Besos de Chocolate [YOONMIN]

XXII

—¿Qué haces aquí? —fue lo que preguntó el rubio al chico de cabello castaño que ahora se encontraba en la sala comiendo un bocadillo de chocolate.

—Quise visitarte. Tengo vacaciones, además Yoongi me debe una partida en el Play. Por cierto ¿Dónde está? Vengo preparado para aplastarlo —Jimin bajo la mirada y suspiró.

—Yoongi y yo terminamos —dijo. Taehyung frunció el ceño y después abrió la boca con asombro antes de preguntar:

—¿Qué? ¿Por qué?

—Una larga historia.

—Acabo de llegar. Hay tiempo suficiente para que me expliques la razón de su ruptura.

—¿Quieres que te explique a detalle?

—Sí.

—Entonces iré por un pañuelo.

—¿Seguro que quieres hacer esto, Yoongi? —Namjoon preguntó por quinta vez. Yoongi se giró hacia el con una mueca y rodó los ojos.

—Sí. Ahora necesito que me pases el color rosa.

—Aún no entiendo lo que vas a hacer con este cartel.

—Es su caricatura favorita —dijo Yoongi con una sonrisa ladina en su rostro —. Se lo voy a dar hoy. El día en que se supone que cumpliríamos otro mes de relación.

—Entonces vas a ir a verlo.

El peliazul asintió —: En la noche. Planeo estar a solas y... Besarlo.

—Vaya. Estás empezando a hacerme creer que vas por el buen camino.

—Quiero recuperarlo, y si la única manera de hacerlo es convirtiéndome en el hombre más cursi del mundo, lo haré.

—Es la primera vez que escucho de tu boca la palabra cursi.

—Es la primera vez que siento que estoy perdiéndo algo que amo.

—¿Quieres decir que sólo vas a reconquistarlo porque lo estás perdiendo y no porque quieres? ¿Sabes que a tu pareja la tienes que enamorar con detalles diarios para que toda esa química de segregaciones en el cerebro nunca falte y siempre quieran estar juntos?

—Basta de poesía y sermones químicos. Sabes a lo que me refiero. Además tú nunca sigues tus propios consejos. ¿Qué clase de consejero eres si no te escuchas a ti mismo?

—Yoongi, nunca creí que diría esto, pero tienes razón.

—¿Piensas arreglar las cosas con Jin?

—Sí. Pero no tengo planeado algo así. Yo quiero llevarlo a cenar y hablar, después hablarle de nosotros como un tema sin relevancia, llevarlo a casa y después de besarlo llevarlo a la cama y...

—Basta, basta —interrumpió el menor cubriendo sus oídos con una mueca —. No necesito ese tipo de información.

—Delicado —Nam sonrió y miró su celular —. Deberías apresurarte, casi son las siete.

—¿Qué? —Yoongi frunció el ceño y observó la hora sin creer las palabras del mayor, pues estando ahí desde temprano, en casa de Nam, dibujando, el tiempo le había parecido muy poco —. ¡Mierda! —gruñó tomando el cartel —. Nos vemos después —se despidió y se dirigió a la puerta.

—¡Yoongi! —el mayor lo detuvo.

—¿Qué sucede?

—Olvidas el regalo —el mayor se acercó a Yoongi con la bolsa y la extendió hacia el de cabello azul, quien la tomó rápidamente y después de agradecer corrió hasta su auto y se dirigió a casa de Jimin.

A su casa.

A la de ambos.

—Espero en verdad que me perdones, amor —susurró mientras encendía el auto.

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DannyBL.