Capítulo 26: El Lado Protector

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El viaje hasta la guarida de Uma había sido mucho más corto de lo que Henry recordaba. Quizás se debía a que estaba muy ansioso de verla otra vez que ni siquiera sintió la distancia. Lo importante era que ya había llegado. La casa que habían usado como guarida estaba destartalada y recordaba que dentro había un horrible olor a humedad. Nadie querría quedarse ahí si tenía otra opción.

Se acercó a la puerta y tocó un par de veces. Nadie salió al principio. Volvió a insistir esta vez con más fuerza. Segundos después la puerta fue abierta con un espantoso rechinido, pero no fue Uma quien apareció, sino Harry Hook con su espada en alto apuntando directo al pecho del joven Mills.

—Vaya, vaya... El rehén regresó.

—¿Dónde está Uma?

Harry alzó la comisura de su labio derecho en una sonrisa cínica. En ningún momento bajó la espada. Si Henry hubiera estado más atento en otra cosa además de mirar con odio al joven pirata, habría notado como Emma y Killian observaban la escena a distancia. La atención de ella fija en lo cerca que estaba la punta de la espada cerca del cuerpo de su hijo y la de él fija en la otra persona que era perturbadoramente similar a su propia persona.

—Él debe ser Harry Hook— supuso Killian—. Míralo, es... Incluso tiene un garfio— de rascó el lóbulo de su oreja incómodo.

—¿Eso es lo que ves? Está amenazando a Henry.

—Bueno, sí. También veo eso.

—Tengo que ir a ayudarlo— dijo preocupada. Garfio la detuvo colocando una mano en su hombro.

—Yo iré.

Él salió de entre las hojas de los arbustos directamente hacia ellos. Emma observó algo alterada la escena y también salió. A veces su querido esposo era demasiado despreocupado.

—Oye, tú. ¿No te han dicho que es de cobardes amenazar a alguien desarmado?

—¿Quién demonios es usted? — gruñó Harry, mirando al hombre y quedando más que confundido cuando miró que en lugar de una mano izquierda tenía un garfio. Igual que el suyo.

—Vete— le pidió Henry al verlo. Atrás estaba Emma, por supuesto—. Váyanse los dos. No necesito de su ayuda.

—Vamos, Henry. Te puedo echar una mano— bromeó Killian con una enorme sonrisa—. Se nota que este intento de pirata no pelea con honor.

—Saca tu espada y te enseñaré a no hablarle así al primer oficial de una tripulación.

El hombre soltó una risotada que hizo a Harry enojar. ¿Se estaba burlando de él? Se olvidó completamente de Henry y de un saltó bajó las escaleras de la entrada.

—¿Primer oficial? ¡Deberías ser el capitán! Que enorme decepción resultaste. ¿Así te haces llamar un Hook?

—Deberías detenerte. Tus palabras lo están afectando—le murmuró Emma.

Killian no la escuchó, desenfundando su propia espada. Disfrutaría aquello enormemente.

—¡No se quién demonios eres, pero pagaras tu ofensa con sangre! — amenazó lanzándose hacia Garfio.

Pero la pelea no duró mucho. El hombre pirata rápidamente logró subyugar a su oponente bloqueando la espada con el garfio, desarmando al pobre chico en cuestión de segundos. Harry alzó las manos.

—Ya, ya. Creo que empezamos mal. Mi nombre es Killian Jones— sorprendió a todos cuando le arrebato el garfio a Harry con destreza—. Mejor conocido en mi mundo como Garfio, capitán del Jolly Roger y... Ex conquistador de corazones en los siete mares. Ahora tengo esposa— le guiñó un ojo y Emma bufó tras de él, pasando por su lado para ir con Henry.

Perdidos en Auradon [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora