XIII

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Jacob

Ha pasado una semana desde que llegué California. Estaba acostado en mi cama sin dejar de pensar en Jennifer. Se ve muy contenta con ese tal Jason. Él no me cae bien, pero lo más raro es que no sé porqué.

¿Seré un idiota para no darme cuenta?

Me levanté lentamente y me puse mi pantalón, salí de la habitación, bajé las escaleras y la vi allí, hablando con ese idiota de Jason.

—Buenos días —Me serví un poco de café en una tasa que decía mi nombre.

—Hey, hey, hey. Ese café no fuiste tú quien lo hizo, así que prepárate el tuyo —me dijo Jason.

—¿Para qué hacer otro si ya está hecho este? Eso sería un gran desperdicio y no estoy por desperdiciar nada en esta casa, así que me beberé este café te guste o no —le di un sorbo a mi taza.

—Déjalo, él es simplemente Jacob —Jennifer dijo mientras se levantaba de su asiento. Estaba vestida con pantalones vaqueros y una playera blanca, lista para salir.

—¿Nos vamos? —Jason le preguntó tomándola por la cintura. 

Me molesta verlos de esa manera. Apenas una semana y ya andan como una pareja. ¡Jennifer no es una zorra!

—¿Dónde van? —Sé que no debía meterme en su vida privada ni nada de eso, pero quiero saber a dónde van.

—A ti qué te importa dónde vamos —me respondió Jason con una sonrisa de superioridad.

—¿Te pregunté a ti? —Miré a Jennifer—. Yo solo quería saber, pero si no quieren decírmelo está bien —Me senté en una silla.

—Adiós —respondió sin más y ambos salieron de la casa.

¿Iban a tener una cita tan temprano? ¿Por qué me molestaba tanto? ¿Por qué me pongo tan molesto cuando los veo juntos? ¿Es que estoy sintiendo celos? ¿Celos? ¿Serán celos lo que tengo? No, no pueden ser celos, no siento nada por Jennifer.

No, no son celos.

Me levanté, salí de la cocina, subí las escaleras y me dirigí a mi habitación.

—Sólo. . .—Agarré mi laptop, la abrí y entré a Skype. 

Solté un suspiro; tenía que hablar con la única persona que realmente me escucha y me aconseja.

Llamé a Daniel, en cuestión de segundos la cámara se encendió y pude ver a mi amigo. El fondo era de una oficina: Estaba en hora de trabajo.

—¿Qué es tan importante para que me llames? Voy a salir a comer, son las dos —dijo con mal humor.

—Solo quería hablar contigo, ¿acaso no me extrañas?

—Sí, sí, sí, lo que sea. Tengo mucho trabajo. ¿Qué es lo que se te ofrece Jacob? 

¿Qué diablos le pasaba a mi mejor amigo?

—Bueno, quería contarte sobre lo que está pasando aquí. Jennifer está saliendo con Jason.

—¿Y eso te molesta? —preguntó curioso.

—Sí, es decir, ¿quién sale con un tipo que no conoce? Él recibe más atención que yo, ella ni me dirige la palabra, antes por lo menos conversábamos, pero ahora ni me dice hola —dije molesto.

—¿No será que estás celoso de que Jennifer puede que tenga algo con él? Jacob, si tanto te importa Jennifer empieza con disculparte con ella y cambia tu forma de ser, nada más.

—Como si fuera tan fácil. Jennifer no me habla.

—¡Oh por Dios! Casi lo olvido, mañana es tu cumpleaños. ¿Qué harás? ¡Treinta y un años! Te estás poniendo viejo —habló ahora con más ánimo.

En Búsqueda Del Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora