- No, mejor espérame aquí - pedí.
- ¿Por qué?
- Porque las cosas en mi casa no están bien, si me ven contigo capaz y no me pasen a Thiago.
Aceptó no muy convencido, pero era algo que realmente tenía que ser así.
Caminé algo inquieto pensando en como pedir que me dejen verlo un momento, ambos nos comenzamos a extrañar cada vez más.
- Brian.
- Necesito hablar con Yanelis.
- Tu hermana está trabajando, consiguió un empleo bastante bueno - comentó mi madre.
- ¿A qué hora llega?
- ¿Qué pasa?
- Thiago me llamó desde el celular de Yanelis en la mañana...
- ¿Thiago sabe utilizar el celular? Pero si ni yo sé - respondió mi madre.
Intenté no reírme, recuerdo que en mil ocasiones le expliqué y se le hacía bastante difícil.
- Dijo que quiere ir al parque.
- No puedes sacarlo.
- Mamá por favor, solo será un momento, le dije que vendría por él.
- Yanelis no te quiere cerca de Thiago, la mamá de él es ella y yo no puedo pasar sobre eso.
- Solo será un momento, prometo traerlo...en una hora - dije mirando mi celular.
- ¡Tío Erick viniste!
Me agaché para abrazarlo, sentí como si hubieran pasado años de no verlo.
- Mamá, por favor - pedí sin soltar a mi sobrino.
- Voy por sus cosas.
- Oye, esto será un secreto ¿si? - hablé para él.
- ¿Estás molesto con mamá?
- Claro que no, solo quiero tener un secreto contigo - mentí.
- En una hora Erick - advirtió mi madre.
- Sí, tranquila - sonreí.
Caminé junto a Thiago por el mismo camino que nos direccionaba al parque, de seguro Christopher seguía esperando.
- No tardaste mucho - comentó mi ahora sugar daddy.
- Saluda - dije para mi sobrino.
Muy tímido se acercó a Christopher que para mi sorpresa se puso en cuclillas solo para saludarlo.
- Con que tú eres Thiago, que bello eres.
Él solo cubrió lo que sus pequeñas manos alcanzaban a tapar de su rostro, era una ternura.
- Le da vergüenza - comenté.
- ¿Cómo se llama? - preguntó aún tapando su rostro.
- Christopher, pero tú puedes llamarme Chris - respondió.
- Quiero ese - apuntó.
- Sí, vamos. Tú también - dije tomando la mano de Christopher.
- ¿Qué?
- No te vas a quedar solo ¿o si?
- Supongo que debo ser buen tío con el sobrino - susurró.
- ¿Primero soy tu novio y ahora resulta que hasta tío eres?
- Hay que ir familiarizando, y practicando.
- ¿Para qué?
Elevó sus hombros con una sonrisa burlesca, me sentía extraño de ir tomado de la mano de ambos.
Thiago estaba muy curioso en cuanto a Christopher, en lo que caminábamos los tres le contó toda la vida armada de sus juguetes.
Se me hacía raro ver como un hombre de traje y corbata estuviera tan atento a lo que un niño de poca edad le contaba, era como estar con dos pequeños.
- Con cuidado que si algo te pasa a mí tú mamá me mata - advertí.
- Y vaya que tiene ganas - añadió Christopher.
- Te va a escuchar...¿Christopher?
- No.
- Pero si no sabes lo que te quiero pedir.
- De todos modos no.
Me crucé de brazos al escuchar su negativa.
- Le agradaste al parecer - dije.
- Es un niño muy tierno, deberías aprender - añadió.
- Uy, me encantan - respondió con perversión.
- Estoy hablando en serio.
- Sí, si me gustan. Creo que sería un buen papá y no lo digo por egocentrismo.
- ¿Quieres ser papá?
- Claro, necesito un heredero. Ya debería preocuparme de eso, se me está pasando el tiempo.
- Cuál tiempo, aún eres joven.
- No quiero parecer el abuelo de mi hijo en un futuro.
- ¿Y adoptarás?
- ¿Qué? No, yo quiero un Vélez legítimo, de mi sangre.
- Pero te gustan los hombres.
- Estos son caprichos y gustos, no voy a formar mi vida al lado de alguien que no me dé un heredero.
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Mi Gran Solución - Chriserick
FanfictionSí el dinero no compra la felicidad. ¿Por qué disfrutamos tanto con él?