Durante los últimos cuatro meses mientras Olivia trabajaba infiltrada en el hotel junto con Kathe; Munch y Fin se asignaron la misión de buscar a la primera víctima, y lo consiguieron.
Pasaron seis años que desde la última vez que se supo algo de Rachell hasta ahora.
Tiene 33 años, es una mujer muy bella, vestía una camisa blanca con puntos negros, unos jeans azules no muy ajustados y zapatos deportivos, ahora su cabello era más corto y oscuro. El pequeño les causo gran curiosidad.
-¿Ese es el atuendo con que trabajan ahora los Policías en New York? - comentó la mujer después de un rato refiriéndose a la elegancia de Elliot y Olivia.
-¡Ah... no, no! - tartamudeó Olivia.
-Sólo bromeó - soltó una media sonrisa - el detective John ya me explicó... es domingo.
-Claro...
-Rachell - agregó Munch - ellos son los detectives a cargo del caso, Elliot y Olivia...
-¡Hola! Mucho gusto - respondieron en una sola voz.
-Ellos te pondrán al tanto de todo.
-Ok.
-¿Le parece si llevábamos al pequeño por una soda?
-¿Cielo, quieres ir con Fin y John? Mami no tardará, ¿Si?
-Si, mami - dijo el pequeño muy tímido.
Rachell besó a su hijo en la frente, Fin y John sacaron al pequeño de la sala.
-Venga por aquí - indicó Elliot guiándolas a una sala muy bien acondicionada.
-Señora...
-¡Ah! Rachell - interrumpió a Olivia - me siento mejor si me llama sólo Rachell, por favor.
-Está bien... mmm - respiró - lo siento pero necesito preguntar... ¿ese pequeño, qué edad tiene?
-¿Christopher? Tiene seis - se sentó.
-¿Seis? Es el mismo tiem...
-Sí. Chris es hijo de Cotler - la interrumpió de nuevo dejándolos fríos. La chica era muy directa - si les soy sincera - soltó el aire retenido y se recostó al sofá - No pensé que volvería a New York.
-¿Dónde estuviste en todo este tiempo?
-Regresé a Colombia después de... bueno ya lo saben. Me enteré de mi embarazo en los siguientes dos meses cuando me instalé con mis padres y pues... como ocultarlo, les conté lo que pasó, al principio fue difícil, muy difícil en realidad - rió en la última parte.
Continuaron hablando sobre su vida esos seis años en Colombia.
-¿Por qué le dices tonto al señor Fin? - añadió el pequeño bebiendo su soda - Mami dice que tonto es una mala palabra y que todos debemos llevarnos bien sin importar nada.
-Pues tu mami tienes toda la razón pequeño Chris.
-Ya puedo verla.
-Aún no. Pero dinos, ¿vas a la escuela? - añadió Munch.
-Si. Estoy en el kinder, mi maestra Celia dice que dibujo muy bien - dijo tímido.
-¿Enserio? - sonrió Fin - ¿te gustaría dibujar un poco?
-¿Puedo? Pero...
-¿Qué?
-Deje mi cuaderno de dibujos en el hotel donde estoy con mi mami.
-No importa, ven acompañanos - lo guió a la sala de juegos donde habían muchos juguetes, lápices de colores y mas - siéntate aquí y toma lo que quieras.
