Capítulo 10

3.1K 299 12
                                    

Meri

Madre del amor hermoso.
Cómo puede la gente levantarse todas las mañanas con ganas de comerse el mundo. Quizás será porque cenaron poco o es que yo tengo la facilidad de vivir al revés. Pasármela despierta de noche y normal que por el día me caiga de sueño. Sin contar cuando me voy a ver a mis mozos, los strippers. Eso sí son hombres musculosos, sexys, bailando con sensualidad...y lo demás son tonterías.

Bueno ahora no es el momento de pensar en hombres sexys, si no en irme a trabajar y tomarme algo para este dolor de cabeza del cual padezco impidiendo que piense con claridad.

Cómo siempre llego al trabajo tarde. La ventaja que tengo en estos momentos es de no ver el careto con tres kilos de maquillaje de mi ex jefa Maribel.
¡Siii! Los milagros existen y al fin mis plegarias han sido escuchadas.

Más feliz que una perdiz, tomo asiento en mi cubículo. Hablo con algunos de mis compañeros para ponerme al día con las últimas noticias que llegan a la redacción.
Acto seguido comienzo escribiendo la columna hasta que llega la hora de comer.
Catalina me ha dicho que hoy no podrá reunirse con nosotros. Busco a Niko y con quién me encuentro es con Jorge.

- Hola Meri, ¿Cómo estás?

- Hola Jorge, estoy bien gracias por preguntar. Ahora estoy buscando a Niko para ir a comer. - En verdad no sé qué hago parada dándole conversación. Ah, ya me acuerdo. Porque estoy en el lugar de trabajo, si fuera otro lugar ya lo habría mandado a la mierda con billete de ida.

- Me gustaría que comiéramos juntos, para hablar...-¿Hablar de qué? Mongolo. Pienso para mis adentros.

- Lo siento pero va ser en otro momento, mira por ahí viene Niko y es con él con quién como todos los días. Chao Jorge.

Empiezo a caminar directa hacia Niko. Él, algo sorprendido por haberle cogido del brazo y arrastrado hasta la calle intenta hablarme para que le explique qué está sucediendo.

Una vez que hemos llegado al bar de Pepe y hemos tenido suerte de sentarnos en una mesa vacía. Pepe como siempre nos pone el menú del día y unos refrescos.

- Vale. Ya estamos comiendo. ¿Hay algo que me haya perdido? - Niko me observa muy serio entrelazando sus dedos encima de la mesa.
Con Niko no tengo secretos, él me conoce muy bien y...bueno yo no puedo mentirle. A veces me pregunto si es un polígrafo.

- Sí, te perdiste el ridículo que hice cuando le confesé a Jorge que lo quiero. - Niko mira su plato de lentejas escuchando mi historia.

- Meri, no has hecho nada de malo en confesarle tus sentimientos a Jorge. Ahora debes de ser madura y no una niña pequeña que por ser rechazada debes ponerte a la defensiva. Creo que Jorge nunca te ha dicho que te ama, te ve como una amiga. Tal y como yo te veo, como mi mejor amiga, y cuando eres amigo de una persona es muy difícil de enamorarte. Yo nunca me he enamorado de tí y por eso no hemos roto nuestra amistad.

- Lo nuestro es distinto Niko. Yo sí estaba enamorada de Jorge. Y sí, me ha fastidiado mucho su pésima explicación, y más que se burle de mí. Y ahora, arrepentido quiere que las cosas sean como antes. Pues he pensado que seré su "amiga" en el trabajo. Fuera, que le den dos duros de entretenimiento. Total tías no le faltan, pues que me deje en paz.
A mí sí me faltan tíos y no por eso voy llorando por los rincones.

- Perdona, pero a tí tíos no te faltan, es que has estado demasiado ciega creándote una película de romance con Jorge que no has querido abrir la puerta de tu corazón a otros hombres que en verdad han estado interesados en tí. Como por ejemplo, Marcelo. Él si te quería, pero tú lo rechazabas constantemente.
Ahora con lloriqueos no vas a solucionar nada.

La Realidad Ante Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora