Regina estaba a punto de entrar un colapso nervioso. Henry llevaba toda la noche sin aparecer, lejos de ella y sin señales de su paradero aún.
Por lo que sabía el baile de esa noche había sido cancelado por motivos desconocidos. Dudaba mucho que solo el rapto de Henry haya sido suficiente motivo, pero no investigó más. Esa no era su prioridad. El vestido, el maquillaje y el peinado para la fiesta habían sido reemplazados por su ropa normal. Ahora estaba reunida con Emma a las afueras del palacio, mientras David coordinaba la búsqueda con personal de la guardia del Rey. Regina no dejaba de ver el bosque.
—¿Regina?
Emma la sacudió un poco para sacarla de su ensimismamiento. Regina parpadeó un par de veces.
—¿Ya saben algo de Henry—Emma negó— ¿Entonces qué quieres, Swan?
—Veo que aún no sabes lo que ocurrió anoche— dijo dubitativa.
Regina se cruzó de brazos, mirando el horizonte sin importarle lo que la salvadora quería decirle, pues no estaba para pensar en algo más que no fuera su hijo.
—Sé que mi hijo fue secuestrado por una estúpida villana que no sabe con quién se metió. ¿Pasó algo además de eso que merezca mi atención?
—Es sobre Evie— Regina se tensó completamente al escuchar aquello, ahora con su total atención puesta en lo que decía Emma—. La Reina Malvada de este lugar apareció anoche en su habitación... ¡No me pongas esa cara, me acabó de enterar!
Regina apretó los ojos sintiendo que todo comenzaba a dar vueltas. Primero Henry... Y Evie también. Notó las manos de Emma a sus costados y la alejó bruscamente aspirando con fuerza para intentar calmarse.
—¿Ella está bien? ¿Le hizo algo?
—Ese chico, Carlos, me dijo que ella estaba bien físicamente, pero que verla la puso mal en lo emocional, ya sabes, debió ser duro— informó, preocupada cada vez más por Regina. Su rostro comenzaba a ponerse rojo, quizás por el esfuerzo para no gritarle—. Sigue en su habitación, puedes ir a verla si quieres, yo te avisaré si sé algo sobre Henry.
—No sé qué hacer— confesó Regina con voz temblorosa, para sorpresa de Emma.
Una presencia femenina apareció de la nada, interrumpiendo a Emma.
—Alejarte de mi hija, estúpida. Eso deberías hacer.
Grimhilde arrojó un rayo de magia oscura hacia Regina, quien de no ser por Emma que la jaló quitandola de la trayectoria del ataque, probablemente estuviera en serios problemas.
—Así que eres tú— siseó Regina encendiendo dos bolas de fuego en sus manos. Grimhilde la imitó.
Emma de inmediato alzó ambas manos dispuesta a cubrir a Regina, mirando alternativamente a los dos mujeres. Irónicamente no se parecían casi en nada. A pesar de ambas ser la Reina Malvada de su respectivo mundo, Grimhilde era más apegada a la versión del cuento infantil que ella conocía en el mundo sin magia, mientras que Regina era completamente opuesta tanto en vestimenta como en carácter. Grimhilde era casi cómica vestida con esa túnica y la cabeza cubierta con aquella tela, muy contrario a lo imponente de su ahora amiga. Sin embargo, ambas transmitían esa aura de oscuridad que prevalecía en el corazón de las dos.
—Tú no eres la madre de Evie, ni lo serás nunca— habló Grimhilde interrumpiendo los pensamientos de Emma, Regina se enojó aún más aumentando la intensidad del fuego—. Y no te permitiré que laves su cabeza con tonterías de ser su madre. Ella ya tiene una.
—¿Ah, sí? Por lo que me dijo ella, tú solo has sido una madre ausente incapaz de demostrarle el amor que ella tanto merece.
—Evie solo está confundida. Y yo, su madre, me encargaré de regresarla al camino del mal.
—Estás loca si crees que te dejaré acercarte a ella de nuevo.
Con un grito, ambas arrojaron las bolas de fuego al mismo tiempo, chocando entre sí y provocando que una onda de aire se expandiera. Emma se cubrió los ojos. Ambas estaban ilesas cuando el polvo se disipó. "Muy bien", se dijo "un ataque que logre distraerla y listo".
Estaba a punto de atacar a la otra reina cuando quedó atrapada entre las raíces de un árbol que estaba siendo manipulado con magia, sin poder mover las manos.
—Tú no te metas— le dijo Grimhilde sin ni siquiera mirarla.
Aquello ya estaba previsto. Grimhilde sabía que ella ayudaría a Regina y la atrapó antes de que lo hiciera. ¿Cómo? Emma no estaba segura. Alguien más debió ayudarla para que pudiera ser capaz de prevenir la situación.
—¿Sabes? Ahora mismo Evie está en su habitación, sin ganas de llorar más, preguntándose porque su amada y nueva mami no ha ido a visitarla— la sonrisa de Grimhilde apareció cuando Regina detuvo sus movimientos y se quedó expectante a sus palabras—. Ella sólo te esperó a ti durante toda la noche. Patético, lo sé. Pero ahora las cosas que le dije ayer sobre ti no le suenan tan descabelladas ahora.
—¡Yo no sabía lo que pasó! — se defendió Regina.
—Ella sabe que tu hijo desapareció... Y también sabe, gracias a su amiga Mal, que lo elegiste a él antes que a ella. ¿Cómo crees que se siente ahora mi querida manzanita?
—¡Mentira! Yo no elegí a nadie. Yo... — su voz se fue apagando lentamente. Las cosas vistas de esa manera no la favorecían en lo absoluto— Yo no elegí a nadie— repitió. Emma observó impotente como Grimhilde aprovechaba el momento de duda para atacarla, haciéndola caer.
—Quizás no, quizás sí... Pero ella no lo sabe y ahora te puedo apostar que comienza a dudar de tu "amor" y a confiar en mí. Aquí es donde tú mueres y despejas el camino para mí— rió escandalosamente antes de hacer lo que ambas sabían hacer a la perfección.
Grimhilde enterró la mano en el pecho de Regina, pero antes de poder extraerlo tuvo que quitarse para esquivar una espada que había salido de la nada en dirección a ella. David la había arrojado. Nieves se preparaba para disparar una de sus flechas.
—Regresaré por mi hija después. Tu muerte puede esperar.
Y así, sin más, desapareció.
—¡Regina! — Emma había sido liberada y corrió junto a la ex alcaldesa—¿Estás bien?
—Yo... No elegí a nadie...
—No creas en sus palabras. Mírame. ¡Mírame!— me gritó al percatarse de la mirada perdida de Regina—Ella solo quería distraerte.
—Yo no estuve para Evie.
—No lo sabías.
Regina sabía perfectamente que aquello no era justificación. Ella debió estar al tanto de aquello. Y ahora lo más probable era que Evie ya no confiara en ella.
—Oigan, buenas noticias. Henry apareció. Está bien.
La noticia que les dio Blancanieves fue lo único que hizo creer a Regina que quizás no todo estaba perdido. Tomó la mano que Emma le ofrecía.
Al menos Henry estaba bien.
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Bueeeeeno. Ya era hora de que esas dos se encontraran😂
Gracias por votar y comentar <3
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Perdidos en Auradon [COMPLETA]
Fanfiction💥Crossover Once Upon a Time y Descendientes💥 La batalla final contra el Hada Negra no resultó como todos pensaron. Un hechizo desconocido mandó a Regina Mills, Henry Mills, Emma Swan, Killian Jones, Blancanieves y Encantador junto con su hijo pequ...