XXVI

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—¿Qué no era él el tipo con el que te engañó? —las palabras de Jungkook habían dado un fuerte golpe en el corazón del rubio, quien soltó el aire de sus pulmones por su boca.

—Vaya, viniendo de los labios de otra persona duele más —dijo con tristeza.

—Perdón, Jiminnie.

—No hay problema —le regaló una sonrisa triste —, y respondiendo a tu pregunta, sí, él es una de las causas de nuestro rompimiento.

—¿Hay más causas?

—Sí. Pero no quiero hablar de ello.

—Bien. ¿Quieres que vayamos a otro lugar?

—Estoy bien, Kookie —lo miró —, hay que terminar nuestra cena.

—Entonces tu plan es traerme aquí para darle celos a Jimin y después

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—Entonces tu plan es traerme aquí para darle celos a Jimin y después... ¿Después qué?

—Sólo darle celos. Él te odia —Yoongi tomó la carta y comenzó a leer.

—Oh, gracias por esa información.

—Sólo pide algo de cenar rápido, quiero irme en cuanto ellos se vayan —elevó la carta lo suficiente como para poder observar sobre ella a Jungkook y Jimin, quienes estaban a sólo una mesa de ellos, claramente el peliazul había tomado la silla que le dejara observar de frente a la “parejita”.

—Celoso.

—¿Qué? —Yoongi lo miró molesto.

—Que todo se ve delicioso.

Yoon rodó los ojos.

—Idiota.

Después de un tiempo, y cuando la todos habían acabado su cena, Yoongi notó cuando ambos chicos, Jimin y Jungkook, se levantaban y de dirigían a la salida.

—Vamos —informó el peliazul, pues desde hacía ya unos minutos habían pedido la cuenta, y se levantaron para ir detrás de los jóvenes, quienes se dirigían al estacionamiento.

—Bien —se detuvo Yoongi, volteandose hacia Jay, cuando visualizó el auto en el que venían Jimin y Kook —. Ahora, hablemos de cualquier cosa y después hacemos como que no sabíamos que estaban aquí.

—Wow, nunca te había visto así por alguien.

—¿Así como?

—Así de celoso.

—No son celos —tajó el peliazul, aunque en el fondo sabía que todo su ser ardía por saber que Jungkook podía intentar dar otro paso con Jimin, y eso le molestaba más de lo que podía admitir.

—¿No? —Jay elevó una ceja y cruzó sus brazos —Yoon, vinimos al restaurante a donde ellos, me trajiste sabiendo que me odia, y además tú mismo me lo dijiste: Sólo quiero darle celos a Jimin. ¿Tan difícil es ir y pedirle perdón?

Besos de Chocolate [YOONMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora