XVII

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El peliazul olvidó cuán ordenado podía llegar a ser Jimin, pues notó en seguida que había echo algunos cambios en la casa (tanto de muebles como de objetos). Se sintió fuera de lugar, pero a la vez como en casa, como cuando todo estaba bien y Jimin y él disfrutaban de películas mientras se abrazaban.

—Hiciste un gran trabajo con la remodelación —comentó Yoon para romper el hielo. Jimin estaba muy apartado, jugando con sus mangas, y Yoongi lo notó, notó que traía puesta su sudadera. Sonrió. Una parte de su corazón, muy dentro, sintió una pequeña esperanza de que tal vez Jimin le perdonaría.

—Ji-Jin Hyung me ayudó —dijo, sin mirarlo a los ojos —. Él sabe de eso más que yo.

—Bien.

—Entonces... —susurró el menor para dar a entender que quería terminar con todo eso, pero Yoon se limitó a imitarlo mientras se acercaba al menor:

—Entonces... —estaba tan cerca que el menor sintió un escalofrío recorrer su nuca, se estremeció.

—Yoon, no puedes venir a hacer esto.

—¿Qué estoy haciendo?

—Es que eres... Tú tienes... No... Es... ¡Agh! —cubrió su rostro con sus manitas, Yoongi frunció el ceño.

—¿Qué sucede, Jiminnie?

—No puedes venir simplemente así y con una mirada esperar a que te perdone que hayas besado a otro chico —murmuró con dolor en cada palabra, sintiendo sus ojos acumular lágrimas y que poco a poco fueron deslizándose por sus mejillas hasta mojar la sudadera que traía puesta.

—Déjame explicarte. Por favor.

—Es por eso que estás aquí, Yoon —Jimin limpió sus mejillas y miró al chico frente a él. Notó el arrepentimiento en sus ojos, pero no podía hacer simplemente como si nada hubiera pasado y ceder ante su impulso de besar al mayor hasta gastar sus labios por la brusquedad y después follar como locos. Después se sonrojó un poco; jamás había imaginado algo así en su vida.

—Bien. Entonces iré al grano —asintió varias veces y tomó la mano de Jimin —. Lo acepto ¿bien?. Sí, es verdad que estuve con otro chico. Sí, es verdad que nos besamos, y sí, es verdad que soy un imbécil, pero por favor Jimin, ¿Crees que en verdad sería tan idiota como para cambiarte por él? ¿Crees que ese beso significó algo?

—¿Entonces por qué no te separaste de él? —Jimin soltó su mano y retrocedió varios pasos —¿Por qué no le explicaste desde el principio todo lo que estaba pasando? ¿Por qué mierda no le dijiste que solo era un mal momento de pareja?

—Lo hice —Yoongi volvió a acortar la distancia entre ellos —. Es por eso que me besó; quería ayudarme a olvidar todos los problemas, sin embargo cuando me di cuenta de lo estúpido que estaba siendo sí me alejé, Jimin, lo hice por ti, porque sabía que estaba mal, porque sabía el daño que te aria saber que sabía besado a otro chico, porque sabía que todo hiba a ser como antes porque siempre que peleamos todo se arregla. Amor, por favor... Créeme.

—Quiero hacerlo... Pero no puedo.

—¿Por qué?

—Yoon, me rompiste el corazón. Lastimaste mi alma entera, me clavaste una daga como un cobarde por la espalda, me mentiste...

—¿Te mentí? ¿De qué hablas? Jimin, yo nunca...

—Me dijiste que me amabas.

—Jimin...

—Disjiste que pasara lo que pasara lucharías por lo nuestro.

—Amor...

—Y lo peor de todo es que te creí.

—Jimin, por favor, sabes que eso es real, te amo más que a mi propia vida, te amo incluso con tus defectos, virtudes y cada lunar de tu jodidamente perfecto cuerpo. Sabes que te amo. Lo supiste incluso antes que yo —las palabras del mayor hicieron a Jimin sentir una presión en el pecho, algo así como un sentimiento de dolor mezclado con felicidad, sabía que si seguía escuchando a Yoongi lo perdonaría, y eso era lo que le daba miedo; perdonarlo y que volviera a hacer lo mismo porque, aunque quisiera, la confianza ya no sería como antes.

—Yoon...

—Por favor, Jimin, no me digas así... Siento que te estoy perdiendo.

—Yoongi, no sólo me dolió la traición con ese chico, sino que pensé que serias lo suficientemente inteligente como para saber que lo que quería era que arreglaramos las cosas ese mismo día, sin embargo te fuiste, y eso fue lo que más me dolió.

—Jimin, yo...

—Lo sé, no lo sabías. Pero creí que había sido algo obvio.

—Perdón.

—Olvidemos esto —el menor se alejó de ahí —. Puedes quedarte aquí si lo deseas, también es tu casa, tus cosas están en donde siempre, y si quieres puedes dormir en la habitación de al lado, yo estoy durmiendo en la que era nuestra —entonces salió de la casa.

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DannyBL.

Besos de Chocolate [YOONMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora