Simplemente tú.

18 El ladrón.

Jueves

Al levantarme por la mañana salgo de mi habitación, justo allí por curiosidad abrí la puerta de el cuarto de Harrison.

Me esperaba todo menos a Macarena sujetando la camisa de Ashton apunto de besarlo.

- Venia a avisarle a Maca Naca que sus maletas estorban allá abajo, si no va por ellas me daré a la tarea de lanzarlas al sótano.
- miro su agarre (que aún se mantiene en la camisa de Ashton)  me acerco. - apartate. - separo sus manos de la camisa. - y ve por tus maletas. - me mira de mala gana.

- Hablaremos más tarde mi lindo y dulce Ash. - sale de aquí giñandole un ojo a el odioso.

- Chao linda. - dije cerrando la puerta después de que ella salio. - ¿qué estaban haciendo?

- Nada que te importe. - camina alrededor de la habitación jugando con una pelotita blanca. - a menos que, - se coloca enfrente de mi sonriendo como solo él lo hace. Arrogante. - estés celosa. - al escuchar eso quede perpleja.

- Yo? Celosa. No lo creas tanto, antes que yo este celosa me parte un rayo. - me di media vuelta entre abriendo la puerta.

- No se porque pero no te creo. - le miro.

- Yo solo quería advertirte que esa mosca muerta no se quedara a dormir contigo una noche más.

- Tranquila solo hablábamos y casi por poco, si no hubieses entrado de impertinente yo en este momento la estaría besando.

- Hare lo posible para que esa personita se aleje lo antes posible de mi vista y eso incluye que no puedes meter a esa extraña a tu habitación para hacer no se que cosas.

- Entonces si estas celosa.

- No, estoy cansada de que las fresitas traten de invadir mi espacio y lamentablemente estas a un lado mio por lo que no la quiero cerca de mi habitación y por ende tendrás que ir con ella a la sala si quieres.

- Me quieres decir que pasa contigo? yo tambien te quiero lejos de mi espacio pero aquí estas a dos metros de mi cuarto.

- Pues mantenla alejada de mi y no hay problema de que estés con ella.

- Estaré con ella y con otras cinco si yo quiero así que ni te preocupes porque procurare ya no cruzarme contigo.

- Eso espero idiota. - salí asotando su puerta.

En el desayuno todos charlaban bastante alegres yo pase desapercibida hacia la cocina donde me encontré con Macarena.

- Deprimida linda? - dijo en un tono fresita que le queda bien. - es que te duele que Ash me escojio a mi y no a ti. Me das pena Azul.

- No grites victoria. Las arañas como tú no van con él.

- Entonces con él si van los escarabajos.

- Nadamas no te agarro de los pelos porque aún tengo respeto a las moscas muertas como tú.

- No me rebajare a tu nivel querida así que si me disculpas. - se larga de la cocina.

- ¡Maldita vieja! - susurré por lo bajo.

- Me llamabas. - dijo entrando de nuevo a la cocina. - espero que me soportes porque conseguiré si o si que mi Ash me deje quedarme en su habitación.

- ¿Qué no te da vergüenza ser tan atrevida?

- Pierdes el tiempo pensando que mi Ash te quiera. Que pena me das.

- Punto numero 1: Ashton me vale un cuerno , si quieres casarte con él, hasta les compro el anillo  Punto numero 2: Harrison no es de tu propiedad así que no digas "mi Ash" no te queda bien él es inteligente y talentoso mientras que tú no eres nadie a su lado. - pase a su lado golpeando su brazo fuerte.

ASHTON.

Estamos acá en el campus observando el partido de tenis de los de tercer año, y bueno estoy con Jayden.

- Amigo aller escuche que discutias otra vez con Azul.

- Beca es inconprensible.

- Yo creo que el inconprencible es otro.

- No la entiendo apenas conoce a Maca y ya la odia.

- Se puso igual que alguien que conozco cuando conocio a el mejor amigo de la chica que le gusta.

- Haber, esperate estas queriendo decir que a mi me gusta ella. Pfff por favor a mi en mi vida me gustó una chica y te aseguro que ella no será la primera.

- Entonces porque no soportas verle la cara a Henri?

- Porque se hace el inocente tras esos lentes de niño estudioso. Sus intenciones son evidentes, ese chico quiere algo con Beca y no es que me importe pero ellos no quedan como pareja, simplemente Henri no es el chico para ella.

Mi amigo me mira asombrado. - antes lo sospechaba pero me lo acabas de confirmar con esas palabras. - le miro intrigado. - dime una cosa ¿si Henri no es el chico para ella? entonces ¿Quién  es el chico? Tú? - me pongo a la defensiva y comienzo a reírme sin parar.

- Qué acaso piensas que yo creo que ella es mi alma gemela?

- Esta serie de discusiones que mantienen no parecen tener fin y eso puede hacer que sea el fin de tus días como el chico rompecorazones.

- Insinuas que me estoy enamorando de mi peor enemiga?

- No insinuo, creo que estas loco por ella muy en el fondo de tu corazón de hielo.

- Te pasaste de cafeína esta mañana o te golpeaste muy fuerte en la cabeza hermano. - le doy unas palmadas en la espalda. - sabes que con ella sale todo mal.

- Pero tambien conectan perfectamente cuando dejan su orgullo de lado. 

- Me cae que perdiste la cabeza. - me fui de allí, me saca de quicio con sus suposiciones.

- A donde vas? empezara la tormenta pronto.

AZUL.

Por la noche truena y relampaguea sin parar, siento que el insomnio se apodera de mi.

Ya pasadas de las 1:30 am escuche claramente el ruido de unas pisadas en la habitación del fondo (se encuentra a lado de la mia) pero allí solo dejamos los muebles viejos de la mansión, me levante asustada porque el sonido se volvía cada vez más intenso.

¿Quiza sea un ladrón?

Rápidamente me coloque las sandalias y la bata de dormir, me asome por el balcón justo cuando un trueno se escucho cercano, brinque por ello.

Tenía que ir y averiguar que ocurre así que me salte hacia el balcón de la otra habitación. No me resulta raro que los chicos no escuchen nada puesto que duermen como rocas.

En fin, casi me golpeo en la cabeza porque el piso del balcón esta muy mojado y aún no a dejado de llover.

Escuche otro ruido proveniente desde adentro. Me percate de que podría ser un asesino así que al abrir las puertas del balcón lo hice silenciosamente, mire una sombra al interior de la misma.

Tome lo primero que encontré y se lo estrelle en la cabeza. La persona cayó al suelo agarrando su cabeza por el dolor de la misma.

Encendí la luz encontrandome con lo inesperado.

Controlarte Azul solo es sagre bastante sangre y una botella de vidrio rota en el piso ¿qué podría ser peor?

El chico voltea - Me acabas de partir la cabeza, otra vez.