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Yoongi abrió la puerta del departamento con pezadez, sólo quería entrar a casa y dormir, claro, después de besar a su novio y decirle que por fin le habían dado sus vacaciones para las fiestas. Al entrar lo primero que hizo fue dejar su bolso junto con sus llaves en la mesa, y después caminó hasta la sala, donde Jin esperaba con los brazos cruzados, viendo el televisor. Una vez que el mayor se dio cuenta de la presencia del peliazul, apagó el televisor y se levantó, mirando seriamente a Yoongi.

—¿Qué? —fue la pregunta del menor al notar que la mirada fría y sería de Jin era para él.

—Quiero hablar contigo, Yoon —dijo. El blanco joven frunció el ceño, sólo le llamaban así cuando estaban enojados, y sólo cuando lo conocían. Y en este caso Jin no encajaba.

—Vale. Pero no me digas Yoon; solo mis amigos y familia lo hacen —se sentó en el sofá y Jin rodó los ojos suspirando. Después se sentó.

—Voy a ser directo.

—Bien.

—Hoy... Jimin y yo estuvimos hablando —comenzó. El sólo nombrar a su novio hizo a Yoongi interesarse en la plática del mayor —; todo hiba bien hasta que me preguntó si mi pareja y yo ya habíamos intimidado. Comenzó a llorar —Yoongi se levantó molesto y tomó del cuello de la camisa al mayor.

—¿Qué le hiciste? —siseó. Jin negó alejando al molesto novio de él.

—No le hice nada. Pero creo que tú sí.

—¿De qué hablas? Ni siquiera me conoces.

—Por eso.

—¿Crees que le haría daño? ¿Me crees capaz de abusar de él? ¿En verdad me crees tan bestia? —expresó molesto —. Escúchame bien, Jin: No le haría nada a Jimin. Nunca.

—De acuerdo ¿Entonces por qué comenzó a llorar de la nada?

—¿Cómo voy a saberlo? Jimin se empeña en mantener en secreto el tema. Nunca me ha dicho la razón por la cual nunca hemos podido intimidar. Siempre se va cuando va a ocurrir algo.

—Pues deberías insistir. Jimin puede callar las cosas solo para no dañar a los demás aunque por dentro se esté destruyendo a sí mismo —atacó el mayor. Yoongi bajó la mirada al quedarse sin argumentos. Negó.

—No puedo. No sé como acercarme.

—Habla con él. Si llevan tanto tiempo de relación es porque hay confianza y amor. Sácale la verdad.

—Jimin... Jimin es un libro abierto. Pero a veces arranca hojas para que los demás no noten que algo le pasa.

—Sí en verdad quieres saber que le pasó, pregunta.

—¿Cómo le pregunto? No es como si le pudiese decir: “Jimin, deja de portarte como un infantil y dime por qué mierda no podemos follar como bestias”. Jin, con Jimin tengo que ser cuidadoso con las palabras porque es frágil.

—De hecho eso hubiese sido mejor que tratarme bien, Hyung —ambos chicos voltearon al escuchar la voz de Jimin. El rubio estaba parado en el arco de la puerta de la sala, con su pijama amarilla y sus pantuflas de conejitos, y aquel gorro que le había regalado Jin, escuchando todo hasta que decidió entrar.

—Jimin... —dijeron al unísono.

—Jin Hyung, Yoongi Hyung —el pequeño entró a la sala y se sentó frente a los dos, jugando con sus deditos y mirando el suelo con la cara algo triste —. Creo que tengo que decirles algo —levantó la mirada y observó a ambos chicos.

—¿De qué se trata? —pregunto el mayor de los tres.

—¿Recuerdan mi viaje a Japón?

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DannyBL.

Besos de Chocolate [YOONMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora