Capítulo 19

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Iba un tanto nervioso, con Christopher ya estaba acostumbrado a expresarme, pero no con sus padres.

- Tampoco te voy a presentar al presidente y la primera dama, cálmate - pidió sin soltar mi mano.

- ¡Cariño cómo estás! - exclamó su madre.

Noté la elegancia hasta en la forma de abrazarse, al parecer eran bastante reservados.

- Hijo - saludó su padre.

- Amor, mis padres - dijo apegándome a él.

- Yenny Paulina Muñoz de Vélez - se presentó.

- Un gusto, Erick Colón...

- De Vélez - añadió Christopher.

- ¿Esto es algo formal? - preguntó su padre.

- Sí, estamos en planes aún.

- Pero no te veo la argolla precioso - dijo ella tomando mi mano.

- Es que quiero algo exclusivo para él, mi prometido no llevará cualquier anillo, se merece cosas grandes - respondió besando mi frente.

- Leonardo Vélez, un gusto - extendió su mano.

- Igualmente.

- Pasemos, tenemos cosas de que conversar.

Miré a Christopher en lo que seguíamos a sus padres, sentía que esta mentira no los iba a convencer por completo.

- No habíamos quedado en eso - susurré.

- Es una mentira blanca.

- Pero ahora van a pensar que nos casaremos, Christopher.

- Bueno, nos casamos y ya.

- ¿Qué?

- Supongo que se quedarán aquí - interrumpió la señora Yenny.

- No, nos estamos quedando en un hotel, necesitamos privacidad mamá.

- Entiendo, cuéntanos de ti Erick.

- Eso, cuéntanos a que te dedicas, que haces, cómo conociste a mi hijo - añadió su padre.

- ¿Esto es un interrogatorio? Es mi prometido, no lo asusten.

- Amor no hay problema - dije sin seguridad.

Les comencé a contar de mi, no podía decirle mi procedencia por lo cual comenté lo que habíamos acordado con Christopher, de otra manera no iba a ser bien visto por ellos.

- Vaya, no pensé que a tus dieciocho años tuvieras interés en los negocios. ¿En dónde trabajan tus padres?

- Mucha pregunta ¿no?

- Sabes como es tu papá cariño.

- Deberíamos pasar a comer, con Erick tenemos planes y no queremos desperdiciar el tiempo.

- Vamos, preparamos lo que tanto te gusta mi vida.

- ¿Tú? Lo dudo mamá - bromeó.

Sonreí ante eso, se notaba que ella era un amor de persona con Christopher, quizás la distancia y el no verlo frecuentemente era algo que la llevaban ser así.

- Erick - llamó mi falso suegro.

- ¿Sí?

- Dime algo. ¿Qué buscas?

- No comprendo de qué habla.

- ¿Tú crees que yo me voy a creer todo ese cuento de ti y de todas las falsas mentiras que dijeron?

Miré viendo que no estaba Christopher, el señor Leonardo no me quitaba la mirada de encima.

- No le mentimos, no tendríamos por qué.

- ¿Estás seguro? En nuestro entorno no hay nadie que se apellido Colón Arista, manejo al pie de la letra cada información de mis empresas.

- Quizás le falta averiguar más - respondí.

- ¿Cuánto quieres? Eso buscas de seguro, dinero.

Por primera vez sentí que esa frase me molestó, en sí su forma en la cual lo expresó.

- No tengo necesidad de dinero, mi prometido me da todo lo que quiero y necesito.

- Vete olvidando de eso, no te acepto para mí hijo y soy capaz de mover todo lo que esté a mi alcance para sacarte de su vida, aprovechados como tú a mi familia no entran.

- ¿Sabe qué? Se tendrá que aguantar, porque le guste o no me casaré con mi amado novio.

- Atrévete y te juro qué...

- A mi no me amenace, que si me busca por las malas, por las malas me va a encontrar, suegrito - encaré.

- ¿Y ustedes? - preguntó Christopher acercándose.

- ¡Amor! Nada, solo estábamos platicando del gran hijo que tiene, osea tú - respondí con un beso.

Su cara de odio y desprecio por mí no intentó ocultarla, pero si esperaba que yo me dejé pisotear estaba totalmente equivocado.

Mi Gran Solución - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora