La música se detuvo, las parejas se separaron para fijar sus miradas en la bochornosa escena. En la van blanca donde estaban los detectives, el Capitán y el equipo técnico.
-¡Voy a matarlo! - dijo Fin.
-Podrás jugar con su cadáver después que yo lo mate primero - añadió Cragen.
-¿Olivia, qué pasa? - se acercó Kathe preocupada y detrás la seguía James - ¿estás bien?
-Si, si lo estoy - respondió sin quitar su vista de los ojos de Elliot - será mejor irnos.
-Dejáme llevarte - añadió Dean tocando sus hombros.
-No. Tomaré un taxi.
-Olivia yo...
-Cierra la boca, Elliot - sus ojos café se llenaron de lagrimas - gracias por la gala - le dijo a James - lamento esto.
-Te llamaré - Kathe la abrazó.
-Cuidate, Olivia - añadió Thomas.
-Si. Los veré luego - dio vuelta y Elliot la siguió.
-¡Amigos! Aquí no ha pasado nada, sólo es u malentendido ¿qué pasa con la música? ¡que siga la fiesta! - tomó a Kathe y todos continuaron bailando.
-¡Olivia! ¡Olivia, espera! - corrió Elliot.
-¡No quiero verte! ¡largo!
-¡No lo haré! - la alcanzó y la tomó fuerte del brazo, la condujo al estacionamiento.
-¡Oye! ¡¿qué te pasa?!
-No, qué te pasa a ti - le gritó - porque aceptaste bailar con ese tipo Olivia, eres mi pareja.
-Estabas acabando con el Whisky de la fiesta por Dios - forcejeo para soltarse pero lo fue inútil - ¡eres un imbécil! ¿por qué golpeaste a Dean?
-¡NO, OLIVIA! No es solo el hecho de que bailaras con el, dejaste que se acercara a ti, le coquetebas, crees que no me di cuenta.
-Y que si le coqueteaba, eso no te incumbe Elliot, ¡sueltame! - lo retiró y se quedaron viendo.
-Soy tu compañero.
-Eso no te da derecho sobre mi.
-¿Acaso no te cuenta la forma como te ve?
-¿Y qué hay con eso? Es mi amigo.
-¡El no te ve como amigo! ¡¿lo entiendes?!
-¡CUÁL ES EL MALDITO PROBLEMA! - gritó.
-¡NO PUEDO PERMITIRLO!
-¡¿PERMITIR QUÉ?! ¿acaso te importa?
-¡SI! ¡SI ME IMPORTA! - alzó mucho la voz, tenía tanta ira acumulada que lanzó un golpe a un poste grueso de concreto sin sentir mucho dolor - debo protegerte.
-No estaba en peligro - limpió algunas lágrimas que se escapaban por sus mejillas - de verdad no comprendo, no te entiendo, Elliot.
El recostó su cabeza en el mismo poste terminó su puño, el silencio se apoderó del lugar, un silencio pesado e incómodo, la ira, la decepción y la confusión volaban libremente, sólo se escuchaba el sonido de sus respiraciones irregulares y densas.
-Será mejor irnos - agregó Liv después de un buen rato, el asintió y se acercó, ella le tiro las llaves del auto y el las atrapó en el aire - vete, yo pedire un taxi.
-¡No! No Olivia, no te vallas, por favor... vamos, ya es tarde, no debí gritar, sube al auto... - suplicó.
-Está bien... pero ni creas que te voy a dejar conducir estando ebrio... dame las llaves - el obedeció. Apesar de la discución y de lo enojada que estaba no podia negarse cuando sutilmente se disculpaba, así que decidió que iria con el.