Jennifer
Abrí mis ojos lentamente y me di cuenta de que ya el avión había aterrizado. Todos estaban recogiendo sus cosas para bajar. Miré a Jacob y estaba dormido. Le di una cachetada y se despertó alarmado, pero luego miró molesto.
—¿A caso estás loca? —preguntó casi gritando.
—Te lo merecías.
***
Entramos a una mansión gigante. La sala de estar es muy espaciosa, tenía tres sofás delante de una chimenea. Bajo los muebles había una alfombra gigante de color blanco. Y muchas decoraciones lujosas. Todo lo necesario para ser una sala perfecta.
—Wow, esta mansión es mejor de lo que me imaginaba —Jacob comentó con una sonrisa.
—La verdad es muy hermosa —admití.
Después miramos y él sacó su libreta de notas.
—Estas son las reglas que debemos de seguir —abrió la libreta.
1- No ir al territorio ajeno.
2- No molestarnos.
3- Cada quien tiene que sobrevivir por sí solo.
4- No hacer ruido si traemos alguna pareja a casa.
5- No discutir cuando estén visitas importantes.
6- No besarnos, no tener sexo, no abrazarnos, ni acariciarnos entre nosotros.
—Me parece bien las reglas, espero que las respetes, Jacob —le dije y tomé mis maletas para dirigirme a mi habitación.
¿Él pensaba que yo lo iba a besar? Ni en un millón de años. No volveré a besar a un marica como él.
Entré a una habitación bastante gigante, puse mis cosas en un rincón y me acosté en la cama. Cerré mis ojos y comencé a pensar: ¿Que sucedió conmigo? ¿Por qué me acosté con Jacob?
Alguien interrumpió mis pensamientos, haciéndome abrir los ojos. Vi a un hombre en la puerta. Tenía el cabello rubio y le llegaba hasta la oreja y piel bronceada. Solo tenía puesta una toalla por la cintura, su cuerpo era realmente sexy, sus abdominales eran perfectos.
Sonrió mostrándome su gran y preciosa dentadura.
—Hola, soy Jason McCoy, soy el constructor —se presentó y miró mis maletas—. Creo que te has confundido de habitación —Mis mejillas se tornaron completamente rojas—. ¿Y tu eres. . ?
—Jennifer Monroe, soy la arquitecta del proyecto. Lamento haber entrado sin tocar, pensé que no había nadie en la habitación —me levanté lo más rápido posible de la cama.
—No hay problema, todo anda bien. Y wow, eres la gran diseñadora de este proyecto —Sonrió más—. Vi los planos, hiciste un buen trabajo.
—No lo hice sola, Jacob y yo trabajamos juntos en esto.
—He visto cómo Jacob trabaja y se ve una gran diferencia entre tus ideas y las de él. Tú tienes diseños únicos y originales, Jacob solo trata de ganar dinero, no le interesa tanto su trabajo —se dirigió al armario.
—Bueno, te dejaré con tu privacidad —Tomé mis maletas y salí de aquella habitación.
Solté un suspiro y me fui caminado por el gran pasillo de aquella mansión hasta encontrarme con una habitación vacía para mí.
Estaba guardando mi ropa en el armario. No quería salir de mi habitación, no quería toparme con Jacob, no quería nada con él, solo quería ir a mi casa y estar con mis hermanas. Odio esto, lo odio.
Aunque por otro lado no iba a ser tan malo. Jason parecía ser muy simpático y amable. Quizás nos llevemos bien, nadie sabe.
Jacob
Estaba en la cocina tratando de prepararme algo de comer cuando sentí que alguien entró.
—Jennifer —miré detrás, pero en vez de encontrarme con una mujer sexy me encontré a un hombre rubio, quien me miró con indiferencia.
—Soy Jason McCoy, el constructor, no Jennifer —Me miró con arrogancia.
—Pensé que eras Jennifer —Abrí la puerta del refrigerador.
—El señor Pérez me ha contado algunas cosas sobre las peleas que tienen.
—Ese no es tu problema.
—La vas a respetar mientras yo tenga vida porque si no lo haces te la verás conmigo —dijo seriamente acercándose a mí.
¿La estaba defendiendo?
—Tú no eres nadie para amenazarme, así que déjame en paz. Yo trato a Jennifer como se me dé la gana, no sabes nada sobre mí.
—No eres nada más que un viudo que fue cornudo durante mucho tiempo y que se cree que vale la pena.
Ok, ok, ok, este tipo sí que pasó la línea.
—Deja de meterte en mi vida si quieres tener esa cara en buen estado. Por mí haz lo que quieras con Jennifer, no me importa, ella no me importa y jamás me importará —dije sin pensarlo.
—Como si me importara algo de ti, Robertson, como si quisiera que te importara, me da igual todo —Jennifer dijo entrando a la cocina.
Cerré la puerta del refrigerador y me fui dejándolos solos. Ese tal Jason se creía superior a mí. Nadie es mas superior que yo.
Entré a mi habitación, me dejé caer en la cama y cerré mis ojos.
—Estúpido Jason.
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En Búsqueda Del Amor ©
RomanceJacob Robertson, arquitecto estrella de la empresa más cotizada de arquitectos de Nueva York, es un hombre prácticamente perfecto, masculino y simpático. Pero también ambicioso y concentrado en su profesión. Lo tiene todo, desde autos lujosos hasta...