Bajé por el acensor y salí por la puerta principal con lágrimas en mis ojos. Corrí hacia la primera farmacia que encontré, me sequé los ojos con la manga antes de entrar y esbozé una sonrisa falsa.
-Disculpe, ¿sacais sangre aquí?- le pregunté a la empleada que me atendió.
-No, querida.
-Vale, gracias- salí y caminé hacia otra farmacia.
-¿Haceis análisis de sangre aquí?- le pregunté a dos empleados que charlaban en una esquina.
-No, lo siento.- respondió uno.
-Vale, adiós.
Fui a dos farmacias mas y nada. Me estaba por dar por vencida, y a lo lejos vi un hospital. Corrí hasta llegar a éste, entré y pregunté a una doctora que pasaba a mi lado:
-¿Disculpe, aquí puedo hacerme un análisis de sangre?
-Sí, estás hablando con la persona indicada. Yo hago esos análisis.
-Necesito que me haga un análisis de sangre lo mas pronto posible. Déjeme explicarle- suspiré -Quiero encontrar a mis verdaderos padres, necesito una prueba de ADN o algo así. ¿Puede ayudarme?
-Si puedo ayudarte, pero necesitas permiso de un adulto...
-¿De un adulto? ¡Por favor! Mi madre adoptiva no quiere que los busque, tuve que escaparme para venir hasta aquí. ¿No puede hacer una excepción?- dije al borde de las lágrimas.
-Mira... No sé si me darán el permiso, y entiendo que es difícil. Pero no puedo hacer milagros.
-¡Doctora, por favor!- supliqué - sólo quiero saber algo sobre mis padres biológicos, siquiera el nombre de mi madre. ¡Por favor, ayúdeme!
-Yo...- suspiró.
-¡Se lo ruego!
-Dame cinco minutos, veré que puedo hacer.
-¡Gracias! De verdad, gracias.- sonrió y entró a una puerta cercana.
Me senté en un sillón que se encontraba a pocos metros de la entrada. No recuerdo nada de mis padres biológicos. Toda mi vida estuvo basada en mentiras, mis padres adoptivos son una mentira, y los biológicos unos cobardes.
-Oye, ven- una sonriente doctora se asomó por una puerta y me sacó de mis pensamientos. -Puedes hacerte el análisis- me comentó cuando me acerqué.
-¡Muchas gracias!
-¿Quieres que te explique bien cómo es?- dijo mientras caminabamos por un pasillo.
-Sí, por favor.
-Vale, todo se basará en un análisis de sangre, y luego necesitaré una muestra de tu cabello.- abrió una puerta al final del pasillo -Pasa, sin miedo. Voy a hacerte el análisis ahora, ¿vale?.
-Vale.
-Por cierto, mi nombre es Cristina, pero tú dime Dra. Saekoweech.- hizo una pausa y luego rió -es broma, mi apellido es un poco difícil de pronunciar, dime Cristina, o doctora, o si quieres Saekoweech. Como te sientas más cómoda.
-Yo soy Cassandra Somerhald.
-Vale, Cassandra. Siéntate aquí y relájate- se acercó a un pequeño estéreo y puso música relajante. -Me gusta poner música a los pacientes, para que sea un ambiente de confianza, no tan incómodo.- yo reí y cerré los ojos. -Quizás esto duela, ¿te dan miedo las agujas?
-Algo- respondí nerviosa -Pero todo sea por mis padres.
-Ese es el espíritu, amiga.- pausó e introdujo la aguja en mi brazo. -Tú relajate, es sólo un segundo. Respira y...- sacó la aguja -¡Y listo!.
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It Hurts
Teen FictionCassie es una joven de 14 años, proveniente de un pequeño pueblo en Texas. Su padre perdió el empleo, causando que esta pequeña familia, conformada por su madre Leanora, su padre Jack y su hermano pequeño Steve, se separara. Cassie se muda a España...