El sueño de ambos chicos fue irrumpido por el sonido del timbre insistente. Yoongi se quejó cubriéndose por completo con las sábanas, y Jimin se levantó, podría ser algo urgente. Colocando en sus pies aquellas pantuflas de color blanco con conejitos estampados, salió de la habitación y se dirigió a la puerta.
—¡Jin Hyung! —el pequeño se lanzó contra el chico de cabello café frente a él. Yoongi llegó unos segundos después rascando su nuca con pesadez, odiaba despertar temprano. Una extraña sensación, entre molestia y enojo, lo atacó. No sólo por ver aquel abrazo entre el menor y el tipo que él desconocía, sino por la manera en que el de cabello café besaba en el rostro a Jimin. A su Jimin. Pegó la punta de su lengua al paladar y miró el suelo.
—Yoongi hyung, ven —Jimin se acercó a su novio y tomó su brazo —. Él es Jin hyung. Jin hyung, él es Yoongi.
—Oh, un gusto —alargó su mano hacia el peliblanco, pero éste sólo lo miró con odio. Jimin sonrió nervioso y elevó la mano de su novio para tomar el gesto de Jin.
—Pasa hyung —Jimin tomó aquella maleta rosa y la llevó a la sala. Jin lo siguió.
—¿Vas a quedarte?
—¡Yoongi! —lo ragañó.
—Tranquilo, Chim-Chim —se sentó en el sofá y miró al blanquecino —. Sólo serán unos días. Voy a trabajar en el país, y Jimin se ofreció a hospedarme en lo que consigo un departamento.
—Vaya. Me sorprende —la ironía en sus palabras hicieron a Jimin sonrojarse.
—Es mi amigo —se excusó el menor.
—¿Me regalas un poco de agua?
—Claro, Jin hyung —el rubio fue a la cocina y Yoongi observó al castaño con detenimiento. Era lindo. Sus labios eran gruesos, rosados, sus ojos grandes, piel blanca. Alto. 1.85 o más.
—Anda. No me mires como si fuese algún rival. Ese pequeño te ama.
—Lo sé. No tienes que decirlo.
—¿Tan mal te caigo?
—¿Por qué no tomas tu maleta rosada y te vas?
—Aquí está tu agua, hyung —Jimin le entregó el vaso al castaño y éste dio un sorbo grande, después, secó con sus dedos lo sobrante en sus labios y le devolvió el vaso al pequeño.
—Gracias ¿Dónde está mi habitación?
—La tercer puerta —apuntó hacia el pasillo.
—Bien. Descansen —le guiño el ojo al peliblanco y entró a la habitación. Jimin sonreía feliz, y eso molestó a Yoongi, quien se fue de ahí, sentándose en el sofá y encendiendo el televisor.
—Hyung~ —le llamó el rubio —. ¿Qué tienes? —se sentó a su lado, picoteando con su dedito la blanca mejilla de su novio.
—Nada.
—No entiendo por qué... —dejó las palabras en el aire y después miró con asombro al chico frente a él, abriendo a la par su boca —¡Yoongi hyung está celoso! —apuntó. El mayor lo miró frunciendo el ceño.
—No es verdad.
—Sí.
—No.
—Sí.
—No.
—Sí.
—Y si fuera así ¿Qué? Ese tipo te besó. Tengo todo el derecho de estar celoso y molesto y enojado y todas las palabras que se relacionen con disgusto. Además te llamó Chim-Chim ¿Quién le dio el derecho de ponerte un apodo? Además de ridículo, estúpido.
—¡Oye! Me gusta que me diga así, y no es... Eso que dijiste.
—Defiendelo a él entonces.
—Hyung~ —se quejó el menor —. No debes estar celoso de Jin Hyung.
—También me molesta que le digas así. Aquí tu único hyung soy yo.
—Pero él es mayor que yo, incluso mayor que tu, le debo respeto.
—Lo odio. Me cae mal. Su simple presencia me molesta.
—Hyung.
—¿Qué?
—Jin hyu... —dejó las palabras en el aire al ver la molestia en la mirada de Yoongi, y corrigió —Jin tiene novio.
—Bien por él.
—Entonces no entiendo tus celos —cruzó sus bracitos sobre su pecho. El mayor soltó un suspiro y se levantó dirigiéndose a la cocina. No preparó gran cosa, huevos con tocino y pan tostado, además de un vaso con leche para el menor y un café para él. Ambos se sentaron a la mesa y disfrutaron del desayuno, y después de un rato el peliblanco se levantó y entró a su habitación, se duchó, vistió y dejó sobre la almohada de su pequeño aquel chocolate que siempre dejaba donde el menor pudiese encontrarlo. Una vez preparado, se despidió de Jimin y salió a su trabajo.
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DannyBL.
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Besos de Chocolate [YOONMIN]
FanfictionPark Jimin y Min Yoongi son una pereja a la que todos aman, no sólo por ser tal para cuál, sino porque han superado cosas que nadie más podría. Aunque a veces el amor no es tan fuerte y puede llegar a romperse, ellos demostrarán que a pesar de todo...