XXI

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Tal vez Yoongi nunca había tenido una ilusión, tal vez tampoco había esperado nunca nada con tanta desesperación, y tal vez tampoco creía que las probabilidades de que su deseo fuesen altas, sin embargo, una parte de él en verdad deseaba que al abrir los ojos lo primero que viera fuera a Jimin, no a Namjoon.

Decepción. Dolor. Tristeza.

Ni siquiera sabía como sentirse, todo su mundo estaba siendo movido bruscamente y no podía sostenerse porque no tenía ese pilar del que tanto había hablado con sus seres más cercanos.

—¿Dónde está? —fue lo primero que dijo. Sus labios estaban blancos, y su voz sonaba más rasposa de lo normal. Namjoon lo miró y suspiró mientras se acercaba a él.

—En casa. No quiso quedarse.

—Me odia —murmuró el chico de cabello azul bajando la mirada.

—Te ama.

—¿Cómo estás tan seguro? —Yoongi frunció el ceño.

—Antes de saber que estabas fuera de peligro estaba casi muriendo por ti. Yoongi, Jimin sólo está lastimado.

—Todo el mundo dice eso como si no estuviera enterado de eso. ¿Qué acaso creen que sólo porque no lo digo no sé cuán mierda fui con Jimin? —hiso una mueca —. Joder, sé lo que hice, lo que dije y lo que casi hago.

—¿Entonces por qué no sólo hablas con él?

—Ya lo hice... —susurró cabizbajo, mordiendo su labio.

—No es verdad; Jimin me contó de esa vez, dijo que te hiso pasar y le dijiste lo del beso. Yoongi, abre los malditos ojos de una vez y date cuenta de que lo que Jimin quiere es que le devuelvas la confianza y le demuestres lo que estás dispuesto a hacer por salvar su relación.

—Lo haré.

—Vaya.

—¿Cuándo puedo irme de aquí? Odio los hospitales.

—Tuviste dos paros cardíacos en menos de quince minutos ¿Crees que te dejen ir fácilmente? —el mayor elevó las cejas y el de cabello azul suspiró.

—Me siento bien.

—Una cosa es sentirse y otra estarlo. Espera a que venga el doctor.

Sería una mentira decir que a Jimin no le importaba en lo más mínimo haber dejado el hospital sin antes haber estado seguro de que en verdad Yoongi estaba bien, pero el rubio no sabía por qué ese sentimiento de molestia se había instalado en su me...

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Sería una mentira decir que a Jimin no le importaba en lo más mínimo haber dejado el hospital sin antes haber estado seguro de que en verdad Yoongi estaba bien, pero el rubio no sabía por qué ese sentimiento de molestia se había instalado en su mente y pecho, no sabía la verdadera razón por la cual había decidido marcharse y llevar la contraria a su corazón, que en verdad había persuadido en ir a ver a Yoongi, pero que se negó y terminó por regresar a casa.

Como era su costumbre, Jimin entró directo a su cuarto y se cambió por su pijama. Limpió los papeles con fluidos nasales que estaban en la cama y después de tomar su pastilla decidió entrar a la cama.

Cerró los ojos y espero a dormir, sin embargo, el timbre lo hiso despabilarse. Se levantó con pesadez y gruñó mientras se acercaba a la puerta.

El asombro llegó a sus facciones al darse cuenta de la persona que estaba frente a él con una maleta y una enorme sonrisa.

—Tae...

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DannyBL.

Besos de Chocolate [YOONMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora