Al llegar al apartamento lo primero que hiso el menor fue ir a su habitación.
—¡Jimin! —Jin le llamó, pero lo ignoró cerrando con seguro la puerta. Se tiró en su cama, con las lágrimas a punto de mojar sus mejillas, reprimiendo los sollozos sin éxito, comenzando con aquel dolor que nunca había sentido, no desde cuando estuvo con TaeMin.
Jimin siempre había tratado de dar lo mejor de sí con Yoongi, siempre había pensado en ambos antes de tomar cualquier desición, siempre tomaba en cuenta la opinión de su novio, y sobre todo se había abierto a él como nunca. Le dolía saber que a pesar de todo eso, el peliazul lo había tratado así.
Lo sabía. Jimin sabía que hiba a ser difícil que el mayor aceptase lo ocurrido porque Yoongi era posesivo y atrabancado; pensaba que su novio se molestaría y que, después de gritar algunas, cosas lo abrazaría, susurrandole al oído palabras lindas mientras el rubio descargaba su dolor con lágrimas... Pero se equivocó.
Creyó que sería diferente.
Pero todos se equivocan ¿no?
—Yoongi Hyung —farfulló abrazando con fuerza el oso de peluche que le había regalado, absorbiendo el aroma de su novio que se había impregnado al pelaje sintético del animal, y lloró más.
No sólo por lo ocurrido, ni siquiera por recordar lo que había pasado con TaeMin, sino al darse cuenta que, después de todo lo que había pasado con Yoongi, pensó en golpearlo.
Recordaba perfectamente el rostro del peliazul cuando Jimin lo enfrentó; recordaba sus facciones molestas, los obscuros ojos que alguna vez lo miraron con amor y ternura llenos de oscuridad, la arruga entre sus cejas por la molestia, y las palabras que había gritado antes de que Jin evitara que Yoongi tocara al rubio.
Jimin se levantó de la cama, no quería dormir llorando porque la hinchazón en sus ojos al despertar sería molesto. Se puso sus pantuflas y salió de su habitación.
Jin estaba en la sala revisando sus redes sociales, notando la enorme cantidad de mensajes que había recibido de NamJoon en los últimos días; no debía negar que moría por contestar, pero su orgullo era más que el querer hablar con el moreno.
Al notar la presencia del menor, guardó el móvil y se levantó. Tenía las mejillas y nariz roja, además sorbía sus moquitos mientras restregaba su ojo derecho con su puñito.
—¿Estás bien? —se acercó, recibiendo un abrazo de parte del rubio.
—Me duele —se quejó el menor.
—Lo sé. A veces más de lo que alguien puede soportar.
—Pensé... Pensé que lo conocía... Creo que me equivoqué.
—Debes comprenderlo un poco; enterarse que ese tipo te hiso algo no debió ser fácil para Yoongi —el rubio se separó del mayor y lo miró, Jin le regaló una sonrisa antes de limpiar las mejillas de Jimin con delicadeza.
—Eso lo comprendo. Lo que no me queda claro es la razón por la que quiso... Golpearme...
—Eso necesitas hablarlo con él. Por eso voy a mudarme hoy mismo a mi departamento. Necesitas hablar con delicadeza.
—No te vayas —pidió el menor tomando el antebrazo de Jin con algo de fuerza —. No... N-No podré solo... —su voz temblaba, y se veía el pánico en sus facciones. El castaño abrazó al menor y besó su cabeza.
—Vas a poder hacerlo, Chim-Chim —sonrió separándose de él —. Siempre has podido hacer las cosas. Ahora más que nunca necesitas esa plática con tu novio.
—Hyung~...
—No hagas pucheros.
—Bien —cruzó sus bracitos y levantó el rostro con indignación. Jin rió.
—Iré por mis cosas.
---
DannyBL.

ESTÁS LEYENDO
Besos de Chocolate [YOONMIN]
FanfictionPark Jimin y Min Yoongi son una pereja a la que todos aman, no sólo por ser tal para cuál, sino porque han superado cosas que nadie más podría. Aunque a veces el amor no es tan fuerte y puede llegar a romperse, ellos demostrarán que a pesar de todo...