Capitulo 40: Conviviendo

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Jack y Leanora colocaron mis cosas en el baúl de su auto, seguidamente Steve y yo subimos dentro de éste en los asientos de atrás. No tardamos mas de 20 minutos en llegar a casa de mis padres biológicos. Mi primera impresión fue lo grande que era, hasta donde yo sabía sólo eran Edd y Rebecca, sin ningun hijo. Semejante casa podría resultar exagerada para cualquiera pero, de todos modos, tener esa vivienda fue su elección y la acepté. Cada uno elige el hogar que le parezca mas cómodo y si ese les parecía el adecuado por mí estaba bien. Leanora tocó timbre y Edd no tardó ni diez segundos en abrir la puerta con una gran sonrisa. Nos dejó pasar y yo volví a abrazarlo fuertemente.

-Cassie, ¿quieres que te muestre la casa?- me dijo al separarnos del abrazo.

-Claro

Conocí cada rincón y cada pequeño detalle de aquel hogar, que sería mío también a partir de ese día. La casa era simplemente hermosa, la decoración me parecía fantástica, los colores escogidos para cada pared quedaban muy bien y los tapizados del sofá y los sillones eran bastante bonitos. Todo parecía como una casa soñada, y estaba segura de que lo era.

-¿Dónde está Rebecca?- le pregunté a mi padre.

-Está en el patio trasero cocinando las hamburguesas, le insistí en hacerlas yo pero se negó a dejarme cocinar.- me respondió

-¿Puedo ir con ella?

-Claro, sabes donde es.

Me levanté de mi asiento y abandoné la cocina.

El patio trasero era muy bonito, de techo cerrado pero de cristal, por lo cual podías ver lo que se encontraba fuera. En aquel sitio de la casa había una parrilla pero a diferencia de minutos antes ahora estaba prendida y mi madre se encontraba colocando carne de hamburguesas.

-¡Hola!- dijo ella al verme entrar

-Hola, ¿dónde estabas antes? No te ví aqui cuando papá me enseñó la casa.

-Acabo de llegar de comprar pan de hamburguesas y un par de cosas más, se suponía que en un rato iría a saludarlos

-¿Por dónde entraste? No oí la puerta principal.

-Aquí hay una puerta también- dijo señalando con su mirada al fondo del patio donde había una puerta blanca con flores pintadas- Así que.. ¿Edd ya te enseñó la casa?

-Sí. Tienen un hogar muy hermoso en verdad. Me encanta.

-Me alegro que te guste. De todos modos se suponía que ambos te mostraríamos la casa, se ve que no pudo aguantar esas ganas.

-No importa quien lo haya mostrado. Está bien.

-Sí. Bueno, ve a la cocina si quieres, esto ya casi está.- le dió la vuelta a la carne de hamburguesas y tomó un plato de una repisa a su lado.

Me retiré del patio trasero con el estómago rugiendo, no había comido en horas y el olor a hamburguesas recién hechas me consumía por dentro.

Comimos hablando de nuestras vidas. Leanora y yo les comentamos sobre nuestro viaje que creía permanente a España. En la larga conversación que tuve con mis padres biológicos y los adoptivos me enteré bastantes cosas además de las que Leanora me había contado. Cosas no tan importantes pero únicas como la amistad entre Rebecca y Leanora. Ésta había sido desde el instituto y luego conocieron a Edd y Jack en un restaurante a los 17, ambas estaban cenando allí, ellos se acercaron y tal. También otras cosas importantes de mis padres verdaderos, ellos se encontraban en Texas todo este tiempo pero casi ni salían, excepto a trabajar y un par de noches a tomar algo juntos. No explicaron un porqué exacto, solo dijeron que después de todo lo sucedido y un embarazo fallido tres años luego de mi partida con los Somerhald se reservaron y preferían estar solos.

It HurtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora