Eran las siete de la tarde-noche cuando Yoongi regresó a casa encontrando a Jimin y a Jin jugando un videojuego animadamente. A decir verdad, había un desastre; platos en el suelo, vasos tirados, comida chatarra regada por doquier... Era un caos.
—¿Qué pasó aquí? —preguntó molesto. Los dos chicos lo miraron sonriendo.
—¡Hyung, regresaste! —Jimin soltó el control y se dirigió al de cabellos blancos, quien no sólo estaba molesto, sino disgustado y algo desepcionado, Jimin siempre había sido ordenado.
—Sólo jugábamos un poco... Ah, y perdón por el desastre pero tuvimos una urgencia, ahora lo arreglo —Jin miró a ambos chicos con ternura, pues el rubio abrazaba aferrado el cuello de su novio con una hermosa sonrisa.
—Quiero limpio todo ahora, Jimin —sus palabras eran tan duras que hicieron al pequeño asustar. Jamás había usado ese tono, y menos con él. Debía estar molesto en verdad. Sin más, se fue a su habitación. Jin notó a Jimin decaído, y se sintió pésimo.
—¿Estás bien?
—Sí —el menor forzó una sonrisa —. Vamos, Jin hyung.
—Oye, en mi maleta tengo algo que puede gustarte ¿lo quieres?
—No... No tengo mucho ánimo ahora.
—¿Recuerdas aquel gorro de oso pardo que te gustó cuando me visitaste en casa de mis padres?
—Yo... Es que... ¡Era adorable~!
—Ve, Jimin. Te lo regalo —tocó su nariz con la punta de su dedo y el menor se fue corriendo en busca de su regalo. Jin, mientras tanto, comenzó con la limpieza dejando la sala libre de utensilios de cocina, después, cuando Jimin estuvo con él, claro que con el gorro puesto, se encargó de recoger la basura del suelo. Terminaron rápidamente. Una vez hecho eso fueron a la cocina y lavaron los trastes usados.
Poco después, mientras Jin y Jimin preparaban la cena, Yoongi salió de la habitación. Se veía aún molesto. Llevaba puestos sus cascos negros, y no prestó atención al llamado de su novio, pues siguió su camino saliendo de la casa. El menor hizo un puchero y suspiró.
—Yoongi hyung se molestó conmigo.
—Está molesto con ambos —comentó el castaño acercándose a Jimin —. Pero vamos, tiene sus razones. Hicimos un desastre, además se siente inseguro —el menor frunció el ceño.
—¿Por qué?
—Digamos que está más que celoso.
—Pero no le he dado motivos.
—Lo sé. Pero dime, ¿qué sentirías tú si llega alguien quien no conoces y empieza a convivir más con Yoongi que contigo? —ejempló Jin, haciendo que el rubio cruzara sus brazos y mirara con indignación a su amigo.
—Yoongi hyung es mi novio. No puede estar con alguien más que no sea yo.
—¿Lo ves? Él, al igual que tu, es celoso —sonrió.
—Pero hyung se enoja mucho conmigo.
—No se enoja, simplemente te ama.
—También amo a Yoongi hyung.
—Cuando regrese habla con él, yo estaré en la cocina, haré una llamada.
—De acuerdo.
Galletas con chispas de chocolate y leche fue lo que había comprado Yoongi en su salida. Cuando llegó a casa dejó lo comprado en la mesa y suspiró, no le agradaba la idea de tener al desconocido por mucho tiempo en su casa, quería pasar las fiestas sólo con su pequeño, y tener que aguantar la cercana convivencia de Jin con Jimin no le gustaba nada. Se colocó los cascos al cuello y tomó un vaso para tomar algo de leche.
—Yoongi ¿podemos hablar? —la voz de Jimin era algo insegura, e hizo al corazón Yoongi apretarse, no le gustaba causar miedo a Jimin. Giró hacia su novio, observando como jugaba con sus manos mientras vestía su playera negra con la frase Fuck You en el centro. Aquella playera que le quedaba enorme, pero que le encantaba como le quedaba a Jimin. Además, tenía puesto un gorro de oso que lo hacía ver realmente tierno, algo que hiso a Yoongi sonreír internamente.
—¿Qué pasa?
—Yo... Ehm... —dudó Jimin. Estaba nervioso —es solo que... Quiero... Quiero... Saber qué ocurre contigo —sus palabras hicieron al mayor fruncir el ceño. A él no le ocurría nada, o eso quería aparentar.
—Nada.
—Hyung, sé que ocurre algo... Sé que estás celoso de Jin Hyung, sé qee te molesta que esté aquí... Pero no puedes simplemente mentir... Y yo no puedo simplemente hacer como que no me importa tu opinión.
—No sé a dónde quieres llegar con esto...
—A que... Bueno... Te amo, y no te voy a cambiar por nadie, porque tú eres mi único... Y siempre lo serás —le sonrió ampliamente ocasionando que sus ojos formaran nuevamente las medias lunas oscuras. El peliblanco soltó una risita que hizo a Jimin borrar su sonrisa y bajar la mirada. Entonces se acercó al menor y le besó. Un beso recio, fuerte y abrazador, un beso que hizo a Jimin perder el control. Basaron unos segundos más, y después se separaron.
—Cenemos —propuso el mayor, dirigiéndose a la cocina.
—Hyung —le llamó Jimin deteniéndolo de su caminar —. ¿Tratarás de llevarte mejor con Jin Hyung? —Yoongi suspiró.
—No prometo nada.
—Hyung~ —puchereó.
—Ahg, de acuerdo —aceptó —. Pero por ti —entró a la cocina.
—Hola —saludó el castaño una vez que el peliblanco había entrado a la cocina.
—Hola.
—Cenaremos algo que ya preparé.
—De acuerdo —no dijeron más. Ya era un avance esa pequeña plática.
—¡Yoongi Hyung! —llamó el menor desde el comedor —¿Dónde está mi vaso especial?
—Se dio cuenta —se burló Jin, pues había notado como ayer Yoongi recogía pedazos de lo que parecía ser un vaso de colores.
Yoongi estaba en problemas.
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DannyBL.
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Besos de Chocolate [YOONMIN]
FanfictionPark Jimin y Min Yoongi son una pereja a la que todos aman, no sólo por ser tal para cuál, sino porque han superado cosas que nadie más podría. Aunque a veces el amor no es tan fuerte y puede llegar a romperse, ellos demostrarán que a pesar de todo...