- Papá - llamé llorando.
No soltaba el agarre de su mano, no entendía como el día que tenía que ser el mejor de mi vida se tornó el más malo.
- Mi pequeño - articuló débil.
- ¿Qué pasó?
- Lo asaltaron a unas pocas cuadras de la casa - respondió mi madre.
- ¿Por qué no me avisaron?
- Te ves...muy lindo - comentó él.
- No me casé papá, no pude.
- ¿No lo querías?
- Lo quiero, pero no estaba seguro y no iba a dar un paso tan grande sin mi familia. Tienes que recuperarte papá - rogué.
Negó dejando caer una lágrima, la palidez de su rostro me preocupaba.
- Perdóname - pidió.
- No papá, no hagas eso.
- Debí acompañarte...
- No tengo nada que perdonarte, todo lo contrario, gracias por todo. Perdóname papá - pedí con más llanto.
- Yo ya te perdoné. N-No seas como aquel delincuente, gánate lo tuyo.
- Voy a cambiar, lo haré - dije seguro.
- Te van a...necesitar...c-cuídalas, Thiago también.
- ¡Papá no te despidas!
Sonrió lo más amplio que pudo, fue ahí cuando dió su último suspiro.
Abracé a mi madre y a mi pequeño sobrino que estaban destrozados ante esta gran pérdida, el arrepentimiento comenzaba a invadir.
- ESTA ES TU MALDITA CULPA - gritó mi hermana para mi.
- ¡Mami mami, tío!
Sentía las manos de Yanelis en mi costoso traje, faltaba poco para dejar de tocar el suelo ante su agarre.
No me atrevía a decir nada, las palabras no me salían con el dolor de la muerte de mi padre.
- Deja de cagarnos la vida. ¿Por qué no te largas a vivir tu vida y nos dejas en paz? - preguntó llorando.
- Perdóname, eres mi hermana yo también te necesito.
- Escúchame bien, yo para ti dejo de ser tu hermana en este preciso momento, conmigo no cuentes más - dijo decidida.
- ¡No puedes darme la espalda!
- Y no te quiero cerca de mi hijo, te acercas y me vas a conocer Erick - amenazó en un susurro.
Tomó a su pequeño en brazos sacándolo de ahí, sentí como si estuvieran quitándome a mi propio hijo.
- Tenemos que salir - dijo mi madre abrazándome.
- Perdóname mamá, no me dejes solo - pedí.
Me quise arrodillar pero no me lo permitió, estaba ahogandome entre tanto cargo de conciencia.
- Claro que sí mi pequeño, no te dejaré solo, una madre no abandona.
- Gracias, te juro que voy a cambiar, voy a estudiar, voy a trabajar, voy a ganarme mis cosas - dije.
Asintió sonriendo dentro de lo que podía.
Hicimos todo lo necesario para lo trámites, mi padre ya estaba descansando y teníamos que darle su correspondiente sepultura.
Nos adelantamos a casa para preparar todo y poder recibir el cuerpo de nuestro padre, sin pensarlo tomaría el lugar del hombre de la casa.
- ¿Christopher? - pregunté al verlo.
- ¿Necesitan algo? - preguntó mi madre para aquellos policías.
- Chris, qué pasa.
- Por eso no te quisiste casar ¿verdad?
- ¿A qué te refieres?
- Quisiste estafar a mi hijo, pero no te salió tu jugada Erick - habló mi ex suegro detrás de él.
- Es él - indicó Christopher.
- NO TOQUEN A MI HIJO - gritó mi madre.
- Erick Colón, queda detenido por estafa al señor Christopher Vélez.
- ¡Yo no hice nada!
- Pensé que si me querías, pero siempre estuvo tu ambición primero - reclamó.
- Y yo pensé que te había quedado claro lo que siento por ti.
- No lo escuches Christopher.
- VIEJO DE MIERDA TE VOY A MATAR - grité en contra de su padre.
Sentí como jalaron mi brazo para ponerme las esposas, mi madre intentaba hacer lo posible pero no lograba su objetivo.
- No te preocupes hijo.
- Yo no hice nada mamá - dije.
- Lo sé, no dudo de ti - respondió en llanto.
Miré a Christopher quien dejaba caer lágrimas, apenas cruzó mirada conmigo negó alejándose, lo había perdido.
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Mi Gran Solución - Chriserick
FanfictionSí el dinero no compra la felicidad. ¿Por qué disfrutamos tanto con él?