritó desesperado.
-Señor por favor, más respeto.
-¡Elliot! - Fin reconoció sus gritos y corrió por el pasillo para tratar de tranquilizarlo.
-¿Dónde está? ¿dónde esta ella? Necesito verla.
-La acaban de ingresar a Urgencias. Elliot debes calmarte o harás que te saquen y hay si no podrás ni pregustar por ella.
-No... No comprendo que pasó, nadie dice nada.
-Estoy igual de confundido que tú.
-¿La viste?
-Estaba en las cunas cambiandose los zapatos, le dije que iría por donas y le pregunté si se le ofrecía algo, dijo no. Tarde unos 35 minutos, cuando volví la hallé tirada en el suelo inconsciente con el pulso bajo y muy poca respiración.
-¡Dios! - Se dio una palmadita en la frente y deslizó su mano hasta su cabeza - ¿notaste algo inusual en ella?
-La vi un poco pálida, pero creí que era por el frío de la mañana.
-¿Por qué nadie dice nada? - volvió a desesperarse y caminar de un lado a otro.
-Debemos ser pacientes y esperar. Liv esta siendo atendida.
Los segundos se hacían minutos, minutos de ansiedad, de desesperación. Enfermeras y doctores entraban y salían corriendo de la zona de urgencias, Elliot no dejaba de pensar que era por Olivia. Deseó tanto estar a su lado y sostener su mano, protegerla.
<<No puedo seguir sin ella. ¡¿Maldición por qué nadie dice nada? ¿tan mal está? Olivia... Olivia>>
Elliot recostó su frente a la pared de la sala de espera pensando con los ojos cerrados. Su desesperación había llegado a tal punto que ya no recordaba como respirar, su garganta era un nudo, en su estómago se formaba un guerra, sus hombros cargaban yunques y su cabeza era cubierta por un sombra de mala energía que no cesará hasta tener noticia de su morena de ojos café.
-¿Dónde esta Olivia? - preguntó James. Hacía varios días que intentaba comunicarse con ella pero le era inútil. Ahora estaba más que estresado presionando a Kathe para que la buscará y la llevara ante él.