Capítulo 21

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- Es la única opción.

- Pero Christopher, es muy pronto.

- Me dijiste que no querías esperar tanto, o era en tres semanas o en seis meses, agradece que nos hicieron un espacio.

- Pero que haremos en tres semanas, es un matrimonio, lleva tiempo.

- Por cierto, tenemos que ver en dónde será. ¿Quieres que sea en Miami o prefieres otra ciudad?

- No me escuchaste verdad.

- La luna de miel, estaba pensando qué podríamos pasar la noche en una ciudad de aquí y en la mañana viajar, que piensas.

Lo miraba mientras tenía su mirada pegada a la pantalla, no pensé que estaría tan interesado en el tema.

- En dónde tu quieras - dije abrazándolo.

- No, escoge tú.

- Podríamos hacerlo aquí en Miami, en cuanto a la luna de miel, sorprendeme - contesté.

- ¿Vas a salir?

- Sí, iré a contarle a mis padres, a esta hora de seguro ya están los tres en casa.

- Debería acompañarte.

- No sé, ellos no te aceptan.

- Nunca han hablado conmigo y te acompañaré, no está en discusión.

Christopher seguía con su modo autoritario pero no de una mala manera, se mostraba comprensivo e interesado por seguir avanzando.

Llevaba un tiempo significativo sin ver a mi familia, cada vez los extrañaba más y ahora más que nunca sentía necesitar de ellos.

- ¿Qué haces aquí?

Aquella sonrisa de mi hermana se borró apenas hizo la pregunta, la tensión se hizo sentir.

- Hola. ¿Puedes avisarle a mamá que necesito hablar con ella?

- ¿Avisarle? ¡Ah es cierto! El niño solo da órdenes.

- Ahora no, por favor - pedí.

Nos dejó a solas en lo que iba por ella, Christopher solo me miraba intentando contener su impresión ante el actuar de mi hermana.

- Brian.

- Mamá, queremos hablar contigo, con los tres.

- Sé que no hemos tenido el placer de conocernos, pero es importante - añadió mi prometido.

Dudando nos accedió el paso, mi padre apenas me vió cruzar la puerta no demoró en quedar totalmente serio.

- Estaban comiendo, lamento interrumpir - disculpé.

- No es una novedad que hagas lo que se te venga en gana - respondió mi padre.

- ¿Qué necesitan?

- Venimos a hacerle una invitación, me voy a casar - dije levantando mi mano.

El silencio invadió el comedor, solo observaban.

- Para Erick es importante que estén con nosotros, será aquí en la ciudad y a mi también me gustaría que la familia de mi novio esté presente. Ustedes no me conocen...

- Y no es que queramos hacerlo - interrumpió mi hermana.

- Yanelis - nombré.

- Independiente de eso, es un día especial, háganlo por él.

Notaba las miradas que se daban unos con otros, hasta los días de hoy aún no me perdonaban mi rebeldía.

- ¿Me puedes esperar afuera? - pregunté para él.

- ¿Por qué?

- Chris por favor - pedí.

Asintió depositando un beso en mi frente, no quería involucrar a Christopher en problemas ajenos a él.

- Conmigo no cuentes - dijo mi hermana.

- Conmigo tampoco, no vaya a ser que te avergüences nuevamente de nosotros - añadió mi padre.

- Mamá, por favor - pedí.

- Ya nos dejaste fuera de tus planes apenas te fuiste, no creas que no me da alegría que te cases, pero no podemos fingir interés en dónde no lo hay.

- Perdón, lo siento de verdad, los necesito - dije con lágrimas.

- ¿Piensas que llorando nos vas a chantajear?

- Yanelis.

- No me toques. Apenas cruzaste esa puerta dejaste llorando a mis padres, a tu sobrino y no te niego que a mí también, fuiste un mal agradecido y no se te conmovió el corazón para disculparte cuando debiste - reclamó.

- Y me arrepiento, no hay día en que no los extrañe, pero también siento cosas por él.

- Por su dinero.

- ¡Nooo! Me vale mierda eso, lo quiero a él, los amo a ustedes, por favor.

- Ya te dimos nuestra respuesta. ¿Nos dejas cenar? - preguntó mi padre.

Bajé la mirada retrocediendo unos cuantos pasos, el rechazo de mi familia estaba siendo mi peor castigo.

- Les mandaré la invitación de todas formas, espero verlos allá y que me acompañen, lo siento de verdad - dije antes de salir.

Mi Gran Solución - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora