—¡Cálmate ya, Yoon! —gritó Jay cuando vio al peliazul tomar una taza que estaba sobre la mesa y la lanzó contra el suelo.
—¡No puedo, joder! —respondió, sentándose en el sofá y recargandose sobre el respaldo, dejó caer su cabeza contra el mismo, mirando el techo, y llevó sus palmas a sus ojos —. Jimin se estaba besando con ese... Idiota.
—Algo que tú también hiciste, deja de hacerte la víctima y deja al niño rehacer su vida y rehas la tuya también —Jay se sentó junto a él y el peliazul se incorporó.
—¿No entiendes, cierto? Jay, Jimin es a quien yo quiero, a quien amo y a quien no estoy dispuesto a perder por estas... Niñerías —Yoongi hiso una mueca.
—¿Qué? ¿Que no tienes los pantalones para ir y besarlo para que todo se arregle? No compliques las cosas y ve por él.
—¿Y qué pasó con el plan de reconquista?
—Se cancela —Yoongi sonrió de lado —. Jay me hiso entender que no debo hacer esto más largo, si quiero a Jimin a mi lado, tengo que ser más directo, basta de planes, de caminos y demás... Ahora tomaré el camino que me lleve directo a Jimin.
—¡Eso! — celebró Hoseok sonriendo —. ¿Y qué vas a hacer?
—Lo que debí haber hecho desde hace tiempo.
—¿Seguro que puedes ir solo a casa? —Jin acarició la cabeza de Jimin con cariño, el menor asintió.
—Sí, Jin Hyung —sonrió —. No es muy lejos, además tienes que cuidar a Namjoon Hyung.
—Ah, sí. No sé qué comió.
—¿Sigue con el dolor de estómago?
—Sí. Voy a prepararle un té y después algo para el malestar.
—¿Ves? Nam te necesita, yo estaré bien.
—De acuerdo. Ve con cuidado.
—Sí. Adiós, Jin Hyung —Jimin tomó su mochila y colgó a su espalda mientras se dirigía a la puerta principal —¡Nos vemos después, Nam Hyung! ¡Que se mejore! —gritó. Después de recibir un desganado gracias salió de ahí y tomó camino a casa.
El rubio tomó su celular y colocó música en sus auriculares mientras llegaba a casa, solo faltaban unas cuantas cuadras.
Cuando llegó a casa tomó una ducha y después se colocó su pijama, después de preparar unas palomitas se sentó al sofá y seleccionó una película.
El timbre resonó por toda la casa haciendo a Jimin soltar un pequeño grito a causa del silencio que antes estaba presente. Pausó las escena y se dirigió a la puerta.
Abrió.
—Hola, Minnie —un chico con traje, cabello perfecto y sonrisa brillante estaba parado frente a Jimin, con aires de superioridad. Un aroma a losión realmente delicioso desprendía de su cuello, y no pudo evitar morder su labio al ver a Jimin.
—¿Qu-Qué haces aquí? ¿N-No estabas e-en Hawai? —preguntó el rubio sin saber qué más decir. La sonrisa del chico frente a él jamás podría olvidarla, sus piernas flaquearon, sus manos comenzaron a sudar y su cuerpo se heló con rudeza.
—Acabo de llegar. Extrañaba el lugar. Además estaba cerca de aquí y quise verte. Te extrañé —Taemin elevó una mano hacia el rostro de Jimin y acarició su mejilla con sus nudillos, sintiendo la suavidad y comodidad de su piel. Jimin tragó duro.
—¿A qué viniste? —se animó a preguntar el rubio.
—¿No me vas a invitar a pasar? —elevó una ceja, sintiendo una enorme satisfacción al saber que empezaba a poner nervioso a Jimin.
—Adelante —el rubio dio unos pasos hacia atrás para dejar entrar al distinguido hombre, quien empezó a observar el lugar con cautela, tomando nota de cada detalle y cosa que había en el lugar, notando en seguida la foto que adornaba una de las paredes, una donde aparecían él y Yoongi en uno de sus viajes a casa de sus padres. Jimin cruzó sus brazos y se acercó mirando el suelo —¿Me dirás a qué viniste? —atrajo la atención del hombre y éste lo miro, guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón de gala negro.
—¿En verdad no sabes por qué regresé?
Jimin negó.
—No.
—Te daré una pista —se acercó a Jimin —. Hay un chico —dijo —. Es bajo de estatura —comenzó a caminar alrededor del chico —, tiene una mejillas adorables —mordió su labio —, su cuerpo es exquisito —lo miró a los ojos y siguió caminado. Después se detuvo detrás de Jimin y hundió su nariz en el cuello del rubio —, huele delicioso —acercó su boca a la oreja del chico y tomó sus hombros —. Y fue mío un día —murmuró contra Jimin haciendo que la piel del mencionado se pusiera chinita.
—T-TaeMin...
—Vengo por ti, Jimin —se colocó frente al rubio.
—¿Qué?
—Sí, sí —asintió —. Lo sé. Sé que hice una estupidez cuando eramos más jóvenes, pero entiendeme, tú eres tan apetitoso que no podía resistirme.
—Me lastimaste —murmuró el rubio.
—Lo sé. Pero vamos, dime que no te gustó.
—M-Me obligaste... Yo no quería —su voz de quebraba a cada palabra.
—Sé que te gustó.
—¡No! ¡No fue así! ¡Abusaste de mi! ¡Te aprovéchaste de que te amaba! ¡Me violaste! —gritó y apretó sus ojos, tratando de no dejar a sus recuerdos abrumarlo.
—¿Y qué podía hacer? —levantó sus hombros —. Las hormonas de la edad, el momento ¿De verdad aún tienes rencor?
—Vete —dijo entre dientes.
—¿Qué?
—Que te vayas —repitió Jimin, apuntando la puerta —. No quiero hablar contigo. Eres una mierda.
—Esa boquita tuya es muy grosera —acarició los esponjosos labios con su pulgar, pero Jimin dio un manotazo para apartar su mano.
—Déjame en paz.
—Escucha... —antes de que pudiese decir más, Jimin ya había estrellado su puñito contra el lindo rostro del chico. No fue tan duro, pero fue suficiente para que Jimin liberarse su furia. Logró abrir el labio.
—Imbecil —le dijo, haciendo que el otro asintiera mientras pasaba su pulgar sobre la herida.
—Bien —dijo, mirando a Jimin fijamente —. Me voy. Pero antes voy a tomar lo que es mío —Entonces tomó del cuello al rubio y unió sus labios.
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DannyBL.
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Besos de Chocolate [YOONMIN]
FanficPark Jimin y Min Yoongi son una pereja a la que todos aman, no sólo por ser tal para cuál, sino porque han superado cosas que nadie más podría. Aunque a veces el amor no es tan fuerte y puede llegar a romperse, ellos demostrarán que a pesar de todo...