Capítulo 14: Felicidad Arruinada

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—¡Te ves hermosa!

—¿En serio?

Regina observó dudosa la imagen frente al espejo. Un vestido confeccionado y hecho por Evie especialmente para ella se podía apreciar. Era un vestido hermoso, totalmente liso que le llegaba un par de dedos bajo la rodilla. El color rojo sangre era lo suficientemente llamativo y se ajustaba a la perfección a su figura. Evie estaba más que emocionada.

—¡Claro que sí! Radiante. Eres la mamá más hermosa que he visto— Regina sonrió mostrando su impecable dentadura y terminó de colocarse los pendientes de diamantes— Además, debes lucir así para el pueblo. Te adoran.

—Tonterías. Sólo quieren diversión y eso se les está dando con el baile.

Evie le dio la razón.

—Tú también luces como una princesa, querida. Pero te hace falta algo...

Regina apareció en su mano un collar de cadena de oro blanco  que tenía un zafiro en forma de lágrima rodeado de pequeños diamantes. Era sencillo pero bastante bonito y que además combinaba con su vestido azul y su chaqueta roja.

—Me encanta, gracias.

—Las mejores joyas para mi princesa— besó su frente y se lo puso con extremo cuidado—. Te mereces esto y más, me encargaré de darte todo lo que nunca tuviste, hija.

Su momento se vio interrumpido por alguien que tocó la puerta. Evie dio el acceso y entró Doug vestido con un elegante smoking, su cabello bien peinado y una enorme sonrisa dirigida a su novia.

—Te ves...— abrió y cerró la boca no encontrando adjetivo que le hiciera justicia a su imagen—. Wow.

Evie y Regina rieron al verlo completamente rojo de la vergüenza, su mirada no se despegó de la chica ni un solo segundo.

—Bien... Creo que los dejaré solos. Debo ir con mi familia— informó Regina al ver a ambos ensimismados el uno con el otro—. Nos vemos en el baile.

Alzó ambos brazos y desapareció en una nube morada.

—También te ves muy apuesto, príncipe.

Doug sonrió. Dio unos cuantos pasos y al llegar hasta ella la tomó de la cintura y besó sus labios con efusividad. Evie rió entre el beso.

—Me arruinarás el maquillaje— murmuró sobre sus labios, sin dejar de sonreír, tomando entre sus dedos un poco de tela del traje de su novio, besándolo de nuevo. Definitivamente no quería detenerse—. No importa.

—Tenía unas enormes ganas de tenerte así...

Doug la rodeó con sus brazos. Nunca se cansaría de besarla. Amaba con cada fibra de su ser a esa mujer que cada día era más hermosa a sus ojos y la cual nunca dejaba de sorprenderlo. Su beso terminó cuando la necesidad de respirar se hizo presente.

—Te manché de mi labial... Espera...

Con su pulgar Evie pasó repetidamente por la suave piel de su labio inferior y superior, eliminando el rojo carmesí de ellos. Doug entre abrió la boca dejándola hacer. Cuando terminó de eliminar todo rastro de su beso tomó ambas mejillas del chico y besó su nariz con afecto. Luego se dirigió a su espejo para arreglar su maquillaje.

—Mi suegra fue muy considerada al irse—bromeó Doug colocándose tras ella, sus labios besando la delicada piel de su hombro que el vestido dejaba ver—. No creo que quisiera verme devorandote así.

—Tonto...— suspiró Evie con ojos cerrados, su cabeza inclinada ligeramente hacia un lado.

—¿Debería detenerme, cierto? — preguntó con tono lastimero.

Perdidos en Auradon [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora